Deportes en el recuerdo - Parte VI

La sexta fecha

No fue esta una jornada normal. Nunca los es cuando hay un superclásico de por medio. Este River-Boca convulsionó al país durante una hora y media y dejó en un segundo plano el resto de los partidos de la fecha.

Si era especial y atractivo en la previa, imagínese lo que tengo para decir después de 90 minutos ES-PEC-TA-CU-LA-RES. Seré redundante y pesado, pero no me canso de decir que el fútbol es el deporte más bello del mundo y este superclásico es el fiel reflejo de ello.

El partido se jugó ante 75.000 espectadores eufóricos. En los papeles, River era amplio favorito, tanto desde lo anímico como lo futbolístico. Por su parte, Boca venía de golear, sin embargo, seguía siendo punto y si lo ofrecían de antemano el empate, seguro lo aceptaba. Entonces, ¿por qué la desazón invadió al hincha xeneize tras el 3-3 final? Porque después de ir ganando 3-0, un empate es como una derrota.

¿Por qué no ganó Boca? Simple. Los dirigidos por el “Bambino” Veira no tuvieron precisión a la hora de definir las situaciones de gol que creó y si bien jugaron mejor que su rival terminaron colgados del travesaño, pidiendo la hora.

¿Por qué empató River? Complicado. Los millonarios no hicieron los méritos suficientes para justificar el resultado y si llegaron al empate fue por el aprovechamiento de los errores del rival en momentos claves del partido.

El desarrollo del encuentro fue vibrante desde el comienzo. Boca jugó los mejores setenta minutos de todo el torneo: tuvo solidez defensiva, recuperación y precisión en el medio, y velocidad y agresividad adelante. El equipo visitante superó a River hasta los 25 minutos del segundo tiempo cuando echaron al “Manteca” Martínez. A partir de ahí, los xeneizes perdieron peso ofensivo, retrasaron sus líneas y dejaron que River se les fuera encima.

Y cuando el árbitro pitó el final y el 3-3 era un hecho se desató la alegría gallina. ¿Qué gallinas? Después del partido parece que se cambiaron los roles, ahora, los de River le gritan “¡gallinas!” a los de Boca.

En el ya mencionado segundo plano quedó el partido entre Colón y Estudiantes, vital para el desarrollo del campeonato. El encuentro fue muy parejo pero dentro de esa paridad el Sabalero sacaba alguna mínima ventaja porque tenía más variantes y un Castillo inspiradísimo. Los dirigidos por “Pancho” Ferraro ganaron porque fueron oportunistas y tienen jugadores de un nivel superior al del Pincha que jugó bien pero pecó por su falta de precisión a la hora de anotar. Además, el “Profe” Córdoba puso marcas personales pero de poco le sirvió ya que sólo consiguió tres expulsados. Colón ganó 3-1 con dos goles de Castillo y uno de Saralegui y alcanzó la punta, mientras que Romeo descontó para el equipo platense.

Por su parte, el semillero de Gimnasia de La Plata sigue dando sus frutos: ahora apareció “Chirola” Romero y gracias a este pibe lleva dos triunfos seguidos. Esta vez, el Lobo le ganó 1-0 a Racing y lo hizo merecidamente ya que llegó más y mejor, aunque el penal no sancionado en el final a favor de la Academia le dio un sabor a injusticia al resultado final. El equipo del “Coco” Basile fue un mar de dudas y dependió de los pelotazos del “Mago” Capria para el “Mencho” Saavedra para crearle peligro a Noce. El partido no mereció un epílogo polémico como el que tuvo ya que los jugadores se habían comportado correctamente durante los 90 minutos y si hay que apuntar a un responsable, ése es el árbitro Lamonlina.

El torneo sigue dando sorpresas: ahora, a un punto de River y Colón quedó Newell´s, que le ganó 2-0 a Huracán de Parque Patricios en un Coloso de Rosario colmado. Los conducidos por Mario Zanabria están mostrando un gran nivel y condiciones suficientes para pelear por el campeonato. El DT encontró en el “Negro” Zamora al compañero ideal de Bruno Giménez en la delantera y en Guiñazú la media naranja del “Loco” Dalla Libera en el medio. Esto, sumando a la solidez defensiva y el apoyo anímico de la hinchada están dando como resultado un gran equipo.

