Deportes en el recuerdo - Parte X


La décima fecha

Esta jornada del campeonato tuvo partidos realmente importantes para el desarrollo del certamen. Los punteros tuvieron encuentros muy difíciles, al punto que ninguno de los tres primeros consiguieron ganar.

El tercero era River, con 18 puntos, (N. de R.: tenía un partido menos) que recibió a Estudiantes en el Monumental. Los del “Pelado” Díaz sufrieron las ausencias de los seleccionados Berti, Astrada y Francescoli y eso los perjudicó. Mientras que el Pincha contó con lo mejor, aunque no eran muchas, estaba todas sus figuras.

De entrada se notó que lo anímico prevalecía sobre los planteos tácticos y la técnica, por lo que el factor psicológico fue determinante. Estudiantes jugó muy concentrado, motivado y con una determinación notable. Esperaba al rival en su campo, en el momento justo presionaba con mucha gente, recuperaba la pelota y salían rápido de contragolpe. Una obra maestra de “meter, correr, pensar y jugar”, como diría su técnico, el “Profe” Córdoba.

River fue la contra cara: estuvo inseguro en el fondo, a la deriva en el medio y débil arriba. Ayala y Berizzo tuvieron muchos problemas para marcar a Palermo, mientras que Maisterra y Monserrat no pararon a nadie y Cruz tuvo uno de esos días en los que no le hace un gol ni al arco iris.

Así, Estudiantes sorprendió a River, aprovechó los errores de éste para marcar y tuvo en Palermo a su figura descollante al despacharse con dos goles, uno espectacular.

El primer tiempo terminó 3-0 para la visita y eso desmoronó al local. En el segundo, los millonarios atacaron pero sin ideas claras, y como si eso fuera poco, se quedaron con diez jugadores. Con un hombre menos, River dejó espacios en el fondo y Estudiantes por medio de Fúriga llegó al cuarto. El gol del honor de Escudero sólo sirvió para decorar el resultado final: 1-4.

En una gélida noche de viernes de fin de semana largo, Estudiantes ganó merecidamente e hizo que River tambaleara en su pedestal ¿Se caerá?

El domingo le tocó jugar a Newell´s, que estaba segundo con 20 puntos y a uno de Colón. En el Coloso recibió nada más y nada menos que a su clásico rival: Rosario Central. Los antecedentes de ambos equipos pronosticaban un buen espectáculo: por un lado, la Lepra necesitaba ganar para no perderle pisada al Sabalero; y por el otro, el Canalla estaba urgido de un resultado positivo para tapar una campaña frustrante.

Sin embargo, el clásico rosarino defraudó a todos. En las tribunas colmadas no pararon de alentar pero ni así pudieron contagiar su emoción a los 22 jugadores que brindaron un espectáculo mediocre.

Neewell´s tuvo una actitud más generosa con sus hinchas ya que trató de atacar y contó con las situaciones más claras para convertir. Central, en cambio, se propuso no dejar jugar a su rival y de vez en cuando se animó a ir hacia adelante.

Con estos planteos el partido fue malo. El local chocó con su inoperancia ofensiva y el visitante con su mezquindad. Los defensores prevalecieron sobre los creadores y así hubo un desarrollo luchado en el que cada jugador iba a trabar con la vida y otros, como Palma y Zamora, con fuertes infracciones que derivaron en sus respectivas expulsiones.

Newell´s quizás haya merecido mejor suerte por una cuestión de actitud y de peligrosidad. Pero los dos equipos festejaron el 0-0, sobre todo Central, que se salvó de la derrota en un par de ocasiones.

El puntero Colón trasladó su caravana festiva a la provincia de Corrientes. Allí, unos 9 mil hinchas sabaleros fueron a ver a su equipo ante Huracán. Hasta ese momento, el conjunto de “Pancho” Ferraro se había mantenido alejado del fervor de la gente y conservaba cierta humildad, pero durante el partido se vio otra cosa.

Los jugadores visitantes pensaron que el partido sería un trámite y pensaron más en el encuentro siguiente ante River y así anduvieron mal. Salieron dormidos y ni siquiera el clamor de su hinchada pareció despertarlos.

