Los preparativos

Los preparativos meramente futbolísticos encontraron a un River tranquilo y optimista más allá de algunos inconvenientes físicos en varios de sus jugadores, que resultaron ser leves. En el entrenamiento del martes 1 de junio estuve ausente el volante Marcelo Gallardo, quien se había quedado en cama con 40 de fiebre por unas anginas, igual que el delantero Nelson Cuevas, el defensor Juan Fernández y el mediocampista Rubens Sambueza, todos engripados.
Pero el jugador que más importaba a los hinchas millonarios todavía no estaba recuperado. El delantero chileno Marcelo Salas no había superado un desgarro, pero su evolución era satisfactoria y calculaban que iba a llegar al partido de ida sin problemas.
El doctor Luis Seveso y el preparador físico Gabriel Macaya tenían la confianza y el tiempo suficiente para trabajar en el aspecto físico del plantel. "Este parate (la selección Argentina disputaba una fecha por las eliminatorias) hasta el jueves 10 nos viene bien a todo el cuerpo técnico, sobre todo para recuperar jugadores y equilibrar el desgaste que veníamos sufriendo en las últimas semanas. En estos días, el doctor se ocupará más de lo virósico y yo, específicamente, de rehabilitar desde lo físico a algunos jugadores y de trabajar personal y específicamente sobre varios de ellos", explicó el preparador físico.
En cambio, en el plantel de Boca la lista de lesionados era encabezada por Cagna y, tras el partido frente a Arsenal, lo siguieron los volantes Matías Donnet –un titular indiscutido para Bianchi- y Neri Cardozo, un suplente que siempre entraba y cumplía.
El mundo boquense esperaba que no fueran lesiones graves, pero ese martes el doctor José María Veiga confirmó que los dos ya estaban descartados hasta para la revancha.
“Rotura parcial del ligamento lateral interno del tobillo derecho” fue el diagnóstico sobre Donnet, quien había llegado a la práctica con la zona aún más inflamada. Es más, Veiga sostuvo que el volante no jugaría hasta el próximo torneo.
Sobre Cardozo, que había llegado a la Bombonera con dolor, el médico dijo que se trataba de un desgarro chico en el bíceps femoral izquierdo. Neri estaría ausente durante tres semanas.
De pronto, a Bianchi se le presentó un dilema para armar el mediocampo de su equipo. No podía contar con Donnet, que iba a ser el "8" como siempre, y con Cagna, quien iba a ocupar la franja izquierda. Encima, estaba descartado Cardozo, el reemplazante natural del capitán.
Pero las malas noticias siguieron. El defensor Rolando Schiavi y el arquero suplente Wilfredo Caballero fueron a entrenarse, pero enseguida los mandaron de vuelta a sus hogares por sendos estados gripales.
Faltaron al entrenamiento, además, los cinco jugadores que estaban con sus respectivas selecciones: El delantero Carlos Tevez, el defensor Nicolás Burdisso y Abbondanzieri (Argentina), y el defensor Luis Perea y el mediocampista Fabián Vargas (Colombia)
Antes de los problemas de esa práctica había en la cabeza de Bianchi dos juveniles con posibilidades de ingresar al equipo titular. Uno era Miguel Caneo, mediocampista izquierdo, quien había sido titular en cinco partidos de la primera fase de la Libertadores y acumulaba 404 minutos coperos y un gol, ante el Bolívar, en La Paz.
El otro era Pablo Ledesma, volante derecho, quien no registraba minutos jugados en la copa y que sólo había sido suplente en las visitas a Sporting Cristal y Sao Caetano.

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