Según el testigo, el día del crimen de Ferreyra, justo antes de que se produjera el homicidio, él había ido a la marcha a favor de los mercerizados junto a una compañera y que ese grupo de los ferroviarios lo amenazaron: “Zurdo, los vamos a matar. ¿Por qué trajeron mujeres y chicos?”.[2]
Merino contó que tras cruzar el puente Bosch observó dos patrulleros que estaban cruzados en la calle pero que luego se colocaron en paralelo y dejaron el paso libre entre ellos.
El declarante recordó que tras la asamblea y cuando comenzaba a desconcentrar se produjeron los hechos más violentos. “Cuando nos íbamos, vemos que se nos viene encima la patota. Formamos un cordón para contenerlos. Nos tiraban palos, piedras, botellas”, precisó y agregó que en ese momento vio “un tirador en medio de la calle” vestido con pantalón de ferroviario.[3]
“Cuando retrocedieron, un grupo de compañeros los corrimos hasta donde estaban los patrulleros. Les recriminamos que no hicieran nada y cuando volvimos, vi en el suelo, al lado de un auto, un cartucho rojo de escopeta. `Nos tiraron con todo` me dice un compañero”, agregó Merino.[4]
En otro tramo, el testigo se refirió a la conducción de la Unión Ferroviaria y, en ese sentido, dijo que Pedraza quería "”preservar su dominio en el gremio, los trabajadores ferroviarios de planta eran 4.500 y los tercerizados 1.500 que no pueden votar”.[5]
“El sindicato explotaba compañeros, los tenía fuera de convenio y por un tercio de sueldo”, indicó.[6]
En la audiencia del martes 25 de septiembre, Marcelo Carlos Beruir Varterian, un joven que participó de la marcha en favor de los mercerizados, declaró que primero fueron atacados a “piedrazos y botellazos” mientras “la policía auxiliaba al grupo agresor”.
Y como consecuencia de ese primer ataque los manifestantes retrocedieron. “Ellos habían logrado lo que querían: que no cortemos las vías; por lo que debimos suspender la actividad propuesta ya que no estaban dadas las condiciones; no queríamos provocar ni responder a las agresiones”, contó.[7]
En ese momento dijo que vio a una persona que “con total impunidad en el medio de la calle disparaba un arma”.[8]
“Primero pensé que eran balas de salva o de fogueo, no creí que fuesen balas de plomo, pero luego me dijeron que lo habían alcanzado a Mariano”, relató el testigo.[9]
Por su parte, un vendedor ambulante de sándwiches identificado como Ulises Rafael de Oliveira, declaró que los militantes del PO “estaban tranquilos, en orden, con sus banderas y en forma pacífica”.
Mientras que Ariel Pintos, quien fue herido de bala en los mismos hechos que terminaron con la muerte del joven militante, declaró el jueves 27 de septiembre como testigo en el juicio y apuntó contra la Unión Ferroviaria entonces conducida por el acusado Pedraza.
“La UF jamás nos acompañó en nuestro reclamo. Gente de la cooperativa del Mercosur (trabajadores tercerizados) eran amenazados por Pablo Díaz y por su gente, que iban armados para que no entren a las reuniones”, dijo el declarante.
Pintos, quien recibió un tiro en una pierna cuando quiso junto a otros manifestantes cortar las vías en la estación Avellaneda, indicó: “Veo que detrás de los árboles y de los autos sale una persona tirando hacia adelante”.[10]
El 2 de octubre, Gerardo Dell Oro, un fotógrafo del diario Clarín que fue enviado a cubrir los incidentes en los que fue asesinado Ferreyra declaró que escuchó festejar el crimen. “Era una voz masculina, dicha en tono normal de uno a otro detrás mío, que decía ´un zurdito menos´”, recordó.[11]
El reportero gráfico aclaró no haber visto al autor de la frase aunque estimó que pudo ser uno de los integrantes del grupo de los ferroviarios ya que solo llegó a fotografiar a esas personas.
Otro testigo, Matías Avellaneda, custodio del playón de la empresa Chevallier, declaró que los manifestantes estaban “con palos, piedras y gomeras” aunque aseguró que no les vio “armas de fuego”.
