El Virrey contra el Jefe

El supercampeón Bianchi, como todo héroe, tenía su punto débil: visitar el Monumental de Núñez. El 9 de noviembre de 2003 Boca le había ganado a River de visitante por 2-0, con goles de Iarley y de esa manera, el Virrey obtuvo su primer y único triunfo en la cancha millonaria. Hasta ese entonces el entrenador sumaba entre su ciclo en Vélez y los dos en el xeneize nueve partidos disputados, con 6 empates y 3 derrotas.
El primer superclásico de Bianchi con Boca en cancha de River había sido en el Torneo Apertura de 1998. Terminó 0-0 y los xeneizes mantuvieron el invicto y la punta del campeonato que a la postre los tuvo como ganadores indiscutidos. Un año después, en el Apertura de 1999, el millonario se desquitó. Lo venció 2-0 y luego fue campeón.
En 2000, en un partido correspondiente a los cuartos de final de la Libertadores, los millonarios volvieron a imponerse, pero esa vez por 2 -1. Después de dos derrotas seguidas, Bianchi hilvanó tres partidos sin perder en el Monumental: 1-1 en el Apertura del mismo año, 1-1 en el Apertura de 2001 y el mencionado 2-0 de 2003.
Si bien, le costaba ganar en Núñez, las cuentas generales del Virrey cerraban a su favor ya que en total, de los 12 clásicos que había disputado, ganó 5, empató 5 y perdió sólo 2. Una efectividad ganadora del 41,66 por ciento.
Por su parte, Astrada debutó ante Boca el miércoles 19 de julio de 1989 en un encuentro disputado en el Monumental que correspondió al partido de ida de la Liguilla Pre Libertadores y que terminó 0-0.
Su historial, comparado con el de su par xeneize era más negativo ya que cosechaba sólo cuatro triunfos como jugador y uno como técnico, en un total de 27 partidos disputados. La efectividad del entrenador millonario era del 18,1 por ciento. Y como si eso fuera poco, el “Jefe” nunca había ganado un superclásico por un torneo internacional.