II

Inglaterra recién respiró tranquila cuando Beckham finalmente se recuperó de su lesión y pudo formar parte del plantel mundialista, aunque su volante estrella no colmó del todo las expectativas en el debut de su equipo frente a Suecia, el 2 de junio, en Saitama, Japón.
En esa oportunidad los británicos empataron en un pobre partido 1 a 1 y su estrella, en una discreta actuación, jugó sólo 60 minutos. “Mi pie me dolía un poco pero estoy satisfecho por cómo jugué”, dijo Beckham al finalizar el encuentro, mientras en su país había una profunda preocupación por el rendimiento del equipo de cara al siguiente enfrentamiento ante Argentina.
Por el otro lado, los argentinos también sufrieron lesiones en dos de sus jugadores pero era más optimista. Si bien Roberto Ayala, el capitán, sufrió una contractura en el muslo izquierdo y Claudio Caniggia un esguince de rodilla, el equipo ganó 1 a 0 en su debut ante Nigeria, en la ciudad japonesa de Ibaraki, con un gol de Gabriel Batistuta, máximo anotador histórico de la selección.
El equipo sudamericano había llegado al Mundial como el favorito número 1 a llevarse el trofeo, por eso los ingleses lo respetaron mucho pero conservando el entusiasmo y el optimismo. “Tendremos a un gran equipo en frente, que cuenta con fantásticos jugadores, pero estoy seguro que no es invencible”, dijo el entrenador del equipo inglés, Sven Goran Eriksson, y remató: “Los argentinos no son supermanes”.
Mientras tanto, los medios ingleses calentaron el ambiente sacando de contexto unas declaraciones de Verón. The Sun publicó en su tapa la siguiente frase del argentino: “Los ingleses no significan nada para mí”. Mientras que el jugador juró que nunca había dicho esas palabras sino que habían sido sacadas de contexto para generar polémica.
Sin embargo los jugadores argentinos se mantuvieron confiados y no entraron en la guerra dialéctica de los medios. Las únicas declaraciones subidas de tono provinieron de Maradona, quien sostuvo que los ingleses actuaban de esa manera porque le tenían “miedo” a los argentinos, ya que estos eran el “único equipo serio”.
El matutino Clarín fue el que recogió el guante de sus colegas británicos y dos días antes del partido habló de la dupla Beckham–Owen, como “los enemigos” del equipo argentino. Si bien utilizó un lenguaje bélico, el titulo era en referencia a la peligrosidad futbolística de estos dos jugadores.
El día del partido el mismo matutino habló de “El partido” y en un editorial publicó: “El fútbol es como una patria porque millones no serían quiénes son si no existiera”. La batalla estaba por comenzar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario