Este movimiento pendular hizo que la burguesía perdiera cohesión y, por ende, dominación política. Estas luchas entre burgueses tuvieron su ámbito principal dentro del Estado nacional, que se fue fracturando. Por ejemplo, en 1967, con el presidente de facto Juan Carlos Onganía, el gobierno tuvo una política a favor de la gran burguesía al devaluar en un 40 % y apropiarse de las ganancias a través de las retenciones, lo que perjudicó a la burguesía pampeana.
Pero a partir de 1970, los precios de los exportables comenzaron a aumentar y fue fortaleciendo nuevamente a la burguesía pampeana que, ayudada por agentes extranjeros, va a terminar por quebrar en 1973 al Estado burocrático-autoritario.