“No estaban desafiantes y no me produjeron temor pero les decían a los ferroviarios `vengan` con gritos e insultos”, recordó el testigo.[12]
Merino contó que tras cruzar el puente Bosch observó dos patrulleros que estaban cruzados en la calle pero que luego se colocaron en paralelo y dejaron el paso libre entre ellos.
El declarante recordó que tras la asamblea y cuando comenzaba a desconcentrar se produjeron los hechos más violentos. “Cuando nos íbamos, vemos que se nos viene encima la patota. Formamos un cordón para contenerlos. Nos tiraban palos, piedras, botellas”, precisó y agregó que en ese momento vio “un tirador en medio de la calle” vestido con pantalón de ferroviario.[3]
“Cuando retrocedieron, un grupo de compañeros los corrimos hasta donde estaban los patrulleros. Les recriminamos que no hicieran nada y cuando volvimos, vi en el suelo, al lado de un auto, un cartucho rojo de escopeta. `Nos tiraron con todo` me dice un compañero”, agregó Merino.[4]
En otro tramo, el testigo se refirió a la conducción de la Unión Ferroviaria y, en ese sentido, dijo que Pedraza quería "”preservar su dominio en el gremio, los trabajadores ferroviarios de planta eran 4.500 y los tercerizados 1.500 que no pueden votar”.[5]
“El sindicato explotaba compañeros, los tenía fuera de convenio y por un tercio de sueldo”, indicó.[6]
En la audiencia del martes 25 de septiembre, Marcelo Carlos Beruir Varterian, un joven que participó de la marcha en favor de los mercerizados, declaró que primero fueron atacados a “piedrazos y botellazos” mientras “la policía auxiliaba al grupo agresor”.
Y como consecuencia de ese primer ataque los manifestantes retrocedieron. “Ellos habían logrado lo que querían: que no cortemos las vías; por lo que debimos suspender la actividad propuesta ya que no estaban dadas las condiciones; no queríamos provocar ni responder a las agresiones”, contó.[7]
En ese momento dijo que vio a una persona que “con total impunidad en el medio de la calle disparaba un arma”.[8]
“Primero pensé que eran balas de salva o de fogueo, no creí que fuesen balas de plomo, pero luego me dijeron que lo habían alcanzado a Mariano”, relató el testigo.[9]
Por su parte, un vendedor ambulante de sándwiches identificado como Ulises Rafael de Oliveira, declaró que los militantes del PO “estaban tranquilos, en orden, con sus banderas y en forma pacífica”.
Mientras que Ariel Pintos, quien fue herido de bala en los mismos hechos que terminaron con la muerte del joven militante, declaró el jueves 27 de septiembre como testigo en el juicio y apuntó contra la Unión Ferroviaria entonces conducida por el acusado Pedraza.
“La UF jamás nos acompañó en nuestro reclamo. Gente de la cooperativa del Mercosur (trabajadores tercerizados) eran amenazados por Pablo Díaz y por su gente, que iban armados para que no entren a las reuniones”, dijo el declarante.
Pintos, quien recibió un tiro en una pierna cuando quiso junto a otros manifestantes cortar las vías en la estación Avellaneda, indicó: “Veo que detrás de los árboles y de los autos sale una persona tirando hacia adelante”.[10]
El 2 de octubre, Gerardo Dell Oro, un fotógrafo del diario Clarín que fue enviado a cubrir los incidentes en los que fue asesinado Ferreyra declaró que escuchó festejar el crimen. “Era una voz masculina, dicha en tono normal de uno a otro detrás mío, que decía ´un zurdito menos´”, recordó.[11]
El reportero gráfico aclaró no haber visto al autor de la frase aunque estimó que pudo ser uno de los integrantes del grupo de los ferroviarios ya que solo llegó a fotografiar a esas personas.
Otro testigo, Matías Avellaneda, custodio del playón de la empresa Chevallier, declaró que los manifestantes estaban “con palos, piedras y gomeras” aunque aseguró que no les vio “armas de fuego”.
“No estaban desafiantes y no me produjeron temor pero les decían a los ferroviarios `vengan` con gritos e insultos”, recordó el testigo.[12]