Estás trabajando en un proyecto sobre el ATHENAS X4, un satélite que viajará por el universo en busca de información sobre otros planetas. Son casi las dos de la madrugada y estás frente al monitor de tu computadora cuando, de pronto, ves una sombra pasar: “A esta hora no hay nadie en las oficinas, ¿quién será?”, te preguntas. Apagas la computadora, tomas los planos y te vas a tu casa. Sales de la fábrica y ves que un auto te sigue, pero no puedes ver quien lo maneja. Decides no ir a tu casa sino a la casa de la científica Morrison. Cuando llegas, Morrison te abre la puerta y te hace pasar. Lo cuentas lo de la sombra y ella te explica:
- Una sombra estuvo apareciendo por las oficinas robando información para que el proyecto Athenas X4 sea un fracaso.
- ¿Quién crees que es el que está robando la información?- preguntas.
De pronto, escuchas un ruido en la puerta, como si alguien quisiera abrirla. Ves la sombra de una ametralladora por la ventana. “Arrójate al piso, ¡ya!”, gritas ¡Truuuuuuuuu!, una ráfaga destruye toda la casa. Por suerte, puedes escapar antes de que los sujetos entren a la casa.
Al día siguiente, te diriges a la fábrica con la doctora Morrison para trabajar en el proyecto. Todo estaba listo para que el Athenas X4 comenzara a funcionar cuando… ¡Booommm! El satélite explota. Había fuego por todos lados; en la confusión, ves a un hombre calvo robando los planes del Athenas X4 y que huye por la ventana.
Una semana después, te enteras que el hombre calvo que robó los planos está construyendo un nuevo satélite y tienes que destruirlo. Localizas la base donde están construyéndolo y te diriges hasta allí con Morrison.
Llegas a la base, tratas de entrar pero hay guardias por todos lados. Sólo hay un ventiluz por donde puedes pasar. Morrison se queda esperando afuera. Entras y te encuentras en la sala de computadoras que controlan el satélite.
Ya está listo para despegar y la única forma de impedir el despegue es destruyéndolo, pero… el hombre calvo aparece de nuevo dispuesto a matarte. Lo tomas del brazo para que no dispare. Morrison aparece detrás del hombre y le dispara. El calvo se desploma en el piso. “¡Ya, dispárale al satélite!”, te ordena Morrison.
¡Booommm!, el satélite se desarma, tomas los planos y te diriges a trabajar.
AA
1992
Correcciones: la maestra Gabriela.