II

Argentina estuvo concentrada desde el 8 de junio en el complejo del Sindicato del Seguro en Moreno, en al zona oeste del Gran Buenos Aires. Pero hubo un gran ausente: Hugo Gatti. El arquero de Boca había lesionado contra Alemania y debía ser operado. A esto se le sumaron las lesiones de Julio Villa, quién quedó descartado, y la de Luis Crrascosa, que estuvo en duda para el partido hasta último momento.
El 10 de junio el equipo inglés llegó a la Argentina pero sin su director técnico ¿El motivo? Don Revie todavía no había llegado de Finlandia, adonde había ido a ver el amistoso entre el local e Italia, rival con quién definía la clasificación al Mundial el 16 de noviembre siguiente.
Los ojos argentinos se posaron sobre un chiquitín inglés llamado Kevin Keegan, que en esos momentos deslumbraba en las filas del Liverpool. Era, para muchos, el rey del fútbol inglés. “No es para tanto; yo sólo trato de cumplir con mi equipo. El resto lo determina la gente, aunque creo que no soy un rey”, sostuvo Keegan en la conferencia de prensa realizada en Ezeiza.
Unas horas más tarde, llegó al aeropuerto internacional, Don Revie, en el vuelo 661 de Britsh Caledonian y se mostró bastante preocupado por el momento que atravesaba su selección. “Estamos probando nuevas tácticas pero hasta ahora no se nos dan los resultados”, dijo el ingles, a quién los números no le cerraban porque Italia había ganado 3 a 0.
De todos modos, el entrenador inglés confiaba en su equipo. Sabía que eran un grupo muy joven pero de buen nivel. También conocía muy bien al seleccionado argentino ya que admiraba su fútbol y, además, todos sus jugadores estaban en óptimas condiciones físicas.
Los argentinos, por su parte, y a pesar de las lesiones, creían que Inglaterra no era más rival que Alemania y que la victoria era posible. “Se les puede ganar con movilidad”, aseguró Luque.
El partido se disputó el 12 de junio en la Bombonera. Las entradas ya se habían agotado dos días antes por lo que en las tribunas no cabía ni un alfiler. La recaudación había alcanzado los 33.080.000 pesos, poco más que los 33.059.000 que se habían recaudado frente a Alemania Federal y mucho más que los 31.750.000 del partido frente a los polacos.
Al mismo tiempo, el diario La Nación publicaba que ese mismo día daba comienzo “La semana Británica en Harrods”, un hecho curioso. El evento implicaba que en la famosa tienda porteña, ubicada en Florida y Paraguay, iba a haber una muestra de réplicas de la corona británica y que sería decorada al estilo del Picadilly Circus londinense. Mientras tanto, los jugadores se sacaron chispas.

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