Esta jornada del torneo me causó una mezcla de sensaciones, de las cuales, hay una que no puedo dejar de mencionar: el fútbol es el deporte más maravilloso y apasionante del mundo. Es capaz de hacer grande al más pequeño y de achicar al más grande con el solo hecho de hacer rodar la pelota, ésa que a veces y caprichosamente no quiere entrar en un arco y entra en el otro por esas cosas de azar. Son esos momentos en que el deporte no entiende de merecimientos ni Justicia y se deja llevar por la pasión del gol. Y si no, pregúntenle a Racing, que el domingo preparó una fiesta que al final se la aguó Independiente cuando Calderón puso el 2-1 definitivo para el Rojo.
Este clásico se Avellaneda estuvo rodeado de cuestiones que van más allá de la redonda, que se encuentran en las tribunas. Me refiero a la violencia y a la inoperancia de la Policía. Quizás no sea la solución definitiva pero, ¿no sería mejor dejar el tema de la seguridad en los estadios a personal más especializado? Es inconcebible que un árbitro tenga que detener el juego constantemente porque no recibe garantías de parte de los encargados de la seguridad que deben controlar a los hinchas (N. de R.: los barrabravas y los fanáticos maleducados, irrespetuosos e intolerantes también existían en esa época y protagonizaban incidentes violentos como ahora). Debe haber una solución a este problema pero el tema no se ha manejado correctamente y por eso hasta ahora no se la ha encontrado.
Pero ni toda esa violencia puede empañar el buen fútbol. No sólo en Avellaneda hubo un partido espectacular, también hubo juego de alto vuelo en el Bajo Flores. Allí, San Lorenzo mostró una vez más que va a pelear el campeonato y evidenció el pobre momento de Boca. Una vez más, los xeneizes demostraron que no cuentan con buenos jugadores. Faltó Latorre y Riquelme quedó solo en medio de la mediocridad de sus compañeros que evidenciaron la falta de jerarquía del plantel.
Por su parte, los de Boedo dieron una lección de fútbol y se vieron altísimos rendimientos individuales en sus jugadores de mitad de cancha hacia delante como Galetto, Silas, Gorosito, Biaggio y Abreu. Con dos goles de Pipo y otro dos del brasileño, San Lorenzo ganó 4-0.
Mientras los xeneizes sufría una derrota categórica, sus primos de River gozaban de una nueva victoria: 3-0 a Huracán de Parque Patricios. Aunque a algunos les suene raro, este equipo millonario modelo 97´ no es el mismo que el del año pasado. Se lo nota distinto en su forma de jugar, lo hace más tranquilo, más seguro, con suma frialdad a la hora de definir y, principalmente, menos espectacular. ¿Será que le falta la explosión del Burrito Ortega? Puede ser, pero ha mejorado defensivamente a tal punto que no le convirtieron goles en lo que va del torneo.
“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, parecen cantar los hinchas sabaleros. Colón le ganó 2-0 a Central y lo bajó de la punta. Ahora, los santafesinos le dan pelea al Canalla, San Lorenzo y River en la pelea por el campeonato al colocarse muy cerca de la cima de la tabla de posiciones. Para muchos, Colón es la sorpresa del torneo, pero no para sus jugadores, cuerpo técnico y dirigentes que conocen sus posibilidades y se fijan primero en entrar a la Copa Conmebol y luego en luchar arriba.
Y si de sorpresas hablamos, el agónico triunfo de Vélez ante Gimnasia de La Plata por 1-0 lo fue, no por el desarrollo del partido ya que los de Liniers merecieron el triunfo largamente pero sí por la manera en la que lo consiguió: después de salvarse de una situación en la que el Pampa Sosa se erró un gol increíble, partió la contra que terminó con el gol de Posse a los 92 minutos.
Por todo ello el fútbol es grandioso y nunca nadie va a saber todo sobre este deporte porque a este no se le acaba el repertorio.
El resto de la fecha también estuvo lleno de fútbol y goles: se recuperó Lanús tras ganarle 2-0 a Platense, respiró Banfield después del 1-0 ante Ferro, festejaron el 2-2 Español y Huracán de Corrientes, Newell´s venció 2-1 a Unión y Estudiantes 3-2 a Gimnasia de Jujuy.
AA
Marzo 1997.