Los correntinos se adueñaron de la pelota y aprovecharon el quedo sabalero para ponerse 1-0 arriba. Con ese resultado se esperaba que Colón saliera a atacar pero no lo hizo y Huracán siguió controlando las acciones del juego.

En el entretiempo parece que Ferraro pegó un par de gritos y su equipo mostró en el arranque del complemento otra actitud. Colón atacó más y mejor y dio vuelta el resultado con huevo y goles de “Carucha” Muller y Castillo. Y a partir de ahí jugaron mejor.

Faltaban diez minutos para que terminara el partido y Colón se perdió el tercer gol que hubiera significado el final de la historia. Huracán parecía resignado pero en un corner encontró el empate y el partido concluyó 2-2.

El empate resultó ser lo más justo ya que hubo un tiempo para cada uno. Los correntinos dejaron una mejor imagen en cuanto a la solidez y los sabaleros festejaron igual el punto conseguido.

El clásico del domingo atrajo mucha atención. Independiente recibió a Boca y el entusiasmo de los hinchas pudo más que las malas campañas de los equipos que jugaron a cancha llena.

El partido fue malo, muy poco emotivo. Independiente, con su costumbre de tocar y tocar, atacó a Boca pero sin ideas, lateralizando demasiado el juego, por lo que no generó mucho peligro salvo por algún tiro de media distancia de Burruchaga. En cambio, Boca intentó contragolpear pero no era veloz y así nunca pudo sorprender a su rival. Además de lentos, los xeneizes estaban desorientados porque su planteo no funcionaba y entonces corrían la cancha sin rumbo.

Sin embargo, con estas condiciones, Boca tuvo la jugada más clara del primer tiempo: Latorre, en una acción individual, estrelló su remate en el palo derecho de Mondragón. Luego vino el penal de Lorenzo a Calderón y el primer error de Castrili, quien entendió que el defensor era el último recurso y lo echó cuando, en realidad, Pineda estaba cerrando. “Burru” cambió penal por gol y el Rojo se puso 1-0.

Boca con diez jugadores jugó mejor que con once. Tomó la iniciativa y atacó, haciendo retroceder a Independiente. Lo tuvo “Manteca” Martínez y salvó Rotchen. Después lo tuvo Cedrés y se la sacaron en la línea. Así terminó el primer tiempo, con el visitante dando una mejor imagen.

En el segundo tiempo, Boca siguió atacando y Mondragón se lució atajando un remate bárbaro de Pineda. Luego vino el segundo error de Castrili que echó a Cagna directamente cuando era una infracción para amonestación. Nueve contra once fue mucha desventaja para el visitante y el Rojo volvió a controlar el partido. De todos modos, el local no contó con situaciones de gol claras y se benefició aún más cuando Fabbri dejó la cancha por discutir con el lineman.

Casi sobre el final Burruchaga definió el partido con el 2-0 y sus hinchas se tranquilizaron. Y si bien Boca no jugó del todo bien, no mereció perder y Castrili con sus fallos lo perjudicó notablemente. Independiente fue paciente y apostó a su estilo, su mayor virtud, pero careció de profundidad.

En tanto, San Lorenzo buscaba resucitar frente a Lanús y lo logró. Recibió al granate y ganó 1-0 con gol de “Pipo” Gorosito de penal.

Debe haber sido una de las mejores producciones del Ciclón y si no consiguió más goles fue por la gran actuación de Roa y por la mala suerte a la hora de definir.

Sólo los últimos minutos del partido, después del gol de “Pipo”, fueron de desconcierto para los del “Profe” Castelli debido a las expulsiones de Silas, la figura, y de Escudero. Ahí, Lanús estuvo cerca de empatar de no ser por las atajadas de Angelucci. Sin embargo, esos momentos de incertidumbre no pudieron eclipsar el brillo del juego de San Lorenzo que después de tres fechas volvió a la senda del triunfo. Ganó merecidamente y volvió a meterse en la pelea.

