VII

Detenciones aquí y allá
Con los datos aportados por el propio Gabriel, las detenciones de sus presuntos secuestradores comenzaron a realizarse sin prisa pero sin pausa a fines de agosto de 2004.
La policía llevó adelante más de una decena de allanamientos en distintos puntos de Capital Federal y del Gran Buenos Aires, en especial en los partidos de Lomas de Zamora, Lanús y Esteban Echeverría.
En un mismo día tres hombres fueron arrestados. Dos de ellos habrían tenido participación directa en el secuestro, proporcionando logística, y el restante se trataría de un “bolsero”, quien habitualmente suministraba los teléfonos celulares.
Este sospechoso fue detenido en Lomas de Zamora, en un procedimiento en el que se secuestraron varios celulares que fueron sometidos a peritajes para determinar si alguno de ellos fue utilizado por la banda para comunicarse con la familia del “Gallego”.
En cambio, los primeros dos fueron capturados en Lanús. Uno de los sospechoso sería un hombre apodado "Tino", miembro de la banda de "Los Monitos", que se habría encargado de custodiar a la víctima durante los diez días de cautiverio.
A los investigadores les faltaban más datos para poder identificar al resto de la banda de secuestradores por lo que la pesquisa luego entró en una etapa de estancamiento.
Recién en septiembre, cerca de 1.000 policías realizaron 93 allanamientos en una villa de Lomas de Zamora, donde Gabriel había estado cautivo. Allí, fueron detenidos 12 sospechosos con armas de fuego cortas y largas.
Entre los detenidos estaban dos hombres de nacionalidad paraguaya que habrían sido los que custodiaron a Gabriel dentro de la villa y los seis que había actuado en la captura de la víctima.
A partir de los últimos operativos, los pesquisas pudieron determinar que los captores habían trasladado a Gabriel hasta la villa a bordo de un automóvil Ford Falcon destartalado.
En el interior del asentamiento, los policías identificaron el segundo de los lugares donde Gabriel estuvo cautivo: un terreno que en el frente tenía dos edificaciones en las que se fabrican pañales.
Cerca de allí, también fue hallado el supuesto Ford Falcon en el que trasladaron a la víctima, ya que ésta reconoció el sonido del motor de ese modelo y marca de auto cada vez que lo ponían en marcha.
Es más, para los investigadores, la banda había obtenido el rescate a unos 300 metros de la villa, por donde pasaba el tren del cuál se arrojó el dinero. Casi un mes después, otras seis personas, cinco hombres y una mujer, también fueron detenidas en el marco de la investigación que parecía no contentarse con los otros sospechosos apresados. Era evidente que los líderes de la banda aún estaban prófugos.