Chau coartada
La coartada de la defensa de Cozza para evitar una casi segura condena por el crimen de Marcos comenzó a derrumbarse durante la tercera jornada del juicio cuando su ex amigo “Roby” cambió los dichos que había vertido durante la instrucción de la causa y favorecido al imputado.
Este testigo, un hombre de 46 años, flaco, alto y de bigotes, contó que la noche del crimen estuvo en Dallas unas cuatro horas antes de que asesinaran a Marcos y que Cozza llegó al restorán una hora después de que él a bordo de su 4X4, habló con unos amigos y que se fue a la una de la madrugada.
Antes, “Roby” había declarado que el acusado estuvo en Dallas hasta las cuatro y que desde allí se fueron juntos a su casa a tomar un café ya que tenían que viajar temprano hasta Pinamar.
Cuando la fiscal de juicio le preguntó al testigo por qué cambió su declaración, el hombre respondió que su “amistad se transformó en temor” y que, en un principio, no había sabido “cómo manejar la situación”.
“Cambié mi testimonio y decidí decir la verdad porque me secuestraron un hijo y porque recibí amenazas. La última vez que vi a Cozza fue en Mar del Plata, en un bar situado frente a la plaza Colón. Me dijo que le habían alquilado un departamento para poder refugiarse”, sostuvo el testigo.
Cuando le preguntaron por qué había declarado a favor del imputado durante la etapa de instrucción, el arrepentido dijo que el primer abogado de los hermanos Cozza le había dicho que así lo hiciera porque todo se trataba de un complot de las autoridades municipales de San Isidro.
El testigo dejó en claro que ya no era amigo de Cozza, a quien había conocido en la escuela secundaria y para quien luego manejó las RR.PP de Dallas. Según los dichos de “Roby”, por ese trabajo no percibió a cambio ningún sueldo sino, un automóvil marca BMW y un teléfono celular.
Seguro de lo que decía, el testigo luego relató como al día siguiente de cometido el asesinato de Marcos recibió un llamado a su celular de la mano derecha de los Cozza. “Me pidió que me reuniera urgente con ellos Hugo porque debían irse a Pinamar después de haber tenido un problema”, indicó.
El testigo agregó que antes de ir a buscar a Cozza pasó primero por el restaurante donde le entregaron 3.000 dólares para cubrir los gastos del viaje que debía realizar. Sin embargo, el plan iba a cambiar radicalmente.
“En el camino Cozza me exigió que lo llevara a Mar del Plata. Después se durmió y despertó en Lezama. Allí entró a un locutorio”, contó el testigo, quien dijo que al llegar a La Feliz se alojaron en el Hotel Cariló.
“En un momento quise encender la tele pero Cozza no me dejó. Se enojó y se fue a caminar. Pregunté qué era lo que pasaba y me reiteró que le querían hacer la cama”, explicó “Roby”, quien finalizó que volvió a Buenos Aires y ahí se encontró con el hermano del acusado y su abogado.
Casi un mes después del viaje a Mar del Plata, uno de los hijos del testigo arrepentido fue secuestrado en un confuso episodio que el hombre no relacionó con un hecho de inseguridad sino con los últimos acontecimientos ocurridos con los Cozza. “Lo tomé como un elemento de presión”, contó durante el juicio.
Pero las presiones no iban a ceder allí. En una ocasión, otro ex abogado del acusado, le pidió a “Roby” que presentara ante la Justicia un pedido de eximición de prisión porque lo iban a acusar de haber estado a bordo de la camioneta de Cozza durante el crimen de Marcos.
Según el testigo, una semana antes de declarar ante el tribunal, recibió un mensaje de una voz anónima en su teléfono celular que le decía que tenga cuidado con lo que iba a declarar. Al mismo tiempo, una casa abandonada situada al lado de la de “Roby”, en Vicente López, fue incendiada en dos oportunidades.
Tras estos hechos, el testigo fue a ver a la fiscal de juicio para rectificar su declaración y pedir protección. Según el hombre, la fiscal se la negó y le dijo que lo que tenía que decir que lo haga en el juicio. Y así fue.