VII

Un tiempo en prisión
La familia Gullo insistió con que Galante nunca pudo haber visto tan bien al asesino desde el asiento trasero del auto, en un lugar tan oscuro y cuando se encontraba encima de Noelia. Además, con el hallazgo de una jeringa hipodérmica dentro del vehículo los parientes de la víctima sospechaban que el crimen había sido cometido durante una fiesta en medio del bosque.
Esa hipótesis llevó a comparar el caso Gullo con el de otra chica asesinada en 2000, en Necochea, por tres ex policías y un ex convicto. La prolijidad con la que se cometió el asesinato de Noelia, que su cuerpo apareció cuatro días después en un lugar que ya había sido rastrillado por los investigadores y cercano a un destacamento policial, y que el hecho de que Galante admitió tener amigos efectivo de la fuerza, forzaban la comparación.
Pero no fueron estas especulaciones las que, en definitiva, orientaron la pesquisa hacia el joven. El fiscal del caso, Pelícano, analizó durante días el relato del chico y a fines de enero, en base a contradicciones horarias, pidió su detención, que fue autorizada por la Justicia de Garantías de Quilmes.
Una comisión policial de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes fue por la mañana hasta la casa de los Galante, le pidió al chico que se bañara y luego se lo llevaron preso acusado de "privación ilegal de la libertad agravada por el resultado de muerte, en concurso ideal con abuso sexual y falsa denuncia”, delito castigado con la prisión o reclusión perpetua.
Una prueba tomada en cuenta por el fiscal para imputarlo como “partícipe necesario” fue el peritaje realizado por expertos de Gendarmería Nacional que establecieron que Noelia no estuvo en el asiento trasero del auto del sospechoso cuando fue rota la ventanilla, tal como había declarado el joven.
Los peritos no hallaron restos de vidrios en la ropa de Noelia y Galante y además determinaron que no se podía encontrar el patrón genético del semen en la bombacha de la chica porque estaba degradado.
Para el fiscal, Noelia y el sospechoso habían estado dentro del auto más tiempo del que sostenía el chico ya que en el vehículo se encontraron cuatro colillas de cigarrillos que fumaron entre los dos. Sin embargo, el joven reiteró su versión de los hechos en su indagatoria del día siguiente a su detención.
A esta altura, para los investigadores, Noelia había sido asesinada por al menos dos hombres, que la golpearon y habrían querido violarla, y luego, ya muerta, la colocaron en la bolsa. Luego, ya sin la participación del sospechoso que estaba vigilado, la arrojaron donde fue encontrada.
El hallazgo de varios rastros de semen en la ropa de Noelia y en el auto confirmó para los pesquisas el abuso sexual, aunque sin acceso carnal. A pesar de que los estudios de ADN demostraron luego que los fluidos no eran del chico sino de al menos otros dos hombres, el fiscal mantuvo la imputación sobre el sospechoso por lo que la defensa de galante apeló el fallo.
A fines de abril, después de casi tres meses de permanecer detenido, Galante fue excarcelado con falta de mérito por la Sala II de la Cámara de Apelaciones de Quilmes que consideró que las pruebas en su contra no eran suficientes.
“Tiempo al tiempo, tarde o temprano se va a saber la verdad y los que hicieron realmente esto lo van a pagar, porque yo con las manos cruzadas no me voy a quedar", sostuvo el sospechoso al salir libre.