VI

La captura
La captura de Cozza finalmente se produjo a mediados de marzo de 2003 durante un operativo nocturno realizado por agentes de Contrainteligencia de la SIDE cerca de un departamento ubicado en la ciudad bonaerense de Mar del Plata.
El presunto asesino de Marcos fue apresado a unas cinco cuadras de ese inmueble. Llevaba una peluca y anteojos negros y vestía un saco y pantalón sport de color oscuro. Los agentes lo interceptaron pero el sospechoso negó ser Cozza y les mostró un DNI falso.
Los investigadores de la SIDE habían localizado al empresario gastronómico unos diez días antes y descubrieron que había alquilado un departamento del edificio situado en Alberti 67, a una cuadra de Playa Chica, al tiempo que ya estaba averiguando para alquilar otro departamento para quedarse en abril.
La clave para ubicarlo a Cozza surgió por un error de Tony, el manager de Dallas, quien fue seguido por los efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro hasta un locutorio situado en la zona de Olivos.
Desde allí, el manager realizó una llamada en una cabina telefónica y uno de los policías de la DDI esperó a que se retirara y logró establecer había realizado una llamada de 26 minutos a un aparto de Mar del Plata.
Luego, los detectives averiguaron que ese teléfono había sido adquirido a mediados de febrero y, al analizar el tráfico de comunicaciones, determinaron que ese aparato se utilizaba con el siguiente patrón: la línea se prendía, se activaba, se hacía una llamada y se volvía a apagar, todo en determinados horarios.
Los investigadores sospecharon que podía tratarse del teléfono de Conzza y que era utilizado por el empresario para comunicarse con su entorno desde la clandestinidad.
Entonces, un grupo de agentes de la SIDE viajó a Mar del Plata y realizó una serie de escuchas telefónicas hasta que localizaron la celda del celular desde donde se activaba dicha línea.
Personal de la Dirección de Análisis de las Comunicaciones de la policía bonaerense procesó alrededor de 95.000 llamadas telefónicas realizadas por el prófugo y los integrantes de su entorno, y analizaron las llamadas entrantes y salientes de 320 teléfonos pertenecientes a los amigos de Cozza y a otras personas que hablaban con ellos.
Los detectives llegaron a la zona de Playa Chica y comenzaron la búsqueda. Un día antes de la captura, los investigadores ubicaron a una persona con características fisonómicas muy parecidas a las del prófugo.
Los agentes de la SIDE filmaron a ese hombre y compararon las imágenes con los identikits elaborados por los peritos de la policía científica y establecieron que se trataba de Cozza.
Al día siguiente, sabiendo que el joven que le hacía las compras no estaba, los agentes encubiertos esperaron a que el sospechoso saliera del departamento a comprar comida y lo capturaron.
“Perdí”, fue lo único que atinó a decir Cozza a los espías de la SIDE cuando lo colocaron las esposas.
Poco después, el hermano del sospechoso dijo: “Ahora que mi hermano está detenido estoy más tranquilo, porque se puso a derecho y porque se demostró que no lo protegía nadie”.
Por su parte, Nelsa, la madre de Marcos, no pudo ocultar su satisfacción al enterarse de que el presunto asesino de su hijo finalmente había sido arrestado luego de estar 57 días prófugo.
“¡Por fin mi hijo va a tener justicia!”, fueron las primeras palabras de la mujer, quien poco antes había anunciado que en dos días se iba a realizar una misa en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en San Isidro, al cumplirse dos meses del asesinato.
“Esto es un poco el triunfo de todos. Yo decía que lo que estaba haciendo Cozza era una burla a todo un país y a la Justicia. Y el que se burla la paga”, continuó la mujer.
Al día siguiente de su captura, Cozza fue trasladado desde la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Mar del Plata ante el juzgado federal de esa ciudad para que declare por el caso de los DNI falsos.
“Dios castigará a los que me quieren condenar. Me hicieron una cama espectacular”, gritó el empresario mientras lo escoltaban decenas de policías.
Por otro lado, a más de 400 kilómetros de distancia, un millar de personas acompañó a la familia de Marcos en la misa programada en la misma parroquia que el joven asesinado había tomado su primera comunión cuando era un niño.