Otro que volvió a la disputa fue Racing que fue hasta el sur del conurbano para enfrentar a Banfield. El equipo del “Coco” Basile no tuvo a algunos de sus habituales titulares –Capria, Delgado, Galván y Mac Allister- porque los preservó para el partido ante River por la Copa Libertadores. Pero las ausencias no se notaron demasiado y la Academia jugó bien. El “Bichi” Fuertes, después de mucho tiempo, marcó un gol (el primero) y Córdoba fue la figura.

Racing ganó 3-1 con justicia pero fiel a su costumbre tuvo que sufrir. Esta vez por un penal inventado por Hay que le permitió a Banfield llegar al empate transitorio. Pero el visitante no se vio afectado y siguió jugando igual y así encontró el triunfo con los goles de Brusco y “Nacho” González. Y ahora espera a River más tranquilo.

El resto de los partidos de la fecha arrojaron los siguientes resultados: Vélez 0-0 Platense, Español 0-0 Gimnasia de La Plata, Unión 5-0 Huracán de Parque Patricios y Ferro 0-0 Gimnasia de Jujuy.


AA
Mayo 1997

Deportes en el recuerdo -Parte IX


La novena fecha

Esta jornada siempre es vital para los campeonatos cortos ya que a partir de ella se empiezan a definir los candidatos al título, se agiganta el fantasma del descenso y otros se quedan en la mitad de la tabla. Este es el momento en que el certamen tiene tres disputas: la de salir campeón, la de no descender y la del honor.

El domingo tuvo el partido más atractivo de la fecha: Colón, invicto y puntero, recibió a San Lorenzo, una suave brisa de aquel ciclón de las primeras jornadas. El encuentro pintaba complicado para cualquiera de los dos y así lo fue. Dentro de un trámite pareja, el Sabalero marcó una leve ventaja a través de su convicción, sus ganas y su actitud. Colón iba una y otra vez pero chocaba con su ineficacia, mientras que San Lorenzo esperaba y atacaba sólo cuando encontraba algún hueco en la defensa rival, lo que ocurrió muy pocas veces ya que la última línea del local tuvo un gran rendimiento.

Los minutos pasaban y el gol no llegaba. El que tuviera más paciencia iba a marcar y la paciencia llega de la mano de la seguridad, y en ese sentido el que mejor andaba era el equipo de “Pancho” Ferraro que pensaba cada jugada. El Ciclón estaba cada vez más nervioso porque no podía llegar hasta Díaz y le ganaba la desesperación.

Y el gol llegó: de un tiro libre vino el centro que Cuberas cabeceó a la red, y de esa forma hizo delirar a los 30.000 hinchas sabaleros presentes en el estadio. A partir de entonces quedaron 20 minutos en los cuales se vio lo más entretenido del partido ya que el equipo del “Profe” Castelli atacó con fuerza pero sin fútbol y se desordenó, por lo que de contra casi lo golearon. En un par de esas llegadas del local, Castillo hizo una de más y Aquino reventó el palo.

Colón ganó 1-0 merecidamente, sin lucirse pero demostrando que no es casualidad que esté en la punta. Por su parte, San Lorenzo perdió su tercer partido consecutivo y le dijo “adiós” al campeonato.

Pero las cosas no son tan fáciles para el Sabalero ya que ahí nomás, respirándole en la nuca, está Newell´s, que amenaza con quitarle la primera colocación en la tabla de posiciones. El conjunto de Zanabria conoce sus limitaciones, es práctico y gasolero, porque no gasta más de lo que tiene, y así sigue ganando.

En su visita ante Platense le faltó concentración, se notó que la mayoría de los jugadores son pibes y que no tiene experiencia para ser protagonistas, pero de fútbol anda joya: sólido atrás, preciso en el medio y contundente arriba. Además, cuenta con la suerte necesaria para ganar los partidos claves, lo que los hinchas llamaron “culo de campeón” cuando Romagnoli estrelló un cabezazo en el palo sobre el final. Pero el empate hubiera sido demasiado injusto para un desarrollo definitivamente favorable para la Lepra que en el primer tiempo fue el que más buscó y el que más encontró. Saldaña escaló por derecha siempre y marcó el rumbo para el primer gol del “Loco” Dalla Libera, Un rato después, los compañeros de “Larry” armaron un jugadón y le devolvieron la gentileza para que pusiera el 2-0.

