Cortina de humo
Mientras Cozza llevaba 13 días prófugo por el crimen de Marcos, su hermano trató de sembrar más pistas falsas para tratar de despistar a los investigadores cuando cuatro bombas de fabricación casera, tipo molotov, explotaron cerca de las 5.45 en su casa de Boulogne.
Por ese confuso hecho, el hermano del sospechoso sufrió lesiones diversas en su espalda y en un oído, y fue asistido en un sanatorio privado de Las Lomas, donde horas después fue dado de alta.
La supuesta víctima sostuvo públicamente que habían atentado contra su vida y que todo era parte de la “cama” que le estaban haciendo a él y a su hermano aunque los pesquisas creyeron que desde un principio que se había tratado de un auto atentado.
Según los investigadores, dos de las bombas molotov fueron confeccionadas con bidones de cinco litros de hidrocarburos y una mecha de tela cada una, y luego colocadas en el garaje, a los costados del Mercedes-Benz blanco del dueño de casa.
En tanto, la tercera bomba incendiaria –compuesta por el explosivo y un sistema de detonación del tipo pirotécnico- fue colocada sobre la ventana que daba a la calle.
Uno de los expertos en explosivos de la policía bonaerense revisó la casa de los Cozza y señaló que dicho artefacto no fue colocado para que la onda expansiva fuese en una dirección determinada.
Al momento de los estallidos, dentro de la casa descansaban el hermano de Cozza, su novia y la empleada doméstica, aunque él solo fue quien sufrió lesiones.
De acuerdo al parte médico, el hombre sufrió escoriaciones múltiples con una herida cortante mínima a la altura del omóplato derecho que fue suturada y quienes lo asistieron descartaron rápidamente cualquier otra patología.
El hecho tuvo tan escasas secuelas que parecía mínimo. De hecho las explosiones sólo provocaron daños en las dos ventanas, la caída de mampostería en las habitaciones vecinas y quemaron parcialmente la parte externa del Mercedes-Benz.
Por su parte, Norber, abogado de los Cozza, negó de plano que se tratara de un auto atentado y aseguró que el hermano del prófugo había recibido amenazas recientemente.
Además del letrado, ese mismo día fue Roby quien también denunció amenazas tras declarar a favor de Cozza ante la Justicia al asegurar que la noche anterior había recibido un llamado telefónico en la que una voz masculina lo amenazó de muerte por haber defendido a su amigo.
Pero la cortina de humo propuesta por el hermano de Cozza duró hasta que los primeros informes de los expertos en explosivos de la Gendarmería Nacional hallaron partículas de explosivos y restos de una mecha dentro de su maletín, por lo que no cabían dudas de que había manipulado el material de las bombas antes de que estallaran.
Además, los técnicos llegaron a la conclusión de que las heridas sufridas por el empresario habían sido provocadas por el roce contra un objeto duro y filoso y no por una explosión.