Recién en mayo de 1991, los ingleses tuvieron su oportunidad de vengarse de la derrota ante los argentinos en México 86´ y tratar de hacer olvidar a sus hinchas los dos goles de Maradona, en especial, el que convirtió con “la mano de Dios”.
En aquel momento, las selecciones de Argentina e Inglaterra estaban en pleno proceso de cambio. Los sudamericanos venían de obtener el subcampeonato en Mundial de Italia en 1990 luego de perder en la final ante Alemania Federal mientras que los británicos habían finalizado cuartos, al caer derrotados en el partido por el tercer puesto ante el equipo local.
Ese Mundial significó el fin de los ciclos del director técnico argentino, Carlos Bilardo, y de su par inglés Robby Robson, quienes habían estado al frente de sus selecciones desde México 86´.
Pero los cambios no sólo fueron de entrenadores. En Argentina hubo un importante recambio de jugadores, producto del perfil que impuso el nuevo director técnico Alfio Basile. Y lo que era más importante, el mejor futbolista del mundo estaba suspendido por un caso doping positivo que le habían registrado ese mismo año en un partido que había jugado para el Nápoli de Italia.
Este incidente llevó a que la FIFA sancionara a Maradona duramente por lo que estuvo fuera de las canchas por más de un año y medio.
En cambio, en Inglaterra, Graham Taylor, el nuevo coach, mantuvo prácticamente a los mismos jugadores que habían disputado el Mundial un año antes. Y esta decisión le había dado buenos resultados ya que el equipo estaba invicto en seis presentaciones.
No era poca cosa, ya que había cuatro de esos seis encuentros, correspondieron a las eliminatorias de la Eurocopa a disputarse en 1992 en Suecia. De todos modos, la serie exitosa había comenzado el 12 de septiembre de 1990, en Wembley, con un triunfo por 1 a 0 en un partido amistoso ante Hungría.
Luego vinieron el triunfo ante Polonia por la Eurocopa por 1 a 0 en casa y el empate 0 a 0 ante la República de Irlanda, también por la clasificación al torneo continental, el 14 de noviembre en Dublín. Así pasó un año muy exitoso en cuanto a los resultados para el fútbol inglés.
La temporada 1991 también estuvo a tono con su antecesora. Comenzó con un triunfo amistoso en Wembley ante Camerún por 1 a 0, un empate por 1 a 1 ante la República de Irlanda, el 27 de marzo, en Wembley, y un resonante triunfo por 1 a 0 ante Turquía, el 1 de mayo, en Izmir, en el marco de las eliminatorias para la Eurocopa.
Si bien el equipo inglés no brillaba en cada presentación, entusiasmaba a sus hinchas ya que era una maquinita de sacar buenos resultados. Era tal el optimismo entre los británicos que organizaron la Stanley Rous Challenge Cup en mayo de 1991.
La realización de este torneo tenía el objetivo de recordar y honrar la muerte de una de las figuras más importantes del fútbol inglés: Sir Stanley Rous. Un dirigente que estuvo a cargo de la Football Association y presidió la mismísima FIFA.
¿Los participantes? Nada más ni nada menos que la Argentina y la Unión Soviética, una selección que había hecho un mal papel en Italia 90 y que en esa ocasión había caído ante los argentinos por 2 a 0 por la primera ronda clasificatoria.
Argentina también venía invicta. Su serie de éxitos había comenzado, al igual que Inglaterra, ante el seleccionado de Hungría con un triunfo 2 a 0 el 19 de febrero, en el Gigante de Arroyito, de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
Luego vinieron los empates ante México (0 a 0) y Brasil (3 a 3) en el mes de marzo y finalmente la gira que comenzó en los Estados Unidos con un triunfo por 1 a 0 y terminó en Inglaterra.