“En el 2004 los jueces solamente nos corren traslado por Domínguez, ya que los restantes estaban con falta de mérito. La Cámara no resolvió la cuestión porque no verificó si la situación jurídica de los imputados estaba resuelta y eso no se resuelve con la acusación”, indicó el letrado querellante.
En tanto, Facundo Galdames, defensor de Domínguez, solicitó que se rechace el pedido de la querella, tras lo cuál, el tribunal resolvió no hacer lugar al requerimiento del letrado de la viuda de “Cucho” Espinoza por considerarlo “extemporáneo”.
Luego, el debate continuó con la declaración el perito forense Luis Noccerino, quien revisó a Giménez y sostuvo que dado su estado de salud, el acusado no podía abandonar el hospital donde permanecía internado, por lo que su abogado, Cristian Vellotti, pidió que se suspenda el juicio a su defendido.
Ante ese requerimiento, los demás defensores pidieron que se suspenda todo el debate, pero el tribunal resolvió que Guerrero sea apartado de este juicio aunque seguirá afectado al proceso.
Tras un cuarto intermedio, el debate se reanudó con un nuevo pedido, esta vez de la abogada Analía Lema, defensora de Álvarez y “Beto” Barrera, quien solicitó el sobreseimiento de ambos por considerar que se había sobrepasado los plazos razonables. Y en el mismo sentido se expresó a su turno el defensor Vellotti.
Por su parte, el fiscal David Bazán replicó que los defensores apuntaban a que el juicio no se realizara, que quedara “en la nada” por el transcurso del tiempo e insistió en que el debate debía continuar.
A raíz de esta serie de pedidos de las partes, el tribunal resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el jueves 30 de junio cuando finalmente comunicó que se rechazaban los requerimientos de suspensión del juicio y también de sobreseimiento de los imputados.
El debate continuó entonces con la declaración de la viuda Gabarraz, quien relató lo ocurrido la noche del homicidio y señaló a Domínguez como el autor del disparo contra la víctima.
Luego declaró la madre de Gabarraz, Lorena Gómez, quien se encontraba dentro de la vivienda a la que “Cucho” y su hija se disponían a ingresar al momento en que se cometió el ataque y sostuvo que Álvarez pudo haber estado en la escena del crimen, escondido detrás de un árbol ubicado a pocos metros de la víctima y hablando por un teléfono celular. Esta testigo refirió que luego de los tiros, ella salió a la calle y que ese hombre seguía allí y le dijo que se quedara tranquila que ya había llamado a la ambulancia. Además, Gómez indicó que fue ella quien encontró una billetera junto a su yerno y que ésta contenía el DNI a nombre de “Ojeda”.