El domingo 23 de marzo fue un día duro para los de Avellaneda ya que a la derrota se Racing se sumó el empate 4-4 de Independiente ante Unión. El equipo del “Flaco” Menotti demostró una vez más que es masoquista. Todo lo que consigue con su fútbol generoso lo echa a perder con el achique. Los santafesinos, que parecían derrotados en todo momento, aprovecharon la ineficacia de los defensores del Rojo a la hora de tirar el off side.

Párrafo aparte merece el San Lorenzo del “Profe” Castelli que parece haber aprendido la lección y frente a Central dejó de llorar por los jugadores que están en la Selección y se dedicó a jugar. Los cuervos salieron a ganar desde el inicio y acorralaron a los canallas, dejando al “Negro” Palma y cía. sin chances de crear juego, y se sabe que el equipo de Zoff sin la pelota es un equipo tibio, vulnerable. Los jugadores locales también aprovecharon los errores defensivos de los rosarinos, lo que demuestra que estuvieron concentrados.

Castelli ha logrado que sus dirigidos respeten un estilo de juego agresivo, basado en el ataque masivo. Tiene muchas variantes en ofensiva, es contundente y eficaz, y ha mejorado en defensa con el ingreso de “Cacho” Borelli. Así, el Ciclón ganó 3-1, llegó a los 13 puntos y se acerca a los punteros.

Esta fecha encontró a Vélez volviendo a los primeros planos. Después de una siesta copera, los de Piazza reencontraron el camino de la victoria con el triunfo 2-1 ante Banfield. La gran virtud del conjunto de Liniers fue tener perseverancia para aplicar el fútbol que más le conviene y mantener la tranquilidad cuando las cosas no le salieron bien. Además, supo sacar provecho de los yerros del rival, aunque lo más interesante fueron las apariciones de nuevos futbolistas como Marangoni y Cordone, pilares del triunfo.

El resto de la jornada ratificó el mal momento de Lanús, que empató 1-1 con Gimnasia de Jujuy y de local. Mientras que Platense se trajo un punto de Corrientes al igualar en un tanto ante el Huracán de esa ciudad y Ferro le ganó 2-1 a Español.


AA
Marzo 1997.

Deportes en el recuerdo - Parte V

Quinta fecha

Tuvieron que pasar cinco fechas para que quedara en evidencia que River no era un equipo perfecto. Errar es humano y los jugadores de Ramón Díaz erraron mucho, y lo pagaron muy caro. ¿Qué esperaban? ¿Los millonarios no se pueden equivocar? Lo cierto es que después del 1-1 ante Español hubo algunos comentarios en la prensa que no me agradaron. Por ejemplo, un diario deportivo culpó al árbitro Aníbal Hay de haber influenciado en el resultado final cuando, en realidad, el factor que más influyó fue el desempeño de los gallegos, que jugaron su mejor partido en muchísimo tiempo. Los dirigidos por Cavallero sorprendieron a todos cuando salieron a atacar a su rival. Nunca renunciaron al toque y siempre fueron agresivos. Además, contaron con el uruguayo Parodi quien con picardía y talento se convirtió en la figura de la cancha. Por el lado de River, poco y nada. Sólo Bonano y Astrada estuvieron a la altura de las circunstancias y fueron los que se cargaron el equipo al hombro. Muy poco para un conjunto que pretende salir campeón. Los millonarios no tuvieron respuestas anímicas y futbolísticas, y llegó al empate por decantación.

El tema de la jornada fueron los yerros y si no me creen, fíjense en Chilavert, quien tuvo una tarde nefasta. Vélez, con jugadores habitualmente no titulares, perdió merecidamente 1-0 ante Unión pero el resultado bien pudo haber sido distintos si el arquero paraguayo no erraba dos penales. Las dos veces que Chilavert se paró para patear desde los doce pasos sobró a Yorno y remató con displicencia. Y así le fue. Aunque el arquero velezano volvió a marcar un récord: fue el primero en el puesto en errar dos penales en un mismo partido.

Pero sin dudas, lo más destacado de la fecha fue el regreso del “Beto” Márcico a las canchas después de 265 días en los que estuvo ausente por lesión. Regresó con Gimnasia y ante Independiente, el equipo justamente dirigido por su amigo Menotti. Esta vez, el destino se portó bien con el Beto al juntarlo con el Flaco en uno de los momentos más emocionantes de su carrera.

