Duodécima
Una vez más se adelantó esta jornada para ganar tiempo y que queden pocas fechas por jugar después de la Copa América (N. de R.: Se disputó entre el 11 y el 29 de junio en Bolivia donde Brasil se consagró campeón en la final ante el equipo local).
El capítulo XII del torneo comenzó el martes con el partido entre Racing y Huracán de Parque Patricios. Los dirigidos por el “Coco” Basile venían de una de las mejores rachas en mucho tiempo pero en el Ducó, un modesto equipo quemero se las cortó.
La Academia planteó el partido de la forma que más le convenía: salir a ganar para seguir soñando con el título. Por ello, atacó desde el inicio mientras que Huracán salió a la cancha con la intención de sumar, aunque sea de a un punto, para aliviar el dolor de cabeza que le provocaba el descenso.
Con estos planteos, el primer tiempo encontró, por lo general, al visitante atacando con la pelota al piso y al local esperando y tirando pelotazos para Guerra, los que casi siempre fueron controlados por la defensa rival. Pero Huracán tuvo que cambiar de actitud a partir de los 7´ cuando el “Mago” Capria puso el 1-0. Así, el Globo salió de su refugio y trató de buscar la igualdad, pero lo hizo sin profundidad. Sólo el “Rolfi” Montenegro aportaba algo de potrero para quebrar la defensa contraria.
Racing intentó hacer correr el reloj controlando la pelota y haciéndola circular en vez de apretar el acelerador y liquidar el pleito. Y luego de una jugada aislada llegó el empate de Corvalán cuando faltaba poco para que terminara el primer tiempo.
En el complemento madrugó Huracán con un gol de Montenegro y la reacción de la Academia no se hizo esperar. El “Chelo” Delgado se hizo imparable y Capria metía pases-gol con gran precisión. Al toque, Racing llegó al empate gracias al Chelo y el partido volvió al freezer.
Los de Basile cometieron el error de aflojar mientras que Huracán no regaló más nada ya que se conformaba con el punto. En síntesis, el 2-2 no fue lo más justo porque Racing debió llevarse la victoria porque fue el único que quiso ganar y el que tuvo más chances de gol. Eso sí, tendrá que aprender que un partido no es el mejor momento para dormir una siesta sino te madrugan, como lo hizo el quemero.
Ese mismo día, Vélez recibió a Gimnasia de Jujuy. El equipo de Piazza mostró que la eliminación en la Copa Libertadores era historia y que ahora apostaba todo al campeonato. El partido era muy importante porque se reencontraba con su gente y debía ganar para seguir en la lucha.
Desde el comienzo se notó que la superioridad de Vélez era abismal. Los jujeños no trataron de especular y salieron a disputar la posesión del balón en el mediocampo. Sin embargo, perdieron siempre debido a la excelente labor de los volantes locales. La clave estuvo en la agresividad velezana, virtud a cargo del “Cholo” Posse y del “Rifle” Pandolfi, quienes complicaron a la defensa rival con su velocidad y habilidad.
Vélez encontró el 1-0 a los 10´ con Bassedas y eso le dio tranquilidad. Además, obligó a los jujeños a atacar con más gente y así dejar espacios para la contra. El segundo gol estaba por llegar y llegó nomás de la mano de Herrera. 2-0 y final del primer tiempo.
El segundo tiempo fue más de los mismo excepto porque los jujeños se quedaron con diez jugadores. Esto favoreció a los de Liniers que con goles del “Turco” Asad y del “Pacha” Cardozo redondearon una goleada por 4-0.
El triunfo del equipo de Piazza fue inobjetable y lo colocó en una buena posición en la tabla.
El miércoles, Unión recibió a Boca y los antecedentes se inclinaban hacia el Tatengue porque los de Santa Fe no perdían de local desde la 13ra. fecha del torneo anterior y los xeneizes no ganaban de visitante desde la 5ta. jornada del Apertura. Todo eso hacía presagiar un triunfo del conjunto santafesino, por lo que sus hinchas llenaron la cancha.
