VII

Con el delirio místico a la sombra
El lunes siguiente a su captura, Cozza fue trasladado desde Mar del Plata a San Isidro para quedar preso por el crimen de Marcos. Los investigadores judiciales lo esperaron con un cuestionario de 50 preguntas para hacerle durante la indagatoria.
Por su parte, el empresario gastronómico estuvo dispuesto a responder a todas las preguntas y se mostró supuestamente preso de un “delirio místico”, al punto que al ser consultado sobre cómo se había enterado de que era buscado por la Justicia respondió que se lo había dicho “Dios”.
La indagatoria duró más de dos horas en las que Cozza aseguró ser inocente y sostuvo que era víctima de un complot planeado y ejecutado por los políticos de San Isidro.
La estrategia de la defensa era demostrar que el acusado era inimputable por las respuestas de Cozza estuvieron marcadas por un discurso metafísico que hasta provocó risas entre algunos de los que presenciaron la declaración.
Es que el dueño de Dallas aseguró que Dios lo eligió para cambiar el destino de la humanidad y explicó que necesitaba tiempo para continuar con la redacción de un libro en el que se encerraba mensaje divino destinado a frenar y evitar la tercera guerra mundial.
Respecto a lo ocurrido la noche del crimen de Marcos, Cozza dijo que a la hora del homicidio él y su camioneta estaban en Dallas por lo que solicitó ser careado con los testigos que lo señalaban como el autor de los disparos.
El acusado también pidió la realización de nuevos peritajes sobre su vehículo y la pistola 9 milímetros de su propiedad.
Luego de escuchar el “mensaje divino” traído por Cozza desde “el más allá”, los investigadores judiciales no tuvieron más remedio que ordenar que el acusado sea sometido a un peritaje psiquiátrico.
Mientras tanto, el empresario gastronómico quedó alojado en una celda individual ubicada en subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Vicente López.
Una semana después, se realizaron los peritajes, que constaron de una resonancia magnética, una tomografía computada cerebral y a un examen neuropatopsicológico que estuvieron a cargo de peritos de la Policía Federal.
Antes de que se conocieran los resultados de los peritajes, los investigadores judiciales decidieron en los primeros días de abril procesar a Cozza con prisión preventiva por el homicidio de Marcos.
Los instructores de la causa sostuvieron que el sospechoso debía seguir detenido para evitar que turbara el desarrollo de la investigación del caso mediante una eventual fuga.
También le trabaron un embargo sobre sus bienes, incluyendo Dallas, hasta cubrir la cantidad suficiente para garantizar la pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas del proceso.