El partido fue discreto y sólo sobresalió el joven “Chirola” Romero del Lobo, quien metió dos golazos, el segundo de tijera. Gimnasia ganó 2-1 y acentuó la mala racha de Independiente, que volvió a demostrar que insinúa más de lo que logra, siempre le faltan cinco pa´ el peso y se queda con las manos vacías. Esta vez, no mereció perder pero pagó carísimo sus errores, especialmente las expulsiones, una muestra del nerviosismo con el que juega el Rojo, esos mismos nervios que hacen del achique un suicidio.

Y la vuelta de Márcico no tuvo manchas. La gente lo alentó siempre y dentro de la cancha sus compañeros lo apoyaron y buscaron permanentemente para que se luciera. Al “Beto” sólo le faltó ritmo, algo normal para un jugador que venía de una inactividad tan larga. Pero su talento sigue intacto.

También hubo reencuentros la noche del viernes en la Bombonera cuando Boca volvió a ganar, a jugar bien y se amigó con su hinchada. Y algo parecido le sucedió al “Manteca” Martínez, quien convirtió cuatro goles y cambió silbidos por aplausos. Del partido ante Huracán de Corrientes, podemos marcar dos momentos que ocurrieron a partir de la expulsión del defensor visitante Reinoso. Once contra once, los correntinos inquietaron a Boca y éste no encontró la formar de crearle peligro a Mele, y si se fue al entretiempo 1-0 arriba fue por el oportunismo de "Manteca" y porque Guzmán se atajó todo.

En el segundo tiempo, los visitantes, al encontrarse en desventaja numérica, renunciaron a atacar y le cedieron la iniciativa al local. Así apareció la claridad de Peralta y Riquelme en el medio y el olfato goleador de Martínez. Boca terminó 4-1, mostrando contundencia y algunos buenos rendimientos individuales, argumentos suficientes para soñar con ganarle a River en la próxima fecha.

Por su parte, San Lorenzo venía de golear a Boca y estaba ahí nomás del puntero River, pero en Vicente López lo frenaron en seco. El equipo de Castelli extrañó a los jugadores que se habían ido con la Selección y en vez de ser protagonistas se mostraron como víctimas. Sólo Silas intentó hacer olvidar la ausencia de sus compañeros y demostrar que podían ganar sin ellos. Pero con las buenas intenciones del brasileño no alcanzó para vencer a Platense.

En el primer tiempo, los de Boedo estuvieron distraídos y a pesar de haber arrancado ganando, el Calamar se lo dio vuelta. En el complemento, Platense se replegó y a San Lorenzo le faltó precisión y claridad para remontar el partido, y finalmente, los locales liquidaron el asunto en una contra: 3-1 y a la bolsa. El Santo pecó y perdió una buena oportunidad de acercarse a la cima de la tabla de posiciones.

Mientras tanto, en el Cilindro de Avellaneda hubo un partido entre Racing y Estudiantes en el que la Academia mostró lo de siempre: incertidumbre y desesperación, las mismas que desde 1966 se volvieron una presión devoradora de jugadores, técnicos y dirigentes. Por el lado del Pincha tampoco hubo novedades: se nota que tiene un plantel reducido incapaz de brindar espectáculo, que gana regularmente pero nunca termina de redondear una buena actuación. Este equipo del “Profe” Córdoba no respeta un estilo, viaja entre sistemas tácticos más embarulladores que innovadores. Y no estoy en contra del entrenador pero sí creo que la táctica se define a partir de los jugadores con los que se cuenta y no al revés. En fin, la realidad mostró que la monotonía de Racing se impuso 1-0 sobre los cambios permanentes de Estudiantes.

Respecto del resto de la fecha, cabe mencionar que Lanús y Central no levantan cabeza, empataron 0-0 y siguen decepcionando a todos. Por el descenso, Banfield perdió 3-2 ante Newell´s, Ferro le ganó 4-3 a Huracán de Parque Patricios, y Gimnasia de Jujuy cayó 4-1 ante Colón, y este último se colocó a un punto de River.

