Tres horas antes de morir

Podría dar una serie casi interminable de argumentos para convencerlo que, si se considera amante de fútbol, debe leer las páginas que preceden. Pero simplemente me voy a remitir a sólo dos razones que hablan por si mismas.
Primero: En el mes de abril de 2004, el diario inglés The Observer calificó al superclásico del fútbol argentino entre River Plate y Boca Juniors como el primero de los 25 espectáculos deportivos del mundo que una persona debe ver antes de morir.
El segundo: Si la señal de televisión por cable Fox Sports realizó una película sobre los partidos que River y Boca disputaron en junio de 2004 por las semifinales de la Copa Libertadores de ese año, ¿por qué no puedo escribir sobre el mismo tema?
Sin embargo, cabe aclarar que la historia que estoy a punto de contarle, que es de público conocimiento, no es un libro -eso sería un insulto para los verdaderos escritores- sino una larga crónica periodística en donde se recopila material que abundó las páginas de los diarios de la época y las cadenas de radio y televisión.
Dicho esto, usted ya está preparado para disfrutar, sea hincha de Boca, River o de cualquier otro club, de un relato sobre dos partidos que fueron inolvidables, polémicos, intensos, históricos y, sobre todo, únicos.
Es casi imposible que el fútbol argentino, y el mundial quizás, vuelva a regalar a los hinchas de este fantástico deporte un espectáculo como el que se vivió en aquellas jornadas de un junio otoñal.
Prepárese, despójese de todo prejuicio, y por favor, si es hincha xeneize o millonario, quítese la camiseta, porque está apunto de abordar una historia a la que sólo hay que leer por amor a la pelota.