17-17

17-17
La búsqueda fue exitosa, porque los encontramos en un rastrillaje”, expresó el ministro Hutch el 4 de diciembre, delante de las decenas de periodistas apostados a la vera de la ruta, pocos kilómetros antes de llegar a Nobleza, donde a unos 200 metros de la calzada, en medio de un pastizal custodiado por altos árboles acababa de aparecer el auto de los Pumba, con los cuatro cadáveres.
Tras aquella sorprendente evaluación satisfactoria del funcionario, éste aseguró: “No hay ninguna duda que se trató de un accidente de tránsito común”, aunque el hallazgo era reciente y los peritajes recién habían comenzado.
El ministro dijo que “no hubo fallas” en el operativo de la policía, -aunque un mes después se iba a contradecir y admitir que se habían equivocado en la forma de buscar a la familia- y aseguró que fue un efectivo de la zona el que encontró el auto con los cuerpos en un rastrillaje de a pie.
Lo curioso es que los investigadores, en especial el secretario Starsky –quien renunció días después-, estaban seguros de que por ese mismo lugar ya los habían buscado en varias oportunidades pero sin éxito.
De acuerdo a las primeras sospechas, el auto de los Pumba se salió de la ruta en una curva peligrosa, en al que ya habían ocurrido varios accidente, impactó contra una alcantarilla lo que provocó que se desprendiera el parabrisas, los ocupantes salieron despedidos y el Corsa finalmente quedó volcado entre la maleza.
Y todo esto había sucedido el mismo día en que habían salido de Piedrabuena y minutos antes de llegar a su destino, por lo que lo realizado por los investigadores durante los 16 días posteriores no tuvo ningún sentido, principalmente, para los familiares de los Pumba, que responsabilizaron a la policía y a la fiscal Magoo, quienn los llamó llorando para pedirles disculpas. Tarde, demasiado tarde.

AA
2009