AA
Marzo 1997

Deportes en el recuerdo - Parte IV

La cuarta fecha

Esta jornada del torneo me causó una mezcla de sensaciones, de las cuales, hay una que no puedo dejar de mencionar: el fútbol es el deporte más maravilloso y apasionante del mundo. Es capaz de hacer grande al más pequeño y de achicar al más grande con el solo hecho de hacer rodar la pelota, ésa que a veces y caprichosamente no quiere entrar en un arco y entra en el otro por esas cosas de azar. Son esos momentos en que el deporte no entiende de merecimientos ni Justicia y se deja llevar por la pasión del gol. Y si no, pregúntenle a Racing, que el domingo preparó una fiesta que al final se la aguó Independiente cuando Calderón puso el 2-1 definitivo para el Rojo.

Este clásico se Avellaneda estuvo rodeado de cuestiones que van más allá de la redonda, que se encuentran en las tribunas. Me refiero a la violencia y a la inoperancia de la Policía. Quizás no sea la solución definitiva pero, ¿no sería mejor dejar el tema de la seguridad en los estadios a personal más especializado? Es inconcebible que un árbitro tenga que detener el juego constantemente porque no recibe garantías de parte de los encargados de la seguridad que deben controlar a los hinchas (N. de R.: los barrabravas y los fanáticos maleducados, irrespetuosos e intolerantes también existían en esa época y protagonizaban incidentes violentos como ahora). Debe haber una solución a este problema pero el tema no se ha manejado correctamente y por eso hasta ahora no se la ha encontrado.

Pero ni toda esa violencia puede empañar el buen fútbol. No sólo en Avellaneda hubo un partido espectacular, también hubo juego de alto vuelo en el Bajo Flores. Allí, San Lorenzo mostró una vez más que va a pelear el campeonato y evidenció el pobre momento de Boca. Una vez más, los xeneizes demostraron que no cuentan con buenos jugadores. Faltó Latorre y Riquelme quedó solo en medio de la mediocridad de sus compañeros que evidenciaron la falta de jerarquía del plantel.

Por su parte, los de Boedo dieron una lección de fútbol y se vieron altísimos rendimientos individuales en sus jugadores de mitad de cancha hacia delante como Galetto, Silas, Gorosito, Biaggio y Abreu. Con dos goles de Pipo y otro dos del brasileño, San Lorenzo ganó 4-0.

Mientras los xeneizes sufría una derrota categórica, sus primos de River gozaban de una nueva victoria: 3-0 a Huracán de Parque Patricios. Aunque a algunos les suene raro, este equipo millonario modelo 97´ no es el mismo que el del año pasado. Se lo nota distinto en su forma de jugar, lo hace más tranquilo, más seguro, con suma frialdad a la hora de definir y, principalmente, menos espectacular. ¿Será que le falta la explosión del Burrito Ortega? Puede ser, pero ha mejorado defensivamente a tal punto que no le convirtieron goles en lo que va del torneo.

“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, parecen cantar los hinchas sabaleros. Colón le ganó 2-0 a Central y lo bajó de la punta. Ahora, los santafesinos le dan pelea al Canalla, San Lorenzo y River en la pelea por el campeonato al colocarse muy cerca de la cima de la tabla de posiciones. Para muchos, Colón es la sorpresa del torneo, pero no para sus jugadores, cuerpo técnico y dirigentes que conocen sus posibilidades y se fijan primero en entrar a la Copa Conmebol y luego en luchar arriba.

Y si de sorpresas hablamos, el agónico triunfo de Vélez ante Gimnasia de La Plata por 1-0 lo fue, no por el desarrollo del partido ya que los de Liniers merecieron el triunfo largamente pero sí por la manera en la que lo consiguió: después de salvarse de una situación en la que el Pampa Sosa se erró un gol increíble, partió la contra que terminó con el gol de Posse a los 92 minutos.

Por todo ello el fútbol es grandioso y nunca nadie va a saber todo sobre este deporte porque a este no se le acaba el repertorio.

El resto de la fecha también estuvo lleno de fútbol y goles: se recuperó Lanús tras ganarle 2-0 a Platense, respiró Banfield después del 1-0 ante Ferro, festejaron el 2-2 Español y Huracán de Corrientes, Newell´s venció 2-1 a Unión y Estudiantes 3-2 a Gimnasia de Jujuy.


AA
Marzo 1997.