La fiesta no se hizo esperar ya que Unión salió a jugar en gran forma, ahogando la salida de Boca y obligándolo a retroceder. Cabrol se ubicaba detrás de los volantes rivales, especialmente de Berti, y desde allí tenía libertad para abastecer a Perezlindo que desbordaba por derecha, a Bezombe, que hacía lo propio por el otro lado, y al “Loco” Marzo que esperaba en el área.
Los dirigidos por Trullet se movían con inteligencia y antes de que Gárate pusiera el 1-0 ya habían desperdiciado dos oportunidades de gol claras, por lo que el triunfo parcial era merecido.
Tal como había pasado con Gimnasia de La Plata, Boca en desventaja jugó mejor. Le agarró la mano a Cabrol y Riquelme comenzó a encontrar receptores como el “Huevo” Toresani y Cedrés que llegaban sorpresivamente por la derecha y creaban peligro. Así, los xeneizes encontraron el empate a partir del oportunismo de “Manteca” Martínez. Pero cuando más parejo era el trámite, Unión es puso 2-1 con un tanto de Perezlindo y así se fueron al descanso.
En el segundo tiempo, los tatengues intentaron hacer lo mismo que habían desarrollado en la etapa inicial pero arrimó poco peligro porque Boca mejoró defensivamente. El “Bambino” Veira puso a González arriba y así ganó profundidad. En los primeros minutos del complemento se vio lo mejor del visitante en el partido y en ese apogeo futbolístico Martínez recibió un regalo de Yorno y puso el 2-2.
Pudo ampliar el marcador Boca pero lo hizo Unión gracias a un tiro libre de Magnín. Luego, con la expulsión de Vivas, el desarrollo se inclinó definitivamente para el local que lo pudo haber liquidado. Pero el gran mérito xeneize fue ser solidario en la adversidad y con garra empató el partido con un golazo de Toresani.
Fue un 3-3 heroico para Boca porque fue mucho menos que su rival y encima remontó el resultado con un jugando con diez los últimos 25 minutos del segundo tiempo. Mientras que los tatengues se lamentaron por su falta de puntería.
El miércoles por la noche en el Monumental, River recibió a Lanús. Los dos equipos atravesaban malas rachas y necesitaban un buen resultado. Los millonarios quería el triunfo mientras que el Granate se conformaba con un empate.
El partido fue discretísimo, chato. Los del “Pelado” Díaz, después de tres duras derrotas, se replantearon varias cosas con respecto a su actitud ante un mal rendimiento futbolístico y frente a Lanús fueron cambiaron su predisposición y fueron muchos más solidarios, como si los jugadores hubieran hecho un pacto entre ellos para ayudarse mutuamente.
River apostó a su fútbol de siempre pero le sumó garra, aunque chocó con la mezquindad del visitante.
Se dice que los ídolos aparecen en los momento críticos, por eso ante Lanús, el “Príncipe” Francescoli ratificó ser el tesoro más valioso para la hinchada millonaria. Se cargó el equipo al hombro, jugó él e hizo jugar a los demás. Y como si eso fuese poco, metió dos golazos.
Lanús demostró una vez más que no le encuentra la vuelta a su mal momento y evidenció que el problema es que volvió a tener mentalidad de equipo chico, de mitad de tabla, y los resultados negativos lo obligaron a jugar adecuándose a las circunstancias de paso, librando al zar su rendimiento.
El partido terminó 3-0 con el último gol del “Jardinero” Cruz. El hincha de River respiró tranquilo y ni le cuento el director técnico que cortó la racha y renovó sus chances.
Entonadísimo. Así estaba Independiente al enfrentar a Central disminuido anímica y futbolísticamente por la falta de resultados positivos y por las ausencias de jugadores importantes como Palma, Cardetti y Zinho.
