II

En medio de un clima tenso y confuso había por delante un partido definitorio para las esperanzas de ambos equipos de llegar a las semifinales del Mundial.
Por un lado estaba la Argentina de Carlos Bilardo, con un plantel totalmente distinto del que había jugado en España 82´ con César Menotti. Un equipo al que le había costado clasificar a la Copa del Mundo y que había recibido muchas críticas de la prensa especializada y de los hinchas.
Pero esas críticas se disiparon rápidamente luego de que Argentina ganara el Grupo A de la ronda clasificatoria. Debutó el 2 de junio con 3 a 1 frente a Corea del Sur. Luego, el 5, logró un valioso empate ante Italia por 1 a 1; y finalmente, el 10, se aseguró el pase a octavos y el primer puesto con un triunfo ante Bulgaria por 2 a 0.
El conjunto a esta altura estaba confiado y sereno. “El mejor momento del equipo fue en el primer tiempo contra Italia, pero estoy tranquilo porque todo funciona”, dijo Bilardo tras obtener la clasificación.
Argentina tuvo que enfrentar el 16 de junio al duro conjunto uruguayo en los octavos de final. El clásico rioplatense siempre es complicado pero el equipo de Maradona ganó 1 a 0 y pasó a la siguiente ronda. “Vamos por el buen camino”, señaló el entrenador en relación a las posibilidades de Argentina de ganar el Mundial. Su equipo ya estaba entre los ocho mejores y era candidato al título.
Por el otro lado estaba una irregular Inglaterra, que no había tenido tantos problemas para llegar al Mundial pero empezó a sufrir desde el debut, el 3 de junio, en Monterrey. Allí, perdieron sorpresivamente ante Portugal por 1 a 0.
El entrenador Robson encontró las explicaciones de la derrota en la temperatura de la ciudad mexicana. “El calor de Monterrey influyó, definitivamente. Allí es muy difícil jugar”, dijo el coach inglés y agregó: “La gente de Monterrey es muy especial y el sol también; ambos dan calor, nada más que uno beneficia y el otro perjudica”.
No fueron los ingleses los únicos que se quejaron de las altas temperaturas que tenían que soportar. Algunos jugadores de otros equipos, argentinos como Maradona y Valdano, también protestaron ante los organizadores porque los encuentros se disputaban al mediodía, cuando las temperaturas alcanzaban su pico máximo. Un infierno.
De todos modos, las fallas de Inglaterra eran futbolísticas. El 6 de junio volvió a defraudar al empatar 0 a 0 ante Marruecos. Sin embargo, el 11 y ante Polonia, el equipo británico apareció con todo y ganó por 3 a 0. Además de clasificar, el equipo logró el primer puesto del Grupo F. El héroe fue el delantero del Everton, de 22 años, Gary Lineker, quien anotó los tres goles.
En octavos de final Inglaterra debió enfrentar al equipo paraguayo. Allí, el 18 de junio, los ingleses ratificaron que ya se habían reconciliado con su mejor fútbol y ganaron por 3 a 0, y otra vez, la figura fue Lineker, que en esta ocasión marcó dos goles.