Deportes en el recuerdo - Parte III

Tercera fecha

Una nueva jornada del campeonato se desarrolló entre semana para ganar tiempo antes del receso por la Copa América. No hubo resultados sorprendentes y lo más destacado fue el anuncio oficial sobre el arreglo entre la AFA y Pepsi que proveerá a la asociación futbolística de un millón de dólares, la mitad destinada al campeón del torneo y la otra mitad se repartirá entre los demás clubes y el goleador del certamen. (N. de R.: el acuerdo incluyó también al Torneo Apertura 1997 por el mismo monto, por el que el contrato fue de dos millones de dólares por todo el año). A cambio, el torneo llevará el nombre de dicha empresa. Mi opinión es que es una medida que aliviará ciertos problemas económicos de los clubes pero va en contra de la tradición y deshumaniza todo lo que simboliza este deporte y la pasión que sentimos por él. Pero es parte de la modernización del fútbol y ¿el primer paso para transformar los clubes en sociedades anónimas?

El martes se jugaron tres partidos, uno de ellos fue Boca-Lanús. Ambos equipos no venían teniendo un buen desempeño y, en consecuencia, habían perdido varios puntos. Por ello tenía la necesidad de ganar, así que el 1-1 final no les sirvió para subir en la tabla. Sin embargo, al ver el partido el punto les valió oro: a Lanús porque un empate ante Boca y en la Bombonera siempre es bueno y a los locales porque remontaron un resultado que les fue desfavorable desde los cinco minutos y no jugaron bien. El visitante, tras ponerse en ventaja se replegó en su campo y prácticamente renunció a atacar. Los de Cúper tuvieron una actitud mezquina, algo que no los caracterizaba. Boca se vio obligado a atacar pero lo hizo desordenadamente hasta que ingresó Riquelme y a partir de ahí hasta el final del primer tiempo se vio lo mejor de los xeneizes, y lo pudo empatar si no hubiera sido por Roa. En el segundo tiempo la ansiedad se apoderó de los jugadores boqueases y los de Veira terminaron atacando con confusión, mientras su gente los alentaba sin parar. Y cuando el agua hervía, Latorre sacó la pava del fuego con un golazo que calmó los ánimos de los hinchas. Boca mereció ganar porque fue el único que quiso hacerlo.

Mientras tanto, en el Bajo Flores, San Lorenzo le ganaba a Español y sacaba chapa de candidato. Los de Castelli se impusieron 3-2 y volvieron a jugar muy bien, mostrando una gran vocación ofensiva acompañada de sincronizadas variantes en ataque, aunque tuvieron algunas falencias defensivas. Arrancó 1-0 para los gallegos pero el Ciclón lo dio vuelta 3-1 jugando con estilo y transpirando la camiseta. Dependió mucho de sus caudillos, como Ruggeri y Gorosito, quienes además de anotarse en el marcador sacaron el equipo adelante. Pero tuvo que sufrir el 2-3 de Español pero se impuso el juego colectivo de los de Boedo con presión para la recuperación y relevos. San Lorenzo ganó merecidamente y demostró que va a pelear el campeonato.

El último partido del martes lo jugaron Huracán de Parque Patricios y el Huracán de Corrientes. Terminaron 1-1 y salió un encuentro pobrísimo. A los correntinos el punto les sirvió para el descenso pero a los Quemeros los dejó sin técnico ya que Brandoni renunció.

Los platos fuertes de la fecha se sirvieron el miércoles: Racing visitó a Gimnasia de Jujuy con todos sus titulares y no le fue tan mal ya que ganó 2-1, aunque sufrió inmerecidamente. La Academia arrancó bien, presionó en el medio gracias al “Teté” Quiroz y atacó por el lado del “Chelo” Delgado, el más incisivo. El delantero marcó el primer gol pero se lesionó, por lo que tuvo que salir y con él se fueron las ideas de su equipo. Racing perdió profundidad y eso le permitió a los jujeños adelantarse en el campo, pero éstos chocaron contra sus propias limitaciones y el buen desempeño de la defensa rival. En el segundo tiempo, Gimnasia se quedó con un jugador menos, pero Racing en vez de atacar dejó venir al Lobo y éste empató gracias a un espléndido tiro libre de Morales Santos. Luego vino el gol de Michelini y se hizo Justicia. Este 2-1 dejó a Racing en una posición expectante y cerca de River.

