Deportes en el recuerdo - Parte VI

La sexta fecha

No fue esta una jornada normal. Nunca los es cuando hay un superclásico de por medio. Este River-Boca convulsionó al país durante una hora y media y dejó en un segundo plano el resto de los partidos de la fecha.

Si era especial y atractivo en la previa, imagínese lo que tengo para decir después de 90 minutos ES-PEC-TA-CU-LA-RES. Seré redundante y pesado, pero no me canso de decir que el fútbol es el deporte más bello del mundo y este superclásico es el fiel reflejo de ello.

El partido se jugó ante 75.000 espectadores eufóricos. En los papeles, River era amplio favorito, tanto desde lo anímico como lo futbolístico. Por su parte, Boca venía de golear, sin embargo, seguía siendo punto y si lo ofrecían de antemano el empate, seguro lo aceptaba. Entonces, ¿por qué la desazón invadió al hincha xeneize tras el 3-3 final? Porque después de ir ganando 3-0, un empate es como una derrota.

¿Por qué no ganó Boca? Simple. Los dirigidos por el “Bambino” Veira no tuvieron precisión a la hora de definir las situaciones de gol que creó y si bien jugaron mejor que su rival terminaron colgados del travesaño, pidiendo la hora.

¿Por qué empató River? Complicado. Los millonarios no hicieron los méritos suficientes para justificar el resultado y si llegaron al empate fue por el aprovechamiento de los errores del rival en momentos claves del partido.

El desarrollo del encuentro fue vibrante desde el comienzo. Boca jugó los mejores setenta minutos de todo el torneo: tuvo solidez defensiva, recuperación y precisión en el medio, y velocidad y agresividad adelante. El equipo visitante superó a River hasta los 25 minutos del segundo tiempo cuando echaron al “Manteca” Martínez. A partir de ahí, los xeneizes perdieron peso ofensivo, retrasaron sus líneas y dejaron que River se les fuera encima.

Y cuando el árbitro pitó el final y el 3-3 era un hecho se desató la alegría gallina. ¿Qué gallinas? Después del partido parece que se cambiaron los roles, ahora, los de River le gritan “¡gallinas!” a los de Boca.

En el ya mencionado segundo plano quedó el partido entre Colón y Estudiantes, vital para el desarrollo del campeonato. El encuentro fue muy parejo pero dentro de esa paridad el Sabalero sacaba alguna mínima ventaja porque tenía más variantes y un Castillo inspiradísimo. Los dirigidos por “Pancho” Ferraro ganaron porque fueron oportunistas y tienen jugadores de un nivel superior al del Pincha que jugó bien pero pecó por su falta de precisión a la hora de anotar. Además, el “Profe” Córdoba puso marcas personales pero de poco le sirvió ya que sólo consiguió tres expulsados. Colón ganó 3-1 con dos goles de Castillo y uno de Saralegui y alcanzó la punta, mientras que Romeo descontó para el equipo platense.

Por su parte, el semillero de Gimnasia de La Plata sigue dando sus frutos: ahora apareció “Chirola” Romero y gracias a este pibe lleva dos triunfos seguidos. Esta vez, el Lobo le ganó 1-0 a Racing y lo hizo merecidamente ya que llegó más y mejor, aunque el penal no sancionado en el final a favor de la Academia le dio un sabor a injusticia al resultado final. El equipo del “Coco” Basile fue un mar de dudas y dependió de los pelotazos del “Mago” Capria para el “Mencho” Saavedra para crearle peligro a Noce. El partido no mereció un epílogo polémico como el que tuvo ya que los jugadores se habían comportado correctamente durante los 90 minutos y si hay que apuntar a un responsable, ése es el árbitro Lamonlina.

El torneo sigue dando sorpresas: ahora, a un punto de River y Colón quedó Newell´s, que le ganó 2-0 a Huracán de Parque Patricios en un Coloso de Rosario colmado. Los conducidos por Mario Zanabria están mostrando un gran nivel y condiciones suficientes para pelear por el campeonato. El DT encontró en el “Negro” Zamora al compañero ideal de Bruno Giménez en la delantera y en Guiñazú la media naranja del “Loco” Dalla Libera en el medio. Esto, sumando a la solidez defensiva y el apoyo anímico de la hinchada están dando como resultado un gran equipo.

El domingo 23 de marzo fue un día duro para los de Avellaneda ya que a la derrota se Racing se sumó el empate 4-4 de Independiente ante Unión. El equipo del “Flaco” Menotti demostró una vez más que es masoquista. Todo lo que consigue con su fútbol generoso lo echa a perder con el achique. Los santafesinos, que parecían derrotados en todo momento, aprovecharon la ineficacia de los defensores del Rojo a la hora de tirar el off side.

Párrafo aparte merece el San Lorenzo del “Profe” Castelli que parece haber aprendido la lección y frente a Central dejó de llorar por los jugadores que están en la Selección y se dedicó a jugar. Los cuervos salieron a ganar desde el inicio y acorralaron a los canallas, dejando al “Negro” Palma y cía. sin chances de crear juego, y se sabe que el equipo de Zoff sin la pelota es un equipo tibio, vulnerable. Los jugadores locales también aprovecharon los errores defensivos de los rosarinos, lo que demuestra que estuvieron concentrados.

Castelli ha logrado que sus dirigidos respeten un estilo de juego agresivo, basado en el ataque masivo. Tiene muchas variantes en ofensiva, es contundente y eficaz, y ha mejorado en defensa con el ingreso de “Cacho” Borelli. Así, el Ciclón ganó 3-1, llegó a los 13 puntos y se acerca a los punteros.

Esta fecha encontró a Vélez volviendo a los primeros planos. Después de una siesta copera, los de Piazza reencontraron el camino de la victoria con el triunfo 2-1 ante Banfield. La gran virtud del conjunto de Liniers fue tener perseverancia para aplicar el fútbol que más le conviene y mantener la tranquilidad cuando las cosas no le salieron bien. Además, supo sacar provecho de los yerros del rival, aunque lo más interesante fueron las apariciones de nuevos futbolistas como Marangoni y Cordone, pilares del triunfo.

El resto de la jornada ratificó el mal momento de Lanús, que empató 1-1 con Gimnasia de Jujuy y de local. Mientras que Platense se trajo un punto de Corrientes al igualar en un tanto ante el Huracán de esa ciudad y Ferro le ganó 2-1 a Español.


AA
Marzo 1997.