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Argentina no paró de recibir elogios ya que no sólo había ganado la copa con tres rotundas victorias y ante rivales de jerarquía, sino que no le habían convertido goles en contra Mientras que los británicos apenas cosecharon un punto y se volvieron a casa sin ganar ni un partido.
“Inglaterra cayó debido a que nuestros jugadores no sienten orgullo por defender la casaca nacional. La divisa inglesa de los tres leones podría muy bien ser para ellos una divisa con tres gatos domésticos”, escribió Desmond Hackett, periodista de The Daily Express.
Por su parte, el tradicionalista The Times londinense sostuvo que “América del Sur enseñó el camino al viejo mundo y a los maestros originales” mientras que el Daily Mail se mostró bastante preocupado por el nivel de su selección. “Asoma el peligro de que Europa se convierta en la segunda división del fútbol internacional”, expresó.
Mientras tanto en Argentina se vivió una verdadera fiesta. “¡Campeones invictos!” tituló Clarín en su tapa el 7 de junio. “Su campaña fue excepcional ya que no solo batió a fuertes conjuntos como Brasil, bicampeón del mundo, Portugal e Inglaterra, sino que su valla, defendida con sumo acierto por Carrizo, no fue superada”, fue el comentario de La Nación ese mismo día.
El equipo argentino fue recibido en Ezeiza como un gran campeón. Estuvieron presentes más de 5.000 hinchas que viajaron en los 15 micros que la AFA puso a su disposición. Los jugadores cobraron 150.000 pesos cada uno por el logro obtenido. Unos 120 mil correspondieron a la obtención de la Copa mientras que los restantes 30.000 fueron una bonificación por haber terminado con la valla invicta.
El plantel argentino saludó a su gente y fue recibido por el presidente de la República, Dr. Arturo Illia, en la Casa Rosada, algo que con los años se tornaría en una costumbre.
“Esperemos que esta sea el comienzo de una era mejor para el fútbol argentino”, sostuvo Minella en medio de los festejos. Su deseo era sincero y estaba fundamentado. El triunfo en Brasil no debía empañar los problemas de organización que padecía este deporte en Argentina. Prueba de esto fue que en 1965, a pesar de que Minella clasificó sin problemas a la selección para el Mundial, fue reemplazado en su cargo por Osvaldo Zubeldía.

AA
Junio 2003