Por la noche se había corrido la bola de que iba a haber un robo en Banfield pero los muchachos de Patricio Hernández lograron frustrarlo. Es cierto que se esperaba más del River puntero pero lo costó muchísimo debido al planteo defensivo del local. Los Millonarios tuvieron que cambiar el frac por el overol y sudaron la gota gorda para ganar 2-0. Banfield terminó con ocho jugadores y ese fue el factor determinante por el que fue derrotado. Sin esas expulsiones, River hubiera tenido que llamar a un cerrajero para abrir las puertas del gol. El visitante ganó merecidamente y siguió en soledad en lo más alto de la tabla. Los del “Pelado” Díaz parecen invencibles, ¿podrán bajarlos? No sé, pero Boca lo visita dentro de tres fechas.

En Avellaneda se jugó lo que hubiera sido el “Clásico del Domingo” pero fue el del miércoles. Independiente venía golpeado tras su derrota en Rosario y Vélez estaba entonado después de ganarle a Emelec por la Libertadores. Estos antecedentes se reflejaron en el campo de juego: los del Rojo vagaron por la cancha, con mucha inseguridad y atacando sin convicción ni ideas. Del otro lado estuvo un equipo de Liniers muy concentrado, presionando para provocar el error rival y tapizarlo al máximo, y así fue: penal infantil de Rotchen y gol de Chilavert; la pierden los locales en el medio y golazo de Posse en la contra; corner para Vélez y aparece solo Camps debido a la pésima marca de la defensa local para colocar el 3-0 lapidario. Ahí, Independiente murió anímicamente y si atacó porque Vélez reguló y se tiró atrás. No caben dudas de que los de Piazza ganaron con Justicia y que el Rojo pasa por una mala racha.

En Arroyito hubo fiesta y no era para menos. Rosario Central le ganó a Estudiantes 1-0 y se posicionó muy cerca de River. Los Canallas salieron a jugar con la idea que brinda su generoso fútbol pero no pudieron imponerse porque se encontraron con un planteo que no esperaba. El Pincha se propuso jugar de igual a igual y pelear cada pelota como si fuera la última. Por eso, el gol agónico del “Petaco” Carbonari tuvo un sabor especial para sus hinchas que festejaron de lo lindo porque lo que cuesta vale y este triunfo es vital para pelear el campeonato.

La fecha se completó con otros tres partidos: Gimnasia de La Plata le ganó 1-0 a Newell´s y espera tranquilo al “Beto Márcico; en Vicente López, Platense y Colón empataron 2-2 y Aquino metió tres goles (dos a favor del Sabalero y uno en contra); y Unión le ganó 2-1 a Ferro de local.


AA
Marzo 1997.

Deportes en el recuerdo - Parte II

Segundo acto

El nuevo capítulo en esta historia que es el Clausura 97´ tuvo protagonistas que generaron muchas polémicas, no por culpa de los jugadores sino por los árbitros que tuvieron bajas actuaciones y fallos dudosos.

“Pancho” Lamolina fue el más criticado y le tocó dirigir uno de los clásicos de barrio más viejos de la Argentina: San Lorenzo-Huracán. El Ciclón jugó un gran partido pero a partir de su primer gol a través de un penal regalado por el árbitro y convertido por “Pipo” Gorosito. Pero antes, el juez había ignorado un penal del defensor azulgrana Luis Fernando al “Turco” García que, quizás, hubiera cambiado el desarrollo del partido. Con el primer gol, Huracán enloqueció y se equivocó mucha, y San Lorenzo, con esas ventajas que le dio el rival, lo pasó por arriba. Ganó 5-1 legítimamente y también pudo conseguir algún gol más. Lo más desagradable fue la actitud del técnico del perdedor, Jorge Brandoni, y sus dirigidos, quienes, en vez de admitir que jugaron mal, culparon a Lamolina y terminaron hablando de una “confabulación” en contra de Huracán. Y si bien algunos fallos de árbitro favorecieron al local, Lamolina debió haber expulsado al defensor quemero Barrios y no lo hizo; por ello, los muchachos de Huracán debieron medir sus declaraciones antes de hablar de “arreglos” del presidente del Ciclón, Fernando Miele, con los árbitros ya que así como ellos tuvieron una mala tarde, Lamolina también.

