Durante los años posteriores a la revolución rusa, sus seguidores a nivel mundial esperaron que la sede de Moscú se mudara a Berlín, ya que en idioma oficial de la Internacional fue el alemán. Tampoco sabían como la difundirían globalmente luego de que la revolución se estabilizara en Europa y fracasara en Asia. Pero la visión apocalíptica del mundo siguió cuando Hitler subió al poder en Alemania y la Comintern asumiera un rol ultrarevolucionario y de izquierda sectario debido a que el control del Partido Comunista ruso pasó a manos de Stalin, con quien prevalecieron los intereses de la Unión Soviética sobre los del Comintern.
Luego de 1917, el bolchevismo absorbió a las restantes tradiciones sociales revolucionarias o las marginó dentro de movimientos radicales. Hasta 1914, el anarquismo había sido una ideología más atractiva que el marxismo pero en los 30´ ya no era una fuerza política importante, salvo en España, donde luego, a raíz de la guerra civil, se acabó con el anarquismo y reavivó el comunismo.
En tanto, Stalin se dedicó a la caza de herejes, el más importante fue el exiliado Trotsky, uno de los líderes de la revolución de octubre y arquitecto del ejército rojo. Éste promovió la Cuarta Internacional para competir con la tercera de Stalin pero no tuvo éxito y en 1940 fue asesinado en México por orden justamente de su rival. Así, ser un revolucionario social significaba cada vez más ser un seguidor de Lenin.
Tras la victoria de Hitler, los partidos comunistas se unieron en una tendencia antifascista, lo que les permitió tener más apoyo, sobre todo, de intelectuales. Y los jóvenes que querían derrotar al capitalismo se abrazaron al comunismo ortodoxo.
En 1956, con la desintegración de Stalin, aparecieron en el movimiento comunista internacional los pensadores, tradiciones y organizadores de la izquierda ortodoxa que habían sido marginados hasta entonces. Luego, con el Mayo Francés del 68 se renovó el interés por la teoría anarquista y la marxista, unidas por el rechazo a Moscú y los viejos comunistas.
Mientras el movimiento comunista conservó su unidad, fue la única gran fuerza real para aquellos que buscaban la revolución mundial. Pero con el tiempo fue agrietándose y sumando acusaciones contra Rusia...