En el segundo tiempo, el Calamar aprovechó la extrema calma de Newell´s y lo puso contra las cuerdas, pero chocó con “Terremoto” Cejas y su propia falta de puntería. Después de 15 minitos de dominio del local, los rosarinos se dieron cuenta que no era negocio meterse atrás y salió a luchar en el mediocampo. Entonces, Platense se partió a la mitad y sus dos mejores jugadores, el “Tero” Di Carlo y Coria, quedaron aislados. Sin embargo, el visitante volvió a equivocarse y faltando cinco minutos le quiso bajar la persiana al partido y casi se lo empatan: Cejas atajó un penal justo antes de que Erbín pusiera el 1-2 de cabeza.

No le alcanzó al Calamar con la arremetida del final y la visita terminó ganando con justicia y sufrimiento. Ahora, la Lepra espera el clásico ante Central de la próxima fecha a un punto de Colón.

El sábado, River enfrentó a Gimnasia de Jujuy con la obligación de ganar para meterle presión a Colón. Por eso jugó con la tabla en la mano, sin regalarle nada, ni fútbol ni goles, a los hinchas que fueron hasta la Tacita de Plata. El equipo de Ramón sabía que tenía un partido menos y se conformó con sumar de a uno, mientras los jujeños prepararon una gran fiesta para tratar de ganar sí o sí.

Los locales, con el aliento de sus hinchas, salieron a comerse a River, lo atacó y le creó las mejores chances de gol. Pero al ir tanto para arriba dejaba espacios para la contra, por lo que la visita también le daba trabajo a Castellanos. El Lobo jujeño era el protagonista e imponía su juego a un ritmo vertiginoso hasta que llegó el gol de Morales Santos. Ahí parecieron despertar los millonarios que recobraron su actitud ofensiva y fueron a buscar el empate. Sin embargo, la expulsión de Lombardi obligó a retrasar al “Diablo” Monserrat y atacar con menos gente. Por ello, River no creaba peligro sino era por un remate de larga distancia y fue justamente a través de un tiro libre que llegó el 1-1 gracias a la pegada del “Príncipe” Francescoli.
En el segundo tiempo, Gimnasia buscó más hasta que quedaron diez contra diez tras la expulsión de Juárez. A partir de entonces, el local se refugió y los de Núñez casi lo ganan, pero el conformismo pudo más que el deseo.

Fue un empate justo en una hermosa noche jujeña.

Es realmente desconcertante que sólo un equipo grande (River) pelea por el campeonato ya que estos son los que cuentan con los mejores jugadores. Esto abre un interrogante: ¿Vale la pena tener figuras que cuestan millones o es mejor contar con jugadores que sepan interpretar a su DT?

El caso de Boca, por ejemplo, me lleva a pensar en eso continuamente. Las compras que el año anterior hizo Bilardo trajeron jugadores sin nivel de equipo grande y esos mismos siguen ahora con el “Bambino” Veira y no arrojan buenos resultados.

El domingo en la Bombonera se enfrentó a Vélez y quedó algo muy claro: un equipo trabajado como el de Liniers, sabe jugar en desventaja, ya sea numérica o en el marcador; conserva una línea de juego inalterable basada en lo colectivo y no en las individualidades. Cada jugador tiene confianza porque se siente respaldado por sus compañeros. En cambio, Boca es un manojo de individualidades –Pineda, Cedrés, Riquelme-, no tiene juego de conjunto ni un patrón.

El equipo de Piazza fue a La Boca con una propuesta y no la cambió por más que estuvo más de la mitad del partido con un hombre menos. Arrancó perdiendo a los tres minutos de juego y ni siquiera eso lo hizo cambiar de idea. Con tranquilidad, apostó a su juego, confiando plenamente en que su juego lo llevaría al triunfo. Los locales jugaron bien los primeros minutos pero después del inicio no supo aprovechar el hombre de más, sólo Pineda se convirtió en una variante por izquierda.

Vélez lo dio vuelta 2-1 con goles de Chilavert, de penal, y Moriggi, mientras que los bosteros siguieron siendo espasmódicas ráfagas de individualismo como la última arremetida de Fabbri que dio en el travesaño. La repartida de puntos hubiera sido injusta porque los visitantes fueron superiores y tuvieron presencia, paciencia y perseverancia.

