La guerra en la ex Yugoslavia: Bosnia-Herzegovina - Parte IV


Kakanj, municipio situado en la zona central de Bosnia, cerca de Sarajevo. El 18 de mayo de 1993 estallaron los enfrentamientos armados entre las fuerzas del CDC y del EBM. Tras una emboscada, un grupo de combatientes musulmanes fueron detenidos por los primeros mientras qye el EBM capturó luego a 16 civiles croatas y serbios para intercambiarlos como prisioneros. Durante su detención en Motel Sretno, estos últimos prisioneros fueron sometidos a palizas con palos de madera, palos y culatas de fusil, y, en algunas ocasiones, obligados a golpear a uno con el otro, gritando “Allahu-Akbar”, que quiere decir “Alá es Grande”, y formó parte del himno de Libia bajo dominación de El Gaddafi.

Kalinovik, es una ciudad de 685 kilómetros cuadrados, en el sudeste bosnio, donde nació el general Ratko Mladić1, líder del Ejército Serbio de Bosnia (ESB). A partir de 1991 los musulmanes de este territorio fueron hostigados e intimidados por los serbios. El 11 de junio de 1992, el municipio fue declarado una zona de guerra por las fuerzas armadas de Serbia y dos semanas más tarde, varios musulmanes fueron apresados y recluidos en una escuela primaria y otros centros de detención, donde, al parecer, fueron golpeados y asesinados, y las mujeres violadas. Luego, los prisioneros fueron trasladados hasta el almacén de pólvora en Jelašačko Polje donde, el 5 de agosto, más de 20 hombres y niños fueron llevados al municipio de Foča y luego asesinados. Desde comienzos de 1992, las fuerzas serbias bombardearon y quemaron distintos pueblos del municipio, lo que provocó un número no precisado de ancianos y mujeres.

Kiseljak municipio montañoso ubicado al norte de Sarajevo y en el sur del Valle del Lašva, lo que le daba una importante posición geográfica, además de poseer varias fábricas de armamento. Para 1991, había una mayoría de población croata y en abril y junio de 1993, las fuerzas del CDC irrumpieron violentamente en varios pueblos de esta zona donde saquearon y quemaron casas, lo que derivó en el alejamiento de sus habitantes y la detención de civiles. El ejército croata fue acusado de haber varios crímenes, como la violación y asesinato de una mujer, el homicidio dos personas quemadas vivas dentro de sus domicilios y de un padre y su hijo decapitados.

Ključ es una ciudad situada en el río Sana, al noroeste de Bosnia, donde mayo de 1992 las autoridades serbias asumieron el control del municipio. Desde junio a septiembre de ese año, civiles musulmanes bosnios fueron detenidos por la policía y el ejército serbio. Los prisioneros fueron golpeados con bastones y palos de madera y torturados con cables eléctricos. El 10 de julio, al menos 30 civiles fueron ejecutados en la escuela primaria en Biljani.

