Deportes en el recuerdo - Parte VII


Séptima fecha

Este capítulo del certamen nos dejó muchas cosas que podrían llamarse “sorpresas”. La primera: tuvo una relevancia notoria y fue decididamente mala para los que quieren ver buen fútbol. Lo que parecía una buena oportunidad para reencontrar el triunfo e intentar jugar mejor se convirtió en un trámite complicadísimo para Boca. No precisamente porque Ferro haya jugado un gran partido sino porque los dirigidos por el “Bambino” Veria mostraron un rendimiento peor del que habían tenido una semana antes ante River. Boca careció de profundidad para crearle peligro a los de Caballito y también le faltó paciencia. Por ello, todo lo que hacía hasta ¾ de cancha con toque seguro lo desperdiciaba con pelotazos en forma de centro y muy inofensivos. (N. de R.: finalizaron 1-1) Pero lo más doloroso para el hincha xeneize fue darse cuenta de que su equipo no tiene un jugador desequilibrante, capaz de definir un partido en una sola jugada, y por eso terminaron pidiendo por Diego y Cani. 

La segunda sorpresa: Esta no fue tan importante pero sí asombró a más de uno. Se trató del mal rendimiento de River ante Platense. Si bien los millonarios ganaron 2-1 y merecidamente, no jugaron bien pero a diferencia de lo que ocurre con Boca, sí tienen jugadores que cambian la historia de un partido en un abrir y cerrar de ojos. Esta fue la clave del éxito del equipo de Núñez: tenerse paciencia y esperar a que alguien se ilumine y lo salve, y para su suerte, eso fue lo que ocurrió.

Tercera sorpresa: Esta sí que dejó a todos con la boca abierta ya que Huracán de Parque Patricios le ganó 3-1 a Vélez a pesar de que el equipo de Piazza jugó mejor aunque terminó chocando con un inspiradísimo “Anguila” Gutiérrez, quien tuvo que enmendar los errores de su defensa. Igualmente, vale la pena remarcar dos situaciones que condicionaron el desarrollo del juego: el gol madrugador de Conti y la expulsión del “Pacha” Cardozo también en el comienzo. Esto obligó a Vélez a irse al ataque y dejar espacios en el fondo, lo que calzó justó en el juego contra atacador del Globo. Quizás, algún gol más para los de Liniers como premio de su esfuerzo y actitud hubiera sido lo más justo.

Cuarta sorpresa: Esta fue importante porque por sus consecuencias en la pelea por el campeonato. Gimnasia de Jujuy le ganó 2-1 a San Lorenzo y lo alejó de la punta. Los jujeños jugaron mejor y si sufrieron fue porque el arquero Castellano no brindó seguridad en ningún momento y no por lo producido por el equipo del “Profe” Castelli en ofensiva. Los de Boedo se conformaban con el empate y casi nunca arriesgaron y las pocas veces que lo hizo chocó contra su impotencia y con Costas, que anuló completamente a “Pipo” Gorosito y se hizo impasable. San Lorenzo quedó lejos de la cima y de su fútbol, mostró una vez más que depende demasiado de lo que hagan Gorosito y el “Loco” Abreu y a eso se le sumó que Silas tuvo una noche negra.

En el resto de la fecha, Colón visitó el viernes a Racing, estrenó la pilcha de puntero y demostró que no le queda grande. Jugó de igual a igual y si Leo Díaz no se equivocaba al intentar contener un remate del “Mago” Capria que finalmente significó el empate, el Sabalero se llevaba el triunfo porque la Academia no encontraba la forma de entrarle a una defensa muy bien parada. Si bien el 1-1 hizo que Colón devolviera la pilcha a la tienda, fue un motivo de festejo a unos 4.000 hinchas santafesinos que tiñeron las tribunas de rojo y negro. Por su parte, Racing pasa por un momento delicado porque juega mal y no gana, y como si eso fuera poco, se lesión su jugador más importante, “Teté” Quiróz.

Y por una semana, los racinguistas debieron soportar las cargadas de sus archirivales ya que esta vez le tocó ganar a Independiente. El rival, Banfield; el resultado, 2-0. Era un partido vital para el “Flaco” Menotti al frente del Rojo ya que últimamente el DT había tomado algunas medidas drásticas que no le habían dado buenos resultados. Primero había borrado al “Polaco” Arzeno y a Díaz, y luego se había decidido por aplicar el achique como única forma de defender, lo que lo llevó a comerse cuatro ante Unión. Pero hay que reconocer que para el partido ante El Taladro, el entrenador enmendó sus errores. Afortunadamente para él, las cosas salieron bien y así las críticas de los hinchas fueron reemplazadas por aplausos. Independiente volvió a jugar bien después de mucho tiempo y recuperó altos rendimientos en piezas claves como Mondragón, “Matute” Morales y Calderón. Por su lado, Banfield ya parece resignado y con la mente puesta en el Nacional B.

El lunes, mientras buscaba alguna razón para no entregarle anticipadamente el título a River y miraba el partido de Newell´s, recordé lo bueno del equipo de Zanabria y me pregunté, ¿por qué no puede salir campeón? Los rosarinos le ganaron 1-0 a Español y volvieron a mostrar un fútbol vistoso y ofensivo, sin mezquindades. El gol de Giménez les permite soñar ya que están a un solo punto de los millonarios que deben viajar a Kobe (N. de R.: En esa ciudad japonesa se disputó la Recopa Sudamericana entre River, que había obtenido la Libertadores en 1996, y Vélez, ganador de la Supercopa de ese mismo año. El partido terminó 1-1 y los de Liniers se impusieron 4-2 en los penales).

Los restante partidos de la fecha fueron: Lanús 0-0 Estudiantes, Unión 2-1 Gimnasia de La Plata, Central 0-0 Huracán de Corrientes.


AA
Abril 1997