Los caminos que recorrieron tanto River como de Boca para llegar al decisivo enfrentamiento por las semifinales de la copa fueron, tal como había ocurrido en las anteriores ediciones de este certamen, bastante accesibles en la primera fase pero mucho más difíciles a partir de los octavos de final.
El equipo millonario formó parte del Grupo 6 junto a Libertad de Paraguay, Deportes Tolima de Colombia y el Deportivo Táchira de Venezuela. Debutó el 11 de febrero con un empate sin goles en territorio venezolano pero luego tuvo una racha de tres victorias consecutivas: 4-1 frente a los paraguayos en Núñez; y 3-2 y 1-0 contra los colombianos.
Con esa seguidilla de triunfos, los dirigidos por Leonardo Astrada se aseguraron prácticamente la clasificación para la siguiente ronda de la copa, por lo que en los dos partidos restantes se vio a un equipo mucho más relajado que terminó regalando puntos: perdió 0-1 contra el Libertad en Paraguay y cerró su participación el 14 de abril con un pobre empate 2-2 contra el Táchira ante su público.
Sin embargo, River no tuvo problemas para asegurarse el primer puesto del grupo con 11 puntos, uno más que el equipo venezolano, que fue una revelación ya que terminó la primera fase de manera invicta.
Por el otro lado, Boca tuvo un comienzo dubitativo en su participación del Grupo 8 al perder el 18 de febrero 1-3 en la altura de La Paz, en Bolivia, frente al Bolívar.
Pero el equipo de Bianchi se recuperó rápidamente al vencer en la Bombonera al Colo Colo chileno por 2-0 y al Deportivo Cali colombiano, de visitante por 1-0 y luego de local por un contundente 3-0.
Luego, los xeneizes perdieron 0-1 en la siguiente fecha en Santiago de Chile y pasaron a compartir la punta de la tabla con el equipo boliviano.
Sin embargo, el 21 de abril Boca recibió al Bolívar en el cierre del grupo y terminó triunfando con un 3-0 que le permitió ser el primero en la clasificación.
Boca quedó en la cima de la tabla de posiciones del grupo al cosechar 12 puntos, tres unidades más que los colombianos, el otro clasificado para la siguiente ronda.
Los octavos de final parecieron ser más accesibles que de costumbre luego de que en los encuentros de ida, Boca y River triunfaran en condición de visitante.
Los millonarios ganaron 1-0 con gol de Cristian Tula al Santos Laguna de México, mientras que los xeneizes derrotaron al Sporting Cristal de Perú, en Lima, por 3-2, tras ir perdiendo 1-2.
River parecía tener casi resuelta la llave frente a los mexicanos pero en el Monumental, el rival se despachó con una victoria por 2-1 y llevó la definición a los penales.
En esa oportunidad, luego de una dudosa tarea del árbitro paraguayo Carlos Torres, quien hizo volver a tirar un penal a favor de River por un supuesto adelantamiento del arquero del Santos que había atajado el remate en la primera instancia, los locales se impusieron por 4-2 y pasaron a los cuartos de final.
En esa etapa lo esperaba el Deportivo Cali, que había eliminado al Cruzeiro de Brasil también por la vía de los penales.
Mientras tanto, el entonces último campeón de la copa, se despachó con un 2-1 en la Bombonera y no sufrió sobresaltos para eliminar al equipo peruano. Una tranquilidad que no se iba a volver a repetir en el resto de la participación en la copa.
En cuartos de final, el equipo de Bianchi enfrentó al Sao Caetano de Brasil, subcampeón de la edición 2002 y que venía de dejar a fuera al América de Cali colombiano con un 2-1 y un 1-1.
En el partido de ida, disputado en la ciudad brasileña de San Pablo, Boca consiguió un valioso empate 0-0 que lo dejaba con buenas chances de conseguir la clasificación para las semifinales.
River, en cambio, disputó el partido de ida de los cuartos de final en su cancha y consiguió un triunfo ante los colombianos por 1-0 que lo dejó algo intranquilo, ya que la diferencia de gol no era definitiva y más teniendo en cuenta que la revancha se iba a disputar en el difícil estadio Pascual Guerrero de Cali, donde los millonarios habían sido eliminados en 2003.
En tanto, los xeneizes debieron sufrir y mucho para obtener la clasificación tan deseada. Frente a los brasileños comenzaron perdiendo por 0-1 pero el equipo logró un agónico empate y definió por la vía que más resultados le daba: la de los penales.
El arquero de Boca, Roberto Abbondanzieri, contuvo dos remates y le dio la clasificación a su equipo en una definición que terminó 4-3 a favor.
Los de la Ribera ya estaban en las semifinales y ahora debían esperar al ganador de River-Deportivo Cali para saber cual sería su rival en esa instancia.
A pesar del exiguo 1-0 de la ida, los dirigidos por Astrada no se metieron atrás cuando fueron a Colombia y dieron una demostración de buen fútbol.
Los de Núñez obtuvieron una victoria categórica por 3-1, luego de dar vuelta el 0-1 inicial con dos goles de Fernando Cavenaghi y uno Marcelo Gallardo y pasaron de ronda.
Ya estaba todo dicho, Boca y River, River y Boca, eternos rivales, archienemigos, primos y todo calificativo que se le ocurra, debían enfrentarse por las semifinales de la Copa Libertadores 2004.
Nunca antes se habían enfrentado en una instancia tan definitoria como la antesala de la gran final. Era un partido de 180 minutos para alquilar balcones, ya que el campeón del mundo estaba dispuesto a mantener su corona y los millonarios no tenían otro objetivo que alzar la copa después de 8 años de frustraciones.