Konjic es un municipio montañoso y boscoso ubicado al sur de Sarajevo. En abril de 1992, los serbios sitiaron la ciudad hasta que una campaña militar de los musulmanes y croatas de Bosnia lograron levantar el bloqueo. A raíz de ello, serbios locales, incluyendo mujeres y ancianos fueron detenidos en una antigua instalación militar en la aldea de Čelebići2. Allí, hasta diciembre de ese año, los detenidos fueron torturados, abusados sexualmente y asesinados.
Durante el juicio por los hechos cometidos en ese campo de detención, el serbio Grozdana Ćećez, esposa de un serbio dueño de una tienda en Donje Selo, un pueblo con mayoría de población serbia, declaró que ella y su marido, Lazar Ćećez, un ex agente de la policía, tenían un hijo, Duško y una hija que en abril de 1992 se había marchado a Serbia.
El 20 de mayo de aquel año, Grozdana estaba en su jardín cuando llegaron varios vehículos, dos de ellos de Policía, por lo que alertó a su esposo e hijo que huyeron por la parte posterior de la casa. Cuando ella vio que de los vehículos descendían hombres con uniformes también huyó hacia un bosque cercano donde estuvo escondida durante los siguientes siete días hasta que fue capturada y llevada a Čelebići.
Apenas llegó al campo de prisioneros, la mujer contó que fue llevada a una pequeña habitación donde estaba el subcomandante Hazim Delić, a quien le preguntó por el paradero de su marido. Sin embargo, éste la golpeó, la obligó a quitarse la ropa y la violó junto a otros dos hombres. “Él pisoteó mi orgullo”, dijo la víctima y, entre lágrimas, agregó: “Nunca seré capaz de ser la mujer que era”.
La mujer contó que fue violada en reiteradas oportunidades más hasta que en una ocasión le pidió a uno de los encargados del campo que la matara para no tener que quedarse allí sola. También declaró haber permanecido detenida en ese centro unos tres meses y medio, durante los cuales compartió habitación con otras cinco o siete mujeres. Orinaban en una jarra, les dieron dos barras de jabón para asearse y lavar la ropa, y una taza y media de detergente. Durante los primeros 42 días de detención recibió un solo pedazos de pan, por lo que llegó a perder 34 kilos.
Debido a todo lo vivido, la víctima admitió que pensó en suicidarse pero que otro prisionero, que también había sido violado, lo evitó. Finalmente, el 31 de agosto de 1992, Grozdana fue liberada y se enteró que su hijo había abandonado el territorio ocupado por los serbios. Y en diciembre de ese año identificó el cadáver de su esposo.
Por su parte, Nedeljko Draganic era un joven serbio de 19 años que residía en Cerići, cerca de Konjic, y que declaró que el 19 o 20 de mayo de 1992 las fuerzas del CDC bombardearon su pueblo que se rindió al día siguiente. El 23 de ese mes, fue detenido junto a su hermano y los llevaron a Čelebići.
“Nunca me dijeron personalmente cual fue el motivo de mi captura”, dijo Draganić y agregó: “Pero Delic... en una ocasión... nos dijo que nos estábamos detenidos porque éramos serbios”.
El muchacho pasó las siguientes tres noches siguientes junto a otras 16 o 17 personas en un túnel que de un metro y medio de ancho, dos de alto, unos veinte de largo y que no tenía luz. Luego fue alojado en una especie de hangar junto a otros 250 prisioneros.
Allí, los detenidos dormían en el piso y hacían sus necesidades en un agujero en el suelo. Les daban de comer una rebanada de pan y algunas cucharadas de guiso, aunque llegaron a pasar hasta cuatro días sin alimentos. Recién en agosto, el comandante Mucić permitió a los familiares de los prisioneros llevarles comida a éstos.
Draganić declaró que uno de los carceleros que más lo maltrataba fue Esad Landžo, un compañero suyo del secundario. Contó que este joven lo golpeaba casi todos los días, habitualmente con un bate de béisbol. Y en ocasiones quedaba inconsciente a raíz de las golpizas.
Un día, Landžo lo llevó a un hangar y lo prendió fuego, por lo que la víctima resultó herida. Sin embargo, Delić no le permitía ir regularmente a curarse las lesiones a la enfermería porque, según le explicó: “Usted no durará mucho tiempo”.
Draganić fue alojado en la enfermería y liberado el 30 agosto de 1992. En el juicio, este joven declaró que presenció el asesinato a golpes de Simo Jovanović, un vecino de la aldea de Idbar, y de otro anciano de Konjic. Estos hechos ocurrieron cerca del 12 de julio, cuando oficiales musulmanes fueron asesinados en ese municipio y, según él, contó con la participación de Landžo, quien finalmente fue condenado a 15 años de prisión.

Kneževo es una ciudad y un municipio situado en las laderas del Monte Vlašić. El 21 de agosto de 1992, un grupo de 200 musulmanes fue ejecutado en los acantilados de Korićanske Stijene por un escuadrón de la policía serbia que escoltaba a un convoy de civiles de la aldea de Tukovi y el campamento de Trnopolje hacia Travnik. Al pasar por el mencionado monte, los policías separaron a las 200 víctimas y les dijeron que iban a ser cambiados por prisioneros serbios y llevados en micro hasta Korićanske Stijene. Sin embargo, los hicieron bajar de los colectivos y al costado de la ruta los obligaron a arrodillarse, tras lo cual, los asesinaron a balazos en grupos de a dos o tres. Sólo 12 hombres sobrevivieron a la masacre.

Kotor Varos, también situado en el centro de Bosnia, donde las autoridades serbias tomaron el control del municipio el 10 de junio de 1992. Entre junio y noviembre de ese año, 1992, las fuerzas serbias bombardearon ciudades y aldeas y detuvieron a cientos de civiles musulmanes bosnios y croatas. En los centro de detención, los prisioneros fueron golpeados, las mujeres violadas y algunos ejecutados. También hubo crímenes fueron de estos campos, por ejemplo, donde 13 personas no serbias fueron asesinadas en un centro médico de la ciudad. En noviembre, unos 200 civiles musulmanes fueron golpeados en la escuela de Grabovica, donde murieron algunos hombres. Además, se cometieron otros homicidios en las aldeas de Kukavice, Dabovići y la mezquita de Hanifići.