El lunes 14 las formaciones de los equipos, en especial la de Boca, empezaron a quedar definidas. En la Bombonera, el entrenamiento de los xeneizes contó con dos jugadores recuperados físicamente. Neri Cardozo y Cagna ya habían superado el desgarro en el muslo izquierdo y esquince en la rodilla izquierda, respectivamente, y se habían puesto a disposición de Bianchi.
Para entonces se especulaba con que el juvenil Cardozo iba a ser titular en lugar del suspendido Cascini –en ese caso Villarreal pasaba a jugar de cinco- mientras que respecto de Cagna la idea era que sustituyera a Caneo.
El entrenador planeaba también realizar algún cambio en defensa con el ingreso de Luis Perea por José María Calvo. Por pedido de Bianchi, el defensor colombiano ensayó ejecuciones de centros desde el sector derecho.
Ese mismo día también fueron citados para el superclásico: Caballero, Pablo Alvarez –quien había tenido una destacada actuación frente a Olimpo en la última fecha del Clausura-, Ledesma, el delantero brasileño Pedro Iarley, Cángele y Barijho, de los cuales uno iba a quedar al margen del banco de los suplentes.
Si bien la parte futbolística parecía marchar sin problemas para Boca, las declaraciones cruzadas seguían a la orden del día. En el club millonario, Astrada y el juvenil defensor Nasuti habían criticado duramente al plantel de la Ribera: "Lloran por anticipado", fue la acusación que hicieron por lo bajo, luego de que en Boca señalaran que temían por un complot arbitral en su contra para eliminarlos del torneo.
Además, el clima no estaba para bollos ya que el domingo, River le había ganado 2-1 a Lanús por el campeonato local con un gol polémico y había estirado la ventaja sobre Boca a cuatro puntos cuando quedaban seis por jugar.
Barijho fue el primero en responderles a sus adversarios. "Yo me muero de la risa; a veces a algunos jugadores les ponen un micrófono adelante y no se dan cuenta de lo que dicen... Estaba mirando la televisión junto con mi señora y, realmente, me dio mucha gracia lo que dijeron. Por ahí, ellos quieren quedar bien con su gente; no hay que tomarlos en serio. Con tantos partidos importantes que tiene este plantel, no se va a preocupar por lo que digan otros", dijo.
Cascini, por su parte, señaló: "No somos un equipo que llora, hablamos por lo que vemos y lo que sucede es decir, los errores que se están cometiendo en nuestra contra. Nadie me puede decir nada porque Martín se equivocó en el primer partido". Y respecto de Nasuti puntualizó: "No puedo entender por qué dice lo que dice. Debe estar mal asesorado. Si fuera compañero de este chico le diría que se calle la boca".
Sin embargo, conscientes de que habían cometido un error al descalificar a los jugadores xeneizes, tras la práctica del lunes, los futbolistas millonarios intentaron bajarle el perfil a la batalla mediática que se había generado.
El arquero Lux fue breve acerca del presunto complot mencionado en Boca: "Es un problema de ellos, yo no me meto. No quiero opinar sobre esas declaraciones". Ameli, en tanto, directamente prefirió también guardar silencio: "No, no voy a opinar de eso. Hablemos de fútbol".
El que soltó algunas frases más fue Lucho González. Pero el volante esquivó la polémica con la misma facilidad con la que gambetea rivales en la mitad de la cancha. “¿Si hablamos de no entrar en roces? No... en el partido uno no mide las consecuencias porque está con las pulsaciones muy altas, pero es lógico que la idea nuestra es jugar este partido sin entrar en ningún tipo de forcejeo”, opinó.
Mientras tanto, Astrada trataba de solucionar algunos problemas con su defensa ya que Tuzzio padecía una fuerte contractura en los gemelos de la pierna izquierda y estaba en duda su participación. Su reemplazante, de ser necesario, iba a ser Nasuti.
El otro jugador que tenía inconvenientes físicos era Mascherano, quién padecía un esguince en el tobillo izquierdo. Sin embargo, el propio volante aseguró su presencia al manifestar tras la práctica que ya casi no sentía dolor.
En cambio, quien ya tenía un lugar asegurado entre los 16 era Salas. El chileno había entrenado a la par de sus compañeros y demostrado que su lesión estaba totalmente superada.