Estado y alianzas en la Argentina 1956-1976: IV

La gran burguesía urbana generalmente no se perjudica con la devaluación y los programas de estabilización, aunque suele ser la más interesada en solucionar los problemas de la balanza de pagos. Por esa razón, cada vez que se produjo ese déficit, se acercó a los intereses de la burguesía pampeana y luego, cuando reaccionaban sus sectores débiles, se movió en forma de péndulo hacia esos intereses en el corto plazo, reactivando la economía interna pero en un rol de “dejar hacer”.

 Este movimiento pendular hizo que la burguesía perdiera cohesión y, por ende, dominación política. Estas luchas entre burgueses tuvieron su ámbito principal dentro del Estado nacional, que se fue fracturando. Por ejemplo, en 1967, con el presidente de facto Juan Carlos Onganía, el gobierno tuvo una política a favor de la gran burguesía al devaluar en un 40 % y apropiarse de las ganancias a través de las retenciones, lo que perjudicó a la burguesía pampeana.

 Pero a partir de 1970, los precios de los exportables comenzaron a aumentar y fue fortaleciendo nuevamente a la burguesía pampeana que, ayudada por agentes extranjeros, va a terminar por quebrar en 1973 al Estado burocrático-autoritario.