Otra tarde polémica fue la de Rosario, en el partido Newell´s-Independiente, donde el árbitro Pascualino se llevó todos los silbidos luego de cobrar tres penales, de los cuales, dos (los de Newell´s) no existieron y el tercero fue dudoso ya que hay que juzgar la intención de Franco cuando la pelota le pega en el brazo. A mi criterio, ese penal tampoco existió. Pero hablando de lo estrictamente futbolístico, el triunfo de la Lepra fue merecido porque fue más inteligente que su rival, esperó, contragolpeó y tuvo muchas llegadas claras pero que el "Negro" Zamora desperdició. Por su parte, los del "Flaco" Menotti andan muy flojos atrás y poco claros arriba, y con lo que aporta el bueno de “Matute” Morales no les alcanza. Newell´s ganó 2-1 y estuvo bien.

En tanto, el equipo de Zoff viajó a Jujuy para enfrentar al Gimnasia local, una excursión muy difícil para cualquiera. Los jujeños, apurados por el descenso, cortaron el circuito de juego del Canalla en el mediocampo y así tuvieron la pelota y las situaciones de gol más claras. Ganaban 1-0 merecidamente hasta que cayeron en la desesperación. ¿Por qué? No lo sé. Quizás haya sido la impaciencia por no poder asegurar el triunfo pero lo cierto es que al final se embarullaron, dejaron venir a Central y Cardetti colocó el 1-1 a los 47´ del segundo tiempo. Entonces, los locales se le fueron encima al árbitro Elizondo por haber adicionado más tiempo que el debido, lo que generó serios incidentes. Finalmente, dentro de la confusión, los más favorecidos fueron los canallas.

En la ciudad de Santa Fe se vivieron horas de felicidad e incertidumbre. El viernes, River goleó a Unión 4 a 0 y desató el sufrimiento del Tatengue. Los millonarios ganaron y gustaron, demostrando que son los únicos serios candidatos a ganar el título sin el “Burrito” Ortega (N. de R.: transferido el 27 de febrero de 1997 al Valencia de España por 12.130.000 dólares). Los dirigidos por Ramón Díaz ganaron sus dos partidos, marcaron seis goles y mantienen su valla invicta. Además, encontraron en el “Muñeco” Gallardo al reemplazante de Ortega, aunque tiene un estilo de juego muy diferente al de este último.

Las horas de festejo para los santafesinos llegaron la noche del sábado y estuvieron a cargo de los sabaleros. Los hinchas de Colón llenaron su cancha, tiñendo al “Cementerio de los Elefantes” de rojo y negro, mientras que los bosteros se acercaron en gran número y con grandes trapos. El clima era perfecto para presenciar un buen partido, pero la gente no pareció contagiar a los jugadores. Sólo las corridas de Castillo lograron darle un poco de vértigo al encuentro y generaron algo de riesgo. Tanto Colón como Boca contribuyeron para ver un espectáculo mediocre. Castillo era el único que rompía el molde y a través de él llegó el único gol. Después del 1-0, Boca atacó con más decisión pero le faltaron ideas y, a pesar de ello, pudo haber empatado sino le hubieran sacado un remate sobre la línea. Debió ser igualdad pero no fue así. Media Santa Fe gozó y la mitad más uno del país sufrió un duro golpe a la ilusión.

El domingo fue una jornada poco común para el fútbol argentino: el Racing B (mayoría suplentes) jugó contra Nacional de Quito por la Libertadores mientras que el Vélez A (mayoría titulares) jugó ante Emelec. Paralelamente, en Avellaneda, el Racing A recibió al Vélez B. Esto se debió a la pésima organización de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), así que si no entiende, no se enoje conmigo. Lo cierto es que el Racing B perdió 2-0 y el Vélez A ganó 3-2; al tiempo que en el Cilindro, el Racing A venció 2-0 al Vélez B y recuperó parte de las ilusiones que habían quedado en Arroyito tras aquel 1-5 ante Central.

Y el resto de la fecha fue intrascendente. Lo único destacable fue la pobrísima actuación de Lanús que perdió 1-2 ante Español y de local. Ferro y Gimnasia empataron 0-0, Huracán Corrientes con Banfield 1-1 y, finalmente, Platense le ganó 2-1 a Estudiantes que sumó su segunda caída en dos partidos.

AA
Marzo 1997