Para no dejar escapar a los de arriba, los dirigidos por el “Flaco” Menotti desembolsaron una actuación brillante ya que sólo el triunfo les servía. En el primer tiempo dominó a los rosarinos y lo tuvo sometido a un baile de aquellos, pero le perdonó la vida y esa etapa terminó sólo 2-0 con goles de “Panchito” Guerrero y “Matute” Morales.
En el segundo tiempo, Maceratesi madrugó a toda la defensa local y descontó. Con el 2-1, Independiente aportó al contragolpe y dejó venir a su rival prestándole la pelota. Lo pudo haber empatado Scotto en dos oportunidades pero también lo pudo haber liquidado el Rojo si Arzeno hubiera marcado desde inmejorable posición.
Pero el empate hubiera sido una injusticia para Independiente por lo hecho en el primer tiempo y aunque en el segundo tiempo tuvo algunas fallas defensivas que hicieron peligrar el triunfo siempre dio una mejor imagen que el rival.
Independiente quedó a seis puntos del puntero y sigue soñando con el título.
Por su parte, Newell´s se colgó de la punta tras ganarle 1-0 a Estudiantes en el Coloso y ante una multitud.
El partido fue malo por el esquema de marcas propuesto por el Pincha y por la falta de ideas del local para vulnerar ese planteo. Los del “Profe” Córdoba marcaban a los pensadores de Newell´s como Dalla Líbera, Zamora y Guiñazú, y así Giménez se quedó solo. Por eso no tuvo muchas chances para marcar en el primer tiempo.
En el complemento, por su necesidad de llegar a la punta, la Lepra fue decididamente al frente y llenó de centro el área de Estudiantes. Sin embargo, esa fórmula le sirvió ya que de un centro llegó el penal que posteriormente erró Giménez, quien se desquitó en otro ollazo para marcar el agónico gol que le dio el triunfo su equipo.
Para todo Newell´s había que ganar como sea y ganó. Eso era lo único que importaba, así que de merecimientos ni hablar.
Mientras que el puntero Colón llegó a Caballito para enfrentar a Ferro y tratar de seguir su racha triunfal rumbo al título. Pero en el oeste porteño hubo una sorpresa: el líder no salió a jugar el primer tiempo. ¡¿Cómo?! No se sabe bien por qué, pero el Sabalero se durmió flor de siesta durante los 45 minutos iniciales y el local lo aprovechó y marcó dos veces con un cabezazo de Fiorentini y un tanto del uruguayo López, el mejor de la cancha en esa etapa.
Ferro dominó a gusto, tuvo las mejores posibilidades para marcar pero le faltaron recursos para marcar algún gol más. Mientras que Colón sólo tuvo dos chances en todo el primer tiempo. Por eso, cuando Hay pitó el final de la etapa, el triunfo parcial era inobjetable.
En el entretiempo, “Pancho” Ferraro metió mano y sacó a Román y Saralegui y puso a Gordillo y Gorostidi. Los cambios surgieron efecto y en el complemento Colón despertó.
El Sabalero defendió con tres y sumó más gente adelante, y de esta manera tuvo más la pelota y más chances de gol. Una tras otra, las posibilidades se le fueron presentando pero las desperdició por mala suerte y por impericia. Hasta que llegó el gol de “Carucha” Muller y el partido se puso 1-2.
Enseguida llegó el empate de penal de Aquino y los hinchas visitantes comenzaron a delirar mientras que su equipo siguió atacando y pudo haber ganado pero no lo logró.
El 2-2 fue lo más justo ya que Ferro fue superior en el primer tiempo y Colón en el segundo. A los locales, el punto les vino bárbaro para el descenso pero al visitante lo bajó de la punta.
Los otros resultados de la fecha fueron: Huracán de Corrientes 0-2 San Lorenzo, Gimnasia de La Plata 1-1 Platense y Banfield 1-1 Español.
AA
Mayo 1997.