Argentina atravesó en 1977 un clima futbolero efervescente. La pelota estaba en todos los rincones de la vida de cualquier ciudadano. El país estaba a punto de organizar el XI Campeonato Mundial y por ese motivo no se hablaba de otra cosa que no fuera de fútbol ¿Quién era la principal estrella? La selección dirigida por César Luis Menotti.
Así, el clásico Argentina–Inglaterra se enmarcó en este ambiente mundialista enfervorizado por un país que estaba en medio de una dictadura militar y buscaba un desahogo entre tanto sufrimiento.
Esta pasión también era impulsada desde el Gobierno, que encontró en el fútbol un elemento de propaganda que le daría grandes resultados para ocultar las violaciones a los derechos humanos que perpetraba contra su propia población.
En el mes de mayo de 1977, a poco más de un año del Mundial, las selecciones europeas comenzaron a aterrizar en Argentina para disputar partidos amistosos y conocer las distintas sedes. A su vez, el equipo local aprovechó esta oportunidad para organizar una serie de partidos preparatorios en el estadio del club Boca Juniors.
Menotti había asumido como director técnico después del Mundial de Alemania 74´ y estaba conformando un equipo que combinaba la experiencia de jugadores que habían estado en aquella Copa del Mundo, con jóvenes que hacían sus primeras armas en la selección.
El equipo contaba con la trayectoria de Luque y Kempes, y con el aporte de Daniel Bertoni, un puntero joven que jugaba en Independiente. Éste tuvo un rol fundamental en toda la preparación al Mundial y, especialmente, en el partido contra Inglaterra. Ni que hablar de la importancia de sus goles, que junto a los de sus dos compañeros antes mencionados, fueron vitales en la conquista argentina de 1978.
La serie de amistosos arrancó el 29 de mayo con un inobjetable triunfo frente a Polonia, rival en el debut de Argentina en el Mundial. Fue por 3 a 1 ante una multitud y con una gran actuación de Bertoni, que marcó dos goles. Luego vino una dura caída ante el campeón mundial, Alemania Federal. Fue el 5 de junio y por 3 a 1. El panorama no era el más alentador para enfrentar a los ingleses.
Pero Inglaterra venía peor. Estaba en el grupo 2 de las Eliminatorias para el Mundial 78´ y había perdido su invicto en Wembley ante Gales por 1 a 0. De visitante, había cosechado dos derrotas más, una ante Escocia por 2 a 1 y otra ante el puntero del grupo, Italia, por 2 a 0. Así sus chances para clasificar eran bastante pocas.
Con ese pesado equipaje fue que los ingleses se embarcaron con destino a Sudamérica. Primero hicieron una escala en Río de Janeiro, donde empataron 0 a 0 con Brasil. Allí dejó una imagen más que buena, que preocupó a Menotti, quién estuvo presente en ese partido para estudiar a su próximo rival. “Es un equipo que complica siempre. No dejan espacio y combaten con gran agresividad todas las pelotas divididas”, concluyó de entrenador argentino.