Otro caso de un grande en crisis es Racing, que también se despidió del campeonato tras perder 1-2 ante Lanús.

El desarrollo fue parejo, los dos equipos intentaron jugar bien, no especularon pero la obligación de ganar terminó haciéndose sentir. Los garantes apostaron al toque de la dupla “Huguito” Morales- “Caño” Ibagaza, mientras que Racing confió en sus tres delanteros.

Pero el toque de Lanús se volvió intrascendente y los delanteros locales fueron inofensivos. No pasaba nada de nada hasta que a los 44´ llegó el gol del “Chupa” López y a partir de ahí empezó otra historia.

En el complemento, la Academia salió con más decisión y aprovechó el quedo de su rival para empatar rápidamente a través del “Mago” Capria. El 1-1 no le convenía a nadie pero los dos equipos se mostraban conformes. Sólo un error podía torcer las cosas. Y finalmente ese error ocurrió: la regaló la defensa de Racing en una salida y en tiempo de descuento Coyette puso el 2-1.

Los dirigidos por Cúper fueron más oportunistas que nunca y consiguieron un triunfo para ir saldando la cuenta que tiene con los que quieren que vuelvan a jugar como en los viejos tiempos.

Los otros resultados de la jornada fueron Español 1-1 Independiente, Huracán de Parque Patricios 1-1 Gimnasia de La Plata, Estudiantes 2-2 Huracán de Corrientes, Central 1-3 Ferro y Banfield 1-2 Unión.

AA
Abril 1997.

Deportes en el recuerdo -Parte VIII


Octava fecha

¿Por qué el fútbol argentino y sudamericano es tan desorganizado? Si en Europa los equipos juegan copas y ligas al mismo tiempo, ¿por qué aquí no se puede hacer lo mismo? Debido a esta desorganización, River y Vélez debieron viajar miles de kilómetros para disputar la final de la Recopa en Kobe, Japón. Hasta aquí, la responsabilidad recae sobre la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF) que por más billetes decidió que un torneo continental se dispute en el Lejano Oriente. Pero lo peor es culpa de la AFA ya que los partidos postergados que ambos equipos por el torneo local recién se disputarían el 7 y 8 de junio, ¡una barbaridad! Así, los dos clubes deberán pelear por el campeonato con un partido menos que el resto durante varias fechas.

Pero no todo fue malo en el fin de semana futbolero porque, a pesar de los errores de los dirigentes, hubo partidos de gran nivel, como el que disputaron Lanús y Colón en el sur del conurbano. Los dos equipos necesitaban ganar, el Granate para retomar el camino del triunfo y volver a los primeros planos, como el año anterior; mientras que el Sabalero, tras el empate de Newell´s y la ausencia de River, si ganaba quedaba como único puntero. Y de esta manera salió un partido bárbaro, con muchos goles, lujos, toques y buenas intenciones.

En el primer tiempo Lanús contó más situaciones de gol ya que Enría tuvo una tarde inspirada, complicó en todo momento a la defensa rival y, además, estuvo bien acompañado por Coyette y el “Chupa” López. El local se puso 1-0 y parecían que iban a venir muchos goles más, pero cuando el visitante más desbordado se veía llegó el empate de Saralegui y a partir de allí, Colón revivió, retomó la confianza y encontró la forma de llegarle a Roa con peligro.

En el segundo tiempo, el equipo de “Pancho” Ferraro se colocó 2-1, nuevamente a través de Saralegui. Lanús reaccionó y fue al frente. Una y otra vez llegaba hasta Díaz pero, a la vez, dejaba espacios atrás para la contra del Sabalero. El gol se caía de maduro para cualquiera de los dos equipos y finalmente cayó para Colón: Gorostidi remató cruzado y puso el 3-1. Todo hacía pensar que los tres puntos se irían para Santa Fe y más aún cuando Ramón se fue expulsado en los locales.

Pero no está muerto quien pelea y Lanús puso mucha garra y descontó cuando faltaban diez minutos para el final a través de Coyette. Ahí, los visitantes se equivocaron feo porque se quedaron esperando atrás y lo termino pagando caro ya que a los 44´ el “Chupa” López conectó un centro de Enría y puso el 3-3.

