Estado y alianzas en la Argentina 1956-1976: II

La clase obrera argentina se caracterizó por haber tenido más recursos que el resto de ese sector en América Latina pero, a diferencia de lo ocurrido en otros países de la región, cuando sucedieron los ciclos de nula bonanza económica, no pudo apoyarse en un campesinado ya que éste era casi inexistente.

 Otro dilema fue que los principales productos de exportación fueron los cereales y carnes, alimentos a los que se destina el salario de la clase obrera y popular, por lo que un aumento de precios es rápidamente percibido por ese sector, como ocurrió con la depresión de los 30´.

 Pero a partir de 1945 y hasta 1950, el Estado se apropió de gran parte de las exportaciones y mantuvo los precios bajos, lo que aumentó el ingreso del sector popular y la demanda de bienes industriales. Sin embargo, esto trajo, a su vez, problemas en la balanza de pagos a raíz del desaliento de las exportaciones y el aumento del consumo interno. Por ello, entre 1952-1955, en el último tramo del segundo gobierno peronista, se subieron los precios para mejorar la balanza, aunque se redujo el mercado interno.

 A partir de 1960, con el gobierno de Arturo Frondizi, hubo una ola de inversiones extranjeras en industria y servicios, por lo que se internacionalizó la producción urbana. Este proceso se llamó “desarrollismo”, pero no funcionó porque aumentaron las importaciones. Entonces, se volvió a aumentar las exportaciones para mejorar la balanza de pagos.