La búsqueda
El mismo lunes que se conoció la desaparición de Noe y al día siguiente, unos 200 policías inspeccionaron in éxito unas 500 de las 800 hectáreas del Parque Pereyra. Los efectivos realizaron seis rastrillajes denominados "peine" en los que revisaron quintas, propiedades privadas y hasta una serie de parcelas donde funcionaban dependencias del Ministerio de la Producción bonaerense.
En algunos sectores, los policías, apoyados por perros y helicópteros, tuvieron que entrar con caballos para poder inspeccionar arroyos y también realizaron varios allanamientos luego del testimonio de vecinos que aportaron datos sobre personas parecidas al asaltante descripto por Galante.
Cerca de las 19:30 del martes, los investigadores decidieron suspender la búsqueda al considerar que ya no quedaba sin revisar ningún rincón de las zonas cercanas a donde había desaparecido.
Los investigadores sospecharon que podía tratarse de un secuestro aunque las horas pasaron y nunca hubo llamado extorsivo a la familia Gullo exigiendo dinero a cambio de la liberación de Noe.
Sin embargo, desde un principio, los padres de la joven, José e Isabel, junto a otros familiares y amigos desecharon esa posibilidad.
En cambio, apuntaron a Galante como el principal responsable ya que consideraban que la versión de los hechos que este había dado a la policía tenía “puntos pocos claros”.
Isabel rápidamente se encargó de decir públicamente que tenía “malas” referencias de Galante mientras que la hermanastra de la chica sostuvo que vecinos del barrio donde vivía el chico le habían asegurado que éste consumía drogas.
Los familiares y amigos de Noelia cortaron la rotonda de Alpargatas sobre la ruta 2, en Gutiérrez, para reclamar el pronto esclarecimiento y denunciaron el caso a los medios ya que estaban desconformes con al accionar que hasta ese momento había tenido la Policía y la Justicia.
De esa manera la fotografía de la adolescente comenzó a recorrer pantallas de televisión y las páginas de los diarios.
Por su parte, desde la Jefatura Departamental de Quilmes respondieron que la pesquisa estaba avanzando y que ya se había confeccionado un identikit del supuesto captor de la adolescente, el cuál estaba en manos del fiscal del caso.