El primer choque mundialista

Nuestros vecinos trasandinos fueron los huéspedes del primer enfrentamiento en un mundial entre argentinos e ingleses en 1962. Antes sólo se habían disputado tres encuentros pero de carácter amistoso. En esos partidos se había mostrado una gran paridad entre ambos equipos ya que hubo un triunfo para cada uno, y un empate.
La sexta Copa del Mundo disputada en Chile fue para el seleccionado nacional argentino un trago desabrido, ni amargo como el del 58´, ni dulce como lo sería 16 años después, en 1978.
“No voy a decir que fuimos como candidatos, pero sí que éramos un buen equipo”, dice el ex delantero de San Lorenzo José Sanfillippo. El delantero sustentaba sus dichos en el hecho de que había jugadores talentosos dentro de ese plantel, muchos de los cuáles ya habían tenido experiencia internacional al haber diputado el Mundial de Suecia en 1958.
Pero también era cierto que “El desastre de Suecia”, como lo llamó la prensa argentina, había calado hondo en el corazón del fútbol argentino. Por eso se buscó tapar ese papelón como fuera. Se tomaron muchas medidas, la mayoría inútiles, que terminaron por agudizar la crisis.
No había un calendario internacional y los jugadores que jugaban en el exterior, que eran pocos pero importantes, no le dieron prioridad a la Selección. Así Argentina sintió varias ausencias en sus filas como la de Alfredo Distéfano, quién estaba lesionado, y las de Sívori y Maschio, jugadores que se desempeñaban en Europa y que decidieron jugar para la selección de Italia.
“Fue la peor selección que integré en mi vida”, sostuvo Rattín. Si bien se contradice con las declaraciones de Sanfillippo, El Rata algo de razón tenía, ya que la desorganización era total. Sólo se habían preparado 24 días y la gira previa había arrojado una victoria, dos empates y dos derrotas.
El entrenador de aquella selección era Juan Carlos Lorenzo, el Toto. Era un gran conocedor del fútbol europeo. Había estado en Italia, donde optó por convertirse en entrenador, e hizo sus primeras armas como coach en Francia y España.
Lorenzo había vuelto al país y salió subcampeón con San Lorenzo en 1961. En la selección trató de inculcarle a sus dirigidos sus conocimientos europeos mediante largas charlas durante los entrenamientos, pero del otro lado no había ningún interés por recibir esa información. Y lo que era peor, Lorenzo desconocía el fútbol argentino.
El debut fue contra Bulgaria y Argentina ganó 1 a 0 con gol de Facundo. El equipo argentino había sido superior pero sin jugar del todo bien. Antes del partido Lorenzo recalcó la fortaleza de los defensores rivales y no se equivocó. Durante el partido, los delanteros argentinos estuvieron muy bien marcados y no abundaron las llegadas de gol.
“Era para seguir y golear. Optaron por quedarse y defenderse”, publicó El Gráfico en referencia al partido, lo que representaba la imagen que el equipo le transmitía a los hinchas. Sucedía que Lorenzo le daba al equipo un estilo muy defensivo. Por un lado colocaba a Rattín, un cinco con marca, de volante derecho, y a Sacchi, un defensor central, de volante central.

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