Colón se sintió tocado en su amor propio y salió como una fiera enceguecida a llevarse el triunfo. No le quedaba mucho tiempo pero sí el suficiente para alcanzar la hazaña. Y llegó nomás: Aquino encaró con decisión y selló el 4-3 final.

La locura invadió las almas de los hinchas sabaleros que en gran número se habían dado cita en la cancha de Lanús, donde hubo fútbol de alto vuelo, mucha emoción y adrenalina, y un equipo que llegó a la punta.

Ante la ausencia de River, las miradas se dirigieron al otro equipo grande que estaba en la pelea: San Lorenzo, que recibió a Estudiantes. Ambos equipos venían mal y no pretendían regalar nada, por lo que no había promesa de buen fútbol. Como era de esperar, el partido fue luchado. El equipo del “Profe” Castelli tenía la posibilidad de alcanzar al Millonario y por eso tuvo, al menos, una actitud distinta a la que había tenido en Jujuy la fecha anterior y salió a ganar pero tomando recaudos. En cambio, el Pincha se tiró atrás para salir de contra. Pero ese ímpetu de los jugadores locales por atacar se convirtió en aceleración que sólo aportó confusión y así, al equipo del “Profe” Córdoba se le simplificó la tarea defensiva.

Quizás haya sido la paciencia la mejor virtud de los visitantes para ganar, esperando meter la contra justa y no desaprovechar las oportunidades que se le presentaban. Y así llegó el único gol del partido gracias a “Bernie” Romeo. A partir de entonces, el partido levantó su nivel ya que San Lorenzo intentó llegar a Bossio con más persistencia. Pero el Ciclón se expuso a la contra y Passet también sufrió algún sofocón.

En el final, el ataque de los locales pasó de confuso a desesperado y algunos jugadores como Silas, ante tanta impotencia, confundieron fuerza con violencia y se fue expulsado de la cancha.

El partido terminó 1-0 para los visitantes que tuvieron una actuación sólida y con los rendimientos de Bossio y el “Pepi” Zapata les alcanzó para edificar un triunfo justo.

Si bien para muchos el fútbol es un divertimento, para Racing es una tarea de supervivencia. Todo le cuesta el doble y los hinchas no le ven ninguna gracia. En vez de ser 30 los años sin títulos, por el ánimo de sus seguidores, parecen 500. Después de empatar 1-1 ante Unión en Santa Fe, el campeonato le quedó muy lejos. Sólo tiene la ilusión de la Copa pero si juegan como contra el Tatengue….

La Academia y Unión jugaron con 40 grados de calor, así todo se hizo lento, los movimientos eran premeditados para ahorrar energías y no había sorpresa. Los visitantes empezaron mejor y gracias al “Chelo” Delgado, que aprovechó un error de Clotet, se pusieron 1-0. El clima agobiante poco a poco se empezó a sentir y provocó más errores, como el de la defensa de Racing que dejó solo al “Loco” Marzo para que marcara el empate.

El complemento fue aburrido y si el árbitro lo hubiera terminado cinco minutos antes nadie se quejaba porque el calor ya era insoportable y el partido había pasado a un segundo plano.

Si hablamos de partidos importantes en la lucha por el campeonato es imposible no referirse al encuentro disputado por Newell´s y Boca en Rosario. Los leprosos estaban ahí nomás, a un punto de River y si ganaban se colocaban en la punta, mientras que los xeneizes estaban lejos de la disputa y de encontrar un buen rendimiento.

Lo del equipo del “Bambino” Veira es discreto y, al margen de los resultados, no logra cautivar a su hinchada, y eso que “La 12” siempre se conformó con poco. Particularmente, no comparto el planteo contra golpeador utilizado por el técnico.

Por esa actitud, el equipo de La Ribera fue cuestionado ante Ferro y Newell´s, ya que nunca asumió el protagonismo y terminó confundido, sin saber si atacar o esperar. Se vio a un conjunto sin rumbo, deambulando por la cancha, sin que nadie, salvo Latorre y Cedrés, agarrara el timón.

