IV

Las repercusiones del partido fueron numerosas y se prolongaron durante varios días. Se habló mucho de que si no hubieran expulsado a Rattín, Argentina hubiera ganado la Copa del Mundo, ya que había jugado bien no sólo en los partidos que ganó, sino también ante los equipos que resultaron campeón y subcampeón, como Inglaterra y Alemania Federal, respectivamente. “El conjunto argentino tuvo en este torneo un rendimiento notable”, publicó La Nación, al hacer un balance de la actuación de la Selección Argentina.
Sin embargo, una mirada objetiva de la época de los que estuvieron presentes en ese partido, nos acerca a la realidad. “El juez fue, sin dudas, parcial, pero no sé si Argentina ganaba con once hombres”, dijo Francisco Capote, periodista deportivo de Europa Press, de Madrid.
Lo cierto es que la FIFA fue muy dura con Argentina. Multó con 1000 francos suizos a la AFA, suspendió a Rattín por cuatro partidos y a Roberto Ferreiro por tres, por haber agredido al árbitro. También fue suspendido Onega, por escupir a un funcionario.
Es más, el máximo órgano de fútbol estudió seriamente la posibilidad de que la selección argentina no participara de las eliminatorias para la Copa del Mundo de México en 1970.
Por su parte, los ingleses se motivaron aún más tras la victoria ante los argentinos, y así pudieron imponerse al Portugal de Eusebio en las semifinales por 2 a 1, con dos goles de Bobby Charlton. En la final venció a Alemania Federal por 4 a 2 en tiempo suplementario y otra vez de la mano de la polémica, ya que el 2-1 de Hurst todavía no se sabe si picó o no detrás de la línea de gol del arco alemán.
Así, Inglaterra se coronó campeón en su tierra y entró al salón de la fama del fútbol, su deporte, el que había nacido en los campos de cricket y primo del rugby. “Podrán decir que ganamos porque teníamos el público a nuestro favor, que Alemania era mejor, que Portugal mereció llevarse la Copa, que le ganamos a Argentina con la ayuda del árbitro.... Admito cualquier opinión, pero no acepto discusión alguna en torno a los merecimientos ingleses en función de los esfuerzos y sacrificios realizados”, festejó Max Marquis, comentarista de la BBC.

AA
Junio 2003