IV


 El peronismo redujo la extranjerización de la industria pero ello no implicó una disminución del control foráneo en la producción local porque estos agentes externos dominaban los sectores más importantes, una tendencia que había comenzado a principios del Siglo XX.

 En 1909 ya existían en el país las empresas extranjeras y si bien representaban el 1,3% del capital radicado en Argentina, controlaban sectores claves en el modelo agro exportador como la frigorífica, a través de la firma Swift, la producción de tanino y los talleres ferroviarios.

 Luego, en la década del 20´, se incrementó la radicación de empresas extranjeras, filiales de sus casas matrices, cuyos bienes producidos estuvieron destinados al abastecimiento del mercado interno. Este fue el caso de empresas como Bayer, Ducilo y Chiclets Adams, entre otras.

 Ya en los 30´, hubo un nuevo contexto marcado por la protección arancelaria y restricciones al mercado cambiario que impulsaron la industrialización sustentada en la sustitución de importaciones. En aquel entonces,  el capital extranjero controlaba el 50% del capital industrial, aunque empezaron a surgir las medianas y pequeñas industrias locales que quedaban subordinadas a las otras.

 Durante los primeros años peronistas, la burguesía nacional se expresó, principalmente, en la industria textil y metalúrgica, y terminó por constituir la Confederación General Económica (CGE) que generalmente se opuso a las reivindicaciones de la Unión Industrial Argentina UIA).

 En este puso, cabe mencionar que dentro de la división entre firmas extranjeras y nacionales, hubo una subdivisión. Por un lado, las empresas extranjeras que se radicaron en Argentina a fines del Siglo XIX y que se integraron con la clase local en términos sociales y económicos. Fueron grupos familiares, como Bunge & Born, que tuvieron una presencia destacada en la propiedad y producción agropecuaria pampeana y extra pampeana. Este grupo se destacó por su diversidad de actividades.

 Por el otro lado, dentro de los capitales locales se constituyó un sector vinculado a la oligarquía pampeana y que también tuvo una fuerte diversidad de actividades y una estrecha relación con el poder político.

 En un tercer lugar, se encontraron algunos capitales locales estrechamente enlazados a capitales extranjeros de carácter financiero o de antigua data en Argentina como Alpargatas, relacionada con el grupo Roberts. Estos conformaron la oligarquía diversificada.

 En los 30´, esta fracción tuvo una significativa influencia dentro de las grandes firmas industriales de la época. Y en los 40´, fue este sector de la oligarquía, ante el agotamiento del modelo agro exportador, la alternativa industrial exportadora que planteó el Plan Pinedo en 1938. A diferencia de Perón que luego impulsó una industrialización volcada a abastecer el mercado interno, no la exportación.

 Las políticas del primer gobierno peronista derivaron también en una histórica desconcentración de la propiedad pampeana y, por ende, en un resentimiento de los terratenientes de ese sector a raíz de la misma..

 "Todo parece indicar que la expansión de empresas de capital local se acentuó durante los primeros años del gobierno peronista pero el fenómeno central es que muchas de ellas devinieron en grandes firmas oligopólicas que disputaron el control de diversas producciones con las otras fracciones empresariales", sostiene Basualdo.

III

 En los primeros años del peronismo, la Argentina exhibía una holgada posición acreedora con el resto del mundo pero una parte significativa no estaba disponible por la insolvencia del principal deudor, Inglaterra, golpeada por la Segunda Guerra Mundial. Así, la abrupta reducción del activo entre 1946 y 1948 se dio por una disminución de las reservas más que por el incremento de la deuda, por lo que la nacionalización de los ferrocarriles estuvo encaminada a solucionar la diferencia económica con los ingleses.

 Desde 1948 en adelante, decreció el saldo entre los activos y pasivos del Banco Central, por la deuda contraída por el sector público con los países centrales, a lo que se sumó el saldo negativo de la balanza comercial por el estancamiento de las exportaciones agropecuarias, principalmente, y la importación de insumos para la industrial local.

 Se trató de un “típico estrangulamiento” en la balanza de pagos de esta “etapa de industrialización sustentada en la sustitución de importaciones”.

 Para algunos autores, el error mayor fue cometido en los años 46-48 al no utilizar las reservas de divisas iniciales y los ingresos adicionales de exportación para renovar y aumentar el capital de los sectores de transporte, energía, acero e industrias pesadas, para evitar ese “estrangulamiento”.

 Entonces, el gobierno peronista trató de solucionar el problema de la profundización de la industrialización en los 50´, mediante la Ley sobre las inversiones extranjeras y la negociación con capitales extranjeros para la explotación petrolífera.

II

El proceso que terminó abrupta y violentamente en 1955 tuvo como eje central el desarrollo económico interno,principalmente, a través del fortalecimiento de la industria en detrimento de la agro exportación. De esta manera, aumentó la participación de los trabajadores en el ingreso generado anualmente.

 Específicamente entre el 45´ y 48´, se cuadruplicaron las importaciones y el Producto bruto Interno (PBI) creció un 28%. A esto se le sumó que las exportaciones, la disponibilidad real de bienes y servicios creció un 45% en esos tres años.

 En 1945 se creó el Banco Industrial y se constituyeron y fortalecieron las empresas estatales como Fabricaciones Militares (FM), la siderúrgica Somisa, entre otras.También en ese mismo año se sancionó la Ley de Asociaciones Profesionales, lo que permitió la expansión y fortalecimiento de los sindicatos en la sociedad argentina.

 Se incrementó no sólo el salario real sino también la ocupación de mano de obra. Y algunos autores consideraron que un factor que impidió el salto cualitativo de la producción industrial y la modernización de la infraestructura fue la Segunda Guerra Mundial.

 Durante la posguerra, dada la fuerte demanda extranjera, cualquier aumento del consumo implicaba una reducción idéntica de los ingresos de divisas. Aún así, en 1945 el PBI era un 16% más que en 1948.

 Además, dentro de la composición industrial, hubo un notorio avance en la metalmecánica, como la producción de heladeras. En ese marco, se duplicaron los establecimientos del rubro que superó a la industria alimentaria y textil.

 A esto se le sumó una profunda intervención del Estado, lo que permitió concretar una significativa redistribución de la renta agropecuaria. Esta acentuación se expresó en el sector financiero a partir de la nacionalización de los depósitos bancarios por parte del Banco Central, la asignación de créditos con descuentos la creación del Banco Hipotecario, etc. Y se dio en el comercio exterior con la creación del Instituto Argentino para la promoción del Intercambio (IAPI).

Los primeros gobiernos peronistas y el país industrial*


I

 La irrupción