V

Más complicado
Todas hieren, la última mata. En ese sentido se podría decir que la declaración de “Roby” derribó la coartada de Cozza y las que le siguieron la enterraron definitivamente. Entre esas posteriores testimóniales que fueron claves en el juicio por el crimen de Marcos, estuvo la de una mesera de Dallas.
La testigo relató cómo la noche del homicidio el acusado decidió echar del restaurante a un grupo de jóvenes: “Mientras miraba hacia la barra, donde había una pareja besándose, Cozza comenzó a gritar `¡Sáquenlos! ¡Sáquenlos!´. Estaba enfurecido, como si quisiera atacar a alguien. La supervisora intentaba contenerlo y les dijo a los chicos que se retiraran del local. Cuando el muchacho bajaba las escaleras se dio vuelta y le vi la cara. Al día siguiente, su foto apareció en los noticieros: era Marcos”.
La joven dijo que minutos después escuchó a la mano derecha de Cozza indicarle por handy al encargado del estacionamiento del local que preparara la camioneta del dueño porque iba a salir.
Por último, al ser consultada sobre la personalidad de los hermanos gastronómicos, la mesera de Dallas fue muy clara: “Con Cozza, o sos como él quiere o fuiste. Te mata”.
Finalmente, la tercera audiencia del juicio culminó con las declaraciones de la mano derecha del imputado y de la supervisora mencionados por la mesera. Ambos dijeron haber presenciado el momento en el que el acusado pidió que echaran del local a Marcos y sus acompañantes.
Sin embargo, los dichos del gerente fueron muy dudosos y dejaron abierta la sospecha de un posible encubrimiento a favor de Cozza, por lo que la fiscal de juicio pidió que lo procesaran al testigo por falso testimonio.
En la cuarta jornada del debate oral, otras tres empeladas de Dallas declararon que vieron al acusado abordar su camioneta momentos antes de cometido el crimen y perseguir a remise en el que viajaba Marcos.
Ante estos testimonios, la estrategia de los abogados del acusado se basó únicamente en tratar e demostrar que su cliente era inimputable ya que en el debate se había comprobado hasta ese entonces que Cozza estuvo en el lugar y al momento del asesinato de Marcos, y que, sobre todo, tenía un el móvil y la oportunidad.
Entonces, ante la irrefutabilidad de la prueba, la defensa del imputado sólo preguntó a las tres testigos sobre la supuesta compra de 100 palomas realizada por su ex jefe con el objetivo de exponer un libro sobre Cristo.
Para la fiscal de juicio, esa maniobra buscaba “embarrar la cancha” ya que los peritos psiquiátricos ya habían determinado que Cozza era un verdadero psicópata e imputable.