El primer tiempo divirtió a la multitud que colmó el Coloso ya que Newell´s enseguida se puso en ventaja y obligó a su rival a cambiar su actitud de espera por otra más ambiciosa. De a poco, Boca fue llevando a la Lepra contra su arco y generó peligro, y sobre el final de la etapa llegó el empate a través de “Gambetita”.

Si bien el 1-1 no le convenía a ninguno de los dos, la igualdad pareció conformarlos y así el segundo tiempo se hizo menos intenso y más discreto. Si bien el empate fue justo pudo haber un ganador: Quintana estrelló un remate en el poste para el local y Tchami la tiró centímetros afuera en un mano a mano.

Al menos no fue una frustración más para los de Veira y los de Zanabria alcanzaron a River en el segundo puesto.

El clásico del domingo se disputó entre dos equipos que además de no tener gran rivalidad (lo que debería ser lo más importante), estaban muy lejos de la punta: Independiente y Huracán de Parque Patricios. Y como si eso fuera poco, la cancha estuvo semi vacía y eso atentó contra el espectáculo.

En el primer tiempo, el local se adueño del partido dentro de un trámite discreto. Los dirigidos por el “Flaco” Menotti manejaron el balón y crearon situaciones; sin embargo, el Globo casi se va al descanso en ventaja de no ser por la mala puntería de sus delanteros en las pocas oportunidades que se les presentaron. Para colmo, Graieb se fue mal expulsado.

Al tener un jugador menos, Huracán decidió en el segundo tiempo refugiarse en su propio arco y así le complicó las cosas a Independiente que, si no hubiera sido por la desfachatez de “Matute” Morales no ganaba. El Rojo iba una y otra vez y chocaba siempre contra la defensa visitante que hacía lo que podía hasta que apareció “Matute”, frotó el botín y le puso un pase de taco al “Palomo” Usuriaga que abrió el marcador.

A partir de ese momento despertó el Globo que salió a buscar el empate y el partido se hizo más emotivo. En el final cruzaron ataque por ataque y sobre el cierre apareció Calderón para sellar el 2-0.

Después de un comienzo malo para el equipo de Avellaneda, ahora, desde la mitad de la tabla, mira el campeonato con otros ojos.

Los restantes partidos de la fecha fueron: Gimnasia de la Plata 3-1 Banfield, Huracán de Corrientes 1-1 Gimnasia de Jujuy y Platense 1-0 Ferro.


AA
Abril 1997.

Deportes en el recuerdo - Parte VII


Séptima fecha

Este capítulo del certamen nos dejó muchas cosas que podrían llamarse “sorpresas”. La primera: tuvo una relevancia notoria y fue decididamente mala para los que quieren ver buen fútbol. Lo que parecía una buena oportunidad para reencontrar el triunfo e intentar jugar mejor se convirtió en un trámite complicadísimo para Boca. No precisamente porque Ferro haya jugado un gran partido sino porque los dirigidos por el “Bambino” Veria mostraron un rendimiento peor del que habían tenido una semana antes ante River. Boca careció de profundidad para crearle peligro a los de Caballito y también le faltó paciencia. Por ello, todo lo que hacía hasta ¾ de cancha con toque seguro lo desperdiciaba con pelotazos en forma de centro y muy inofensivos. (N. de R.: finalizaron 1-1) Pero lo más doloroso para el hincha xeneize fue darse cuenta de que su equipo no tiene un jugador desequilibrante, capaz de definir un partido en una sola jugada, y por eso terminaron pidiendo por Diego y Cani. 

La segunda sorpresa: Esta no fue tan importante pero sí asombró a más de uno. Se trató del mal rendimiento de River ante Platense. Si bien los millonarios ganaron 2-1 y merecidamente, no jugaron bien pero a diferencia de lo que ocurre con Boca, sí tienen jugadores que cambian la historia de un partido en un abrir y cerrar de ojos. Esta fue la clave del éxito del equipo de Núñez: tenerse paciencia y esperar a que alguien se ilumine y lo salve, y para su suerte, eso fue lo que ocurrió.

