Al arribar a la casona de la calle Corrientes, Kareem y Anëlcka ya no se encontraban en el lugar. Es que habían ido al supermercado a comprar unos buenos tintos para acompañar los exquisitos quesos que el “Puma” había traído de Francia. También compraron salmón ahumado y arenque para comer durante la fiesta.
Por su parte, Dómenech se retiró de inmediato a descansar a la habitación que le habían reservado sus anfitriones y donde pudo distenderse del largo viaje “tirando” un rato las cartas sobre la cama, a la espera de la llegada de Kareem, a quien le debía una disculpa por haberlo dejado fuera del Mundial. El entrenador había puesto todas sus fichas en Anëlcka para ocupar la misma posición que el delantero del "merengue" pero el “Puma” lo había defraudado.
Apenas nuestro amigo francés llegó a la casona se aseguró de que Milos entretuviera a Anëlcka hasta que llegaran las chicas mientras que él fue verlo a Dómenech a la habitación. Allí, encontró a su ex entrenador sentado en un rincón del dormitorio junto a un escritorio donde desplegaba su mazo, lo recogía, mezclaba y volvía a “tirar”. Al ver aquella situación no quiso molestarlo, por lo que lo dejó solo y fue al encuentro del “puma”, Milos y el recién llegado Cap. Klinec, quien estaba ansioso de que llegaran los “Matambritos”…