El regreso de las animaladas

El accidentado encuentro entre Argentina e Inglaterra en 1966 marcó un antes y un después en la historia de esta rivalidad. El recuerdo de la expulsión de Rattín y la reacción británica al grito de “¡Animlas!” aún estaba fresco en la memoria del planeta futbolístico cuando el 22 de mayo de 1974, ambos equipos volvieron a enfrentarse en el estadio de Wembley, en un partido amistoso que formó parte de la preparación para el Mundial de Alemania de ese mismo año.
El ambiente ya venía caldeado desde hacía un buen tiempo. Unos años antes, dos equipos argentinos habían logrado por primera vez la Copa Intercontinental luego de haber relegado, nada más y nada menos, que a dos conjuntos británicos.
Primero fue el Racing Club de Avellaneda, que en 1967 derrotó 1 a 0 al Celtic de Glasgow en un partido desempate en Montevideo con el gol inolvidable del Chango Cárdenas.
En segundo turno le tocó a Estudiantes de La Plata, que en 1968 logró un heroico empate de visitante ante el Manchester United de Bobby Charlton y un rotundo triunfo en su cancha. Así, dos grandes del fútbol británico habían sufrido un duro golpe, que aparentemente, les costó asimilar.
Argentina se había clasificado para el Mundial 74´ sin problemas, superando en su zona a Bolivia y Paraguay. Atrás había quedado la amargura de la eliminación ante Perú por la eliminatorias para México 70.
El director técnico del equipo era Néstor Sívori, quien había cosechado tres victorias y un empate en la clasificación mundialista y un resonante triunfo en Munich ante Alemania por 3 a 2. Sin embargo, por diferencias con el interventor de la AFA, Baldomero Gigán, Sívori renunció a su cargo en enero, a menos de seis meses antes de que empezara la copa.
Gigán, quién ya había tenido una charla previa con Vladislao Cap, enseguida lo designó a este como el entrenador de la selección, en una demostración más de desorganización y favoritismo, una característica de esos años del fútbol argentino.
Roberto Perfumo, integrante de ese plantel, recuerda esos tiempos difíciles: “No había un mínimo de organización y no teníamos la menor información de cómo jugaban nuestros rivales.”
Lo cierto es que Cap asumió el 14 de enero. “¿A dónde va la Selección?”, se preguntaba la revista deportiva El Gráfico a principios de abril. Es que Argentina había disputado amistosos en el interior del país y su rendimiento fue muy pobre.
El equipo partió a Europa para comenzar su preparación 37 días antes de que comenzara la Copa del Mundo y con 40 jugadores. En el viejo continente lo esperaban los que militaban en los clubes del exterior. Estos eran Ayala y Heredia, del Atlético Madrid; Bargas, del Nantes; Carnevali, de Las Palmas; y Héctor Chirola Yazalde, del Sporting Lisboa.
En mayo, Argentina empató con Granada 0 a 0 en España y luego venció a Francia, en París, 1 a 0 con gol de Kempes, a esa altura la figura del equipo. De allí, sin convencer con su juego se fue a Londres a enfrentar a Inglaterra en medio de un clima sumamente hostil.