Tercera sorpresa: Esta sí que dejó a todos con la boca abierta ya que Huracán de Parque Patricios le ganó 3-1 a Vélez a pesar de que el equipo de Piazza jugó mejor aunque terminó chocando con un inspiradísimo “Anguila” Gutiérrez, quien tuvo que enmendar los errores de su defensa. Igualmente, vale la pena remarcar dos situaciones que condicionaron el desarrollo del juego: el gol madrugador de Conti y la expulsión del “Pacha” Cardozo también en el comienzo. Esto obligó a Vélez a irse al ataque y dejar espacios en el fondo, lo que calzó justó en el juego contra atacador del Globo. Quizás, algún gol más para los de Liniers como premio de su esfuerzo y actitud hubiera sido lo más justo.

Cuarta sorpresa: Esta fue importante porque por sus consecuencias en la pelea por el campeonato. Gimnasia de Jujuy le ganó 2-1 a San Lorenzo y lo alejó de la punta. Los jujeños jugaron mejor y si sufrieron fue porque el arquero Castellano no brindó seguridad en ningún momento y no por lo producido por el equipo del “Profe” Castelli en ofensiva. Los de Boedo se conformaban con el empate y casi nunca arriesgaron y las pocas veces que lo hizo chocó contra su impotencia y con Costas, que anuló completamente a “Pipo” Gorosito y se hizo impasable. San Lorenzo quedó lejos de la cima y de su fútbol, mostró una vez más que depende demasiado de lo que hagan Gorosito y el “Loco” Abreu y a eso se le sumó que Silas tuvo una noche negra.

En el resto de la fecha, Colón visitó el viernes a Racing, estrenó la pilcha de puntero y demostró que no le queda grande. Jugó de igual a igual y si Leo Díaz no se equivocaba al intentar contener un remate del “Mago” Capria que finalmente significó el empate, el Sabalero se llevaba el triunfo porque la Academia no encontraba la forma de entrarle a una defensa muy bien parada. Si bien el 1-1 hizo que Colón devolviera la pilcha a la tienda, fue un motivo de festejo a unos 4.000 hinchas santafesinos que tiñeron las tribunas de rojo y negro. Por su parte, Racing pasa por un momento delicado porque juega mal y no gana, y como si eso fuera poco, se lesión su jugador más importante, “Teté” Quiróz.

Y por una semana, los racinguistas debieron soportar las cargadas de sus archirivales ya que esta vez le tocó ganar a Independiente. El rival, Banfield; el resultado, 2-0. Era un partido vital para el “Flaco” Menotti al frente del Rojo ya que últimamente el DT había tomado algunas medidas drásticas que no le habían dado buenos resultados. Primero había borrado al “Polaco” Arzeno y a Díaz, y luego se había decidido por aplicar el achique como única forma de defender, lo que lo llevó a comerse cuatro ante Unión. Pero hay que reconocer que para el partido ante El Taladro, el entrenador enmendó sus errores. Afortunadamente para él, las cosas salieron bien y así las críticas de los hinchas fueron reemplazadas por aplausos. Independiente volvió a jugar bien después de mucho tiempo y recuperó altos rendimientos en piezas claves como Mondragón, “Matute” Morales y Calderón. Por su lado, Banfield ya parece resignado y con la mente puesta en el Nacional B.

El lunes, mientras buscaba alguna razón para no entregarle anticipadamente el título a River y miraba el partido de Newell´s, recordé lo bueno del equipo de Zanabria y me pregunté, ¿por qué no puede salir campeón? Los rosarinos le ganaron 1-0 a Español y volvieron a mostrar un fútbol vistoso y ofensivo, sin mezquindades. El gol de Giménez les permite soñar ya que están a un solo punto de los millonarios que deben viajar a Kobe (N. de R.: En esa ciudad japonesa se disputó la Recopa Sudamericana entre River, que había obtenido la Libertadores en 1996, y Vélez, ganador de la Supercopa de ese mismo año. El partido terminó 1-1 y los de Liniers se impusieron 4-2 en los penales).

Los restante partidos de la fecha fueron: Lanús 0-0 Estudiantes, Unión 2-1 Gimnasia de La Plata, Central 0-0 Huracán de Corrientes.


AA
Abril 1997