La décima fecha
Esta jornada del campeonato tuvo partidos realmente importantes para el desarrollo del certamen. Los punteros tuvieron encuentros muy difíciles, al punto que ninguno de los tres primeros consiguieron ganar.
El tercero era River, con 18 puntos, (N. de R.: tenía un partido menos) que recibió a Estudiantes en el Monumental. Los del “Pelado” Díaz sufrieron las ausencias de los seleccionados Berti, Astrada y Francescoli y eso los perjudicó. Mientras que el Pincha contó con lo mejor, aunque no eran muchas, estaba todas sus figuras.
De entrada se notó que lo anímico prevalecía sobre los planteos tácticos y la técnica, por lo que el factor psicológico fue determinante. Estudiantes jugó muy concentrado, motivado y con una determinación notable. Esperaba al rival en su campo, en el momento justo presionaba con mucha gente, recuperaba la pelota y salían rápido de contragolpe. Una obra maestra de “meter, correr, pensar y jugar”, como diría su técnico, el “Profe” Córdoba.
River fue la contra cara: estuvo inseguro en el fondo, a la deriva en el medio y débil arriba. Ayala y Berizzo tuvieron muchos problemas para marcar a Palermo, mientras que Maisterra y Monserrat no pararon a nadie y Cruz tuvo uno de esos días en los que no le hace un gol ni al arco iris.
Así, Estudiantes sorprendió a River, aprovechó los errores de éste para marcar y tuvo en Palermo a su figura descollante al despacharse con dos goles, uno espectacular.
El primer tiempo terminó 3-0 para la visita y eso desmoronó al local. En el segundo, los millonarios atacaron pero sin ideas claras, y como si eso fuera poco, se quedaron con diez jugadores. Con un hombre menos, River dejó espacios en el fondo y Estudiantes por medio de Fúriga llegó al cuarto. El gol del honor de Escudero sólo sirvió para decorar el resultado final: 1-4.
En una gélida noche de viernes de fin de semana largo, Estudiantes ganó merecidamente e hizo que River tambaleara en su pedestal ¿Se caerá?
El domingo le tocó jugar a Newell´s, que estaba segundo con 20 puntos y a uno de Colón. En el Coloso recibió nada más y nada menos que a su clásico rival: Rosario Central. Los antecedentes de ambos equipos pronosticaban un buen espectáculo: por un lado, la Lepra necesitaba ganar para no perderle pisada al Sabalero; y por el otro, el Canalla estaba urgido de un resultado positivo para tapar una campaña frustrante.
Sin embargo, el clásico rosarino defraudó a todos. En las tribunas colmadas no pararon de alentar pero ni así pudieron contagiar su emoción a los 22 jugadores que brindaron un espectáculo mediocre.
Neewell´s tuvo una actitud más generosa con sus hinchas ya que trató de atacar y contó con las situaciones más claras para convertir. Central, en cambio, se propuso no dejar jugar a su rival y de vez en cuando se animó a ir hacia adelante.
Con estos planteos el partido fue malo. El local chocó con su inoperancia ofensiva y el visitante con su mezquindad. Los defensores prevalecieron sobre los creadores y así hubo un desarrollo luchado en el que cada jugador iba a trabar con la vida y otros, como Palma y Zamora, con fuertes infracciones que derivaron en sus respectivas expulsiones.
Newell´s quizás haya merecido mejor suerte por una cuestión de actitud y de peligrosidad. Pero los dos equipos festejaron el 0-0, sobre todo Central, que se salvó de la derrota en un par de ocasiones.
El puntero Colón trasladó su caravana festiva a la provincia de Corrientes. Allí, unos 9 mil hinchas sabaleros fueron a ver a su equipo ante Huracán. Hasta ese momento, el conjunto de “Pancho” Ferraro se había mantenido alejado del fervor de la gente y conservaba cierta humildad, pero durante el partido se vio otra cosa.
Los jugadores visitantes pensaron que el partido sería un trámite y pensaron más en el encuentro siguiente ante River y así anduvieron mal. Salieron dormidos y ni siquiera el clamor de su hinchada pareció despertarlos.
Los correntinos se adueñaron de la pelota y aprovecharon el quedo sabalero para ponerse 1-0 arriba. Con ese resultado se esperaba que Colón saliera a atacar pero no lo hizo y Huracán siguió controlando las acciones del juego.
En el entretiempo parece que Ferraro pegó un par de gritos y su equipo mostró en el arranque del complemento otra actitud. Colón atacó más y mejor y dio vuelta el resultado con huevo y goles de “Carucha” Muller y Castillo. Y a partir de ahí jugaron mejor.
