La pista del auto
Los investigadores policiales y judiciales de los homicidios de Flavia y Soledad siguieron durante los meses posteriores al doble crimen la pista de que los asesinos se movilizaban en un automóvil desde el que acecharon a las chicas para luego violarlas y ejecutarlas de un certero balazo en la cabeza cada una.
Así los indicaban las pruebas que constaban en el expediente y que habían surgido de distintas testimóniales, aunque ninguna muy precisa. Esto último alimentaba en los pesquisas la idea de que estos testigos no decían todo lo que realmente sabían porque conocían a los sospechosos que, a su vez, no eran ajenos a la zona donde residían y fueron asesinadas las cuñadas.
“Flavia y Soledad eran dos chicas muy tranquilas, nunca tuvieron problemas con nadie en el barrio, todos las conocían, si prácticamente nacieron aquí. No eran de tener enemigos ni ninguna de las dos familias los tenemos. Pero resulta que aparecieron muertas a cincuenta metros de casa y nadie vio ni escuchó nada. Yo les pido a los que sepan algo que no tengan miedo y digan lo que saben, porque así como les pasó a nuestras hijas le puede pasar a cualquiera”, sostenía la madre de “Fla”.
“Hay testigos de que unos hombres las estuvieron esperando dentro de un auto, gente que las venía molestando desde hacía tiempo. Yo notaba que Flavia estaba un poco nerviosa, como asustada, y no le presté atención, pensé que eran cosas de chicas. Pero de ninguna manera voy a creer que todo esto ocurrió por un ajuste de cuentas o la venganza de un ex preso, porque ellas no andaban en nada extraño”, agregaba la mujer, al mismo tiempo que decía no confiar en nadie y temer que el caso iba a quedar impune.
El reiterado pedido de colaboración a testigos reticentes y la pista del auto fueron palabras que se fueron perdiendo en el eco de un oscuro y largo túnel que parecía que nunca iba a arribar a buen puerto y durante casi siete meses no hubo más noticias del doble crimen de Máximo Paz.
Hasta que a principios de noviembre de 2006, el Ministerio de Seguridad bonaerense, a través de un decreto del Poder Ejecutivo, ofreció públicamente una recompensa de entre 10 mil y 50 mil pesos a las personas que aportaran información fehaciente que permitiera lograr la individualización y detención de los autores de los homicidios.
En el ofrecimiento de la recompensa, las autoridades hicieron hincapié en el aporte de datos concretos sobre la pista del auto, “un vehículo probablemente de marca Fiat, modelo Duna, color rojo ó bordo, con sus vidrios polarizados con dos personas de sexo masculino en su interior”.
A pesar del esfuerzo, no hubo muchas personas que se acercaron las oficinas de la Unidad Funcional de Instrucción 1 del Departamento Judicial de La Plata o ante la Subsecretaría de Investigaciones en Función Judicial del Ministerio de Seguridad provincial para aportar elementos que permitieran que la pesquisa avanzara.