Su exposición comenzó alrededor de las 18.50, cuando sostuvo que “la prueba testimonial indica que tanto Favale como Sánchez son quienes dispararon”. El juez se preguntó por qué el primero de ellos fue al lugar de los hechos a tirar y correr a los tercerizados si no era ferroviario y respondió: “Porque el día anterior había tenido una entrevista para entrar a los ferrocarriles. Tenía un interés por entrar”.
“Cuando Favale dispara, dispara seguro. Cuando Favale dispara, dispara corriendo entre un montón de gente”, aseguró Dias y recordó que “Favale había hablado con Díaz y Díaz había hablado con Fernández el día anterior, a la mañana”.
“Es más, Díaz hasta llama a un tercerizado para ver cuántos eran los que iban a cortar las vías. En horas tempranas de la mañana habla con la policía, tiene un intercambio de palabras con algunos tercerizados: `Me cortás la vía, te cago a tiros`”, indicó el magistrado.
En este aspecto, el juez destacó que hubo “una puntería tremenda” ya que “Fernández lo llama a Díaz en el mismo instante que está llegando Favale por las vías”.
“En ese momento, por la verticalidad que había en el sindicato, se presta el apoyo objetivo y moral para hacer lo que se hizo. En ese llamado, evidentemente, se consintió esa corrida, se consintió la agresión”, señaló.
Para Dias, los ferroviarios sabían que los policías "no se iban a meter" y “¿cómo lo sabían? Evidentemente habían hablado con la policía, ¿y quién había hablado? Díaz”.
El juez afirmó que en el juicio no se determinó cuál de los tiradores “acabó con la vida de Ferreyra”, aunque dijo que la responsabilidad es la misma para los ejecutores ya que “hubo convergencia intencional” y todos asumieron los riesgos “de manera conjunta”.
“Los acusadores han probado que existía de parte de los imputados y de parte de la cabeza del sindicato un interés político en reaccionar ante un corte de vías y que existía un interés económico. Lo que no han probado es que esto se neutralizaba con la vida de una persona”, opinó el magistrado, quien consideró que “la muerte no es para nada la garantía para perpetuarse en el poder. Sino, todo lo contrario”.
Por ello, Dias dijo que “no hubo un dolo específico de matar, por lo tanto, no hay en este caso homicidio calificado (por el concurso premeditado de dos o más personas, tal como planteó la Fiscalía)”.
Y, en ese sentido, afirmó que “los ejecutores actuaron con dolo eventual”, es decir, que los tiradores no tuvieron la intención de matar pero debieron haberse representado ese daño cuando disparaban “de manera indiscriminada” hacia una “calle llena de gente”.
Respecto de González y Pipitó, dijo que “es clara la coacción al periodismo” y que el primero de ellos obligó a los periodistas a “no filmar” y que lo hicieron “porque sabían lo que iba a ocurrir”, por lo que los consideró “cómplices de la acción subsidiaria" del homicidio.
Sobre la instigación del crimen que plantearon los acusadores y que fue rechazada por el tribunal, el magistrado señaló: “No admitimos instigación en cadena. La instigación tiene que ser directa. Y tiene que ser determinada, tiene que ser concreta”.
“Entendemos que el apoyo moral y el apoyo técnico de parte de las autoridades, el señor Pedraza y el señor Fernández, constituye complicidad necesaria, no instigación”.
En cuanto a Alcorcel, Dias dijo que le imputaron “el hecho de haberse ocupado de llevar a Favale para tirar tiros” pero “el conocido de Favale era Díaz, no el señor Alcorcel”, por lo que la actuación de éste fue "prescindente" y por eso resolvieron “calificar su actuación como participación secundaria”.
Sobre Pedraza, el juez sostuvo que “no hay prueba directa pero si hay indicios” y “los indicios posteriores” al crimen “claramente son indicadores de conductas previas”.
“¿Qué hizo Pedraza? Se ocupó del señor Favale”, dijo Dias, quien opinó que si “el señor Favale hubiese hecho lo que el sindicato no quería, había que decirle que era un hijo de su madre y no preocuparse porque no prenda el ventilador".
“Si la preocupación era que el señor Favale no hable, es porque tenía algo que hablar. Las intervenciones de Favale hablan claramente de ello. Tras el hecho intenta comunicarse desesperadamente con Díaz, con su hijo, habla de que van a rodar cabezas... Pedraza llama a un teléfono y desde ese teléfono se llama a Favale. Luego ese teléfono lo vuelve a llamar a Pedraza”, resumió.
También señaló que Pedraza declaró “que el sindicato siempre se ocupaba del ingreso a planta permanente de los tercerizados, que no tenía ningún interés en ninguna tercerizada”.
“Sin embargo, en su domicilio, en una caja encontramos una carpetita que decía cooperativa del Mercosur. La prueba testimonial vincula a Pedraza con esa cooperativa que era una de las que más le facturaba a UGOFE”, precisó el juez y agregó que en la vivienda del ferroviario también se encontraron “cinco permisos para tener armas”.
“El mayor determinante es que tras un diálogo con el señor Fernández y el señor Luna (Pedraza) dice: `Hay que dejar actuar a la Justicia. Te estás quedando solo Gallego`", añadió.
Y, por último, destacó que Pedraza también está vinculado al “más escandaloso intento de soborno a la Justicia”, respecto de la causa por el pago de coima a la Cámara Federal.
En cuanto a la actuación del personal policial, Dias sostuvo que “las cosas que dice Mansilla no se pueden decir si no existe una convergencia intencional con el grupo de ferroviarios” y, en ese sentido, recordó que el policía dijo “bajan sin represalias” cuando los agresores “bajaban con palos y botellas, al grito casi de guerra, en estado de excitación y adrenalina”.
“Nada se informa a la Dirección General de Operaciones (DGO) y tampoco consta en las “modulaciones” a la DGO “el intento de tomar las vías”, aseguró el magistrado, que dio por probado que se resolvió “correr las fuerzas que hubiesen podido evitar el choque entre las dos facciones que el propio personal policial dice que tienen diferencias ideológicas”.
“Cuando vuelven después de disparar, Mansilla dice `ya están regresando, ya se están reintegrando`. Esta diferencia entre lo que se está diciendo y lo que sucede, sumado a la referencia `la policía no va a hacer nada`, sumado al señor Díaz dialogando con los policías, nos permite interpretar de parte de Mansilla un `dejar hacer`”, indicó el juez y continuó: “Mansilla y Ferreyra son los que debían evitar esto. Primero debían evitar que esos ferroviarios no estuvieran ahí y segundo que no bajaran a agredir a los de enfrente”.
Luego, Dias se refirió a la absolución del subcomisario Garay, de quien dijo que “no tenía la posibilidad de evitar el resultado” y que “lo mandaron a lo que no se podía hacer”.
El juez habló después sobre Villalba y dijo que “no es cierto que hizo todo lo que pudo. Hay algo que no hizo y que pudo haber hecho: filmar esos instantes previos cuando el grupo de ferroviarios se dispone a ir a atacar a los tercerizados”.
Finalmente, y en referencia a la situación de DGO, Dias dijo: “No podemos aseverar que hayan sido cómplices del homicidio porque la información que le llegaba de parte de la gente que estaba en el lugar del hecho era incorrecta, era inexacta. Tampoco podemos establecer un acuerdo voluntades con el personal que estaba sobre las vías. Sí está probado que Lompizano debió actuar antes. Cuando Garay pide apoyo y Mansilla dice `bajan sin represalias`, ahí debió mandar el hidrante. Después ya era tarde, después era para cubrir”.
Y por ello, el juez sostuvo que el accionar de Lompizano, Conti y Echeverría “no satisface el principio de cumplimiento del deber”.
Tras adelantar quienes iban a ser condenados y absueltos, Dias aclaró que el tribunal tenía la “convicción de que cualquier caso, por más implicancia política que tenga, es un caso judicial” y a modo de conclusión, cerca de las 19.40, afirmó: “En el tramo final de su vida, Mariano Ferreira gritaba `unión de los trabajadores`, en la idea de gritarle a los que lo agredían que los enemigos no son ellos, el enemigo está en otro lado. La respuesta que tuvo fue `¡Viva Perón!`. Ahí está lo episódico, la insensatez”.
AA
Abril de 2013.
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