La Masacre de Trelew XIV

El capitán de navío Bautista fue indagado en el Palacio de Tribunales porteño donde declaró que él llegó a la base Almirante Zar el 22 de agosto de 1972 poco después de los hechos investigados y acompañado por dos médicos y tres enfermeros. El acusado indicó que al llegar al sector de celdas se encontró con gente muerta y que vio sangre pero no las heridas.

El imputado admitió que no revisó las heridas de los cuerpos porque le daba << impresión>> y contó que su tarea en aquel lugar fue buscar dónde había impactado el proyectil del arma calibre .45 que, según la versión de los marinos, Pujadas le había arrebatado a Sosa.

Y en cuanto al resto de su declaración, Bautista se remitió a su informe elaborado 36 años antes. Recién en 2012, cuando se realizó el debate oral, el imputado, con 87 años y ayudado por un bastón, realizó un nuevo aporte a la causa al participar de la inspección ocular que se llevó a cabo en el lugar de la masacre.



Fuente: La pasión según Trelew, de Tomás Eloy Martínez.