Faltaban diez minutos para que terminara el partido y Colón se perdió el tercer gol que hubiera significado el final de la historia. Huracán parecía resignado pero en un corner encontró el empate y el partido concluyó 2-2.
El empate resultó ser lo más justo ya que hubo un tiempo para cada uno. Los correntinos dejaron una mejor imagen en cuanto a la solidez y los sabaleros festejaron igual el punto conseguido.
El clásico del domingo atrajo mucha atención. Independiente recibió a Boca y el entusiasmo de los hinchas pudo más que las malas campañas de los equipos que jugaron a cancha llena.
El partido fue malo, muy poco emotivo. Independiente, con su costumbre de tocar y tocar, atacó a Boca pero sin ideas, lateralizando demasiado el juego, por lo que no generó mucho peligro salvo por algún tiro de media distancia de Burruchaga. En cambio, Boca intentó contragolpear pero no era veloz y así nunca pudo sorprender a su rival. Además de lentos, los xeneizes estaban desorientados porque su planteo no funcionaba y entonces corrían la cancha sin rumbo.
Sin embargo, con estas condiciones, Boca tuvo la jugada más clara del primer tiempo: Latorre, en una acción individual, estrelló su remate en el palo derecho de Mondragón. Luego vino el penal de Lorenzo a Calderón y el primer error de Castrili, quien entendió que el defensor era el último recurso y lo echó cuando, en realidad, Pineda estaba cerrando. “Burru” cambió penal por gol y el Rojo se puso 1-0.
Boca con diez jugadores jugó mejor que con once. Tomó la iniciativa y atacó, haciendo retroceder a Independiente. Lo tuvo “Manteca” Martínez y salvó Rotchen. Después lo tuvo Cedrés y se la sacaron en la línea. Así terminó el primer tiempo, con el visitante dando una mejor imagen.
En el segundo tiempo, Boca siguió atacando y Mondragón se lució atajando un remate bárbaro de Pineda. Luego vino el segundo error de Castrili que echó a Cagna directamente cuando era una infracción para amonestación. Nueve contra once fue mucha desventaja para el visitante y el Rojo volvió a controlar el partido. De todos modos, el local no contó con situaciones de gol claras y se benefició aún más cuando Fabbri dejó la cancha por discutir con el lineman.
Casi sobre el final Burruchaga definió el partido con el 2-0 y sus hinchas se tranquilizaron. Y si bien Boca no jugó del todo bien, no mereció perder y Castrili con sus fallos lo perjudicó notablemente. Independiente fue paciente y apostó a su estilo, su mayor virtud, pero careció de profundidad.
En tanto, San Lorenzo buscaba resucitar frente a Lanús y lo logró. Recibió al granate y ganó 1-0 con gol de “Pipo” Gorosito de penal.
Debe haber sido una de las mejores producciones del Ciclón y si no consiguió más goles fue por la gran actuación de Roa y por la mala suerte a la hora de definir.
Sólo los últimos minutos del partido, después del gol de “Pipo”, fueron de desconcierto para los del “Profe” Castelli debido a las expulsiones de Silas, la figura, y de Escudero. Ahí, Lanús estuvo cerca de empatar de no ser por las atajadas de Angelucci. Sin embargo, esos momentos de incertidumbre no pudieron eclipsar el brillo del juego de San Lorenzo que después de tres fechas volvió a la senda del triunfo. Ganó merecidamente y volvió a meterse en la pelea.
Otro que volvió a la disputa fue Racing que fue hasta el sur del conurbano para enfrentar a Banfield. El equipo del “Coco” Basile no tuvo a algunos de sus habituales titulares –Capria, Delgado, Galván y Mac Allister- porque los preservó para el partido ante River por la Copa Libertadores. Pero las ausencias no se notaron demasiado y la Academia jugó bien. El “Bichi” Fuertes, después de mucho tiempo, marcó un gol (el primero) y Córdoba fue la figura.
Racing ganó 3-1 con justicia pero fiel a su costumbre tuvo que sufrir. Esta vez por un penal inventado por Hay que le permitió a Banfield llegar al empate transitorio. Pero el visitante no se vio afectado y siguió jugando igual y así encontró el triunfo con los goles de Brusco y “Nacho” González. Y ahora espera a River más tranquilo.
El resto de los partidos de la fecha arrojaron los siguientes resultados: Vélez 0-0 Platense, Español 0-0 Gimnasia de La Plata, Unión 5-0 Huracán de Parque Patricios y Ferro 0-0 Gimnasia de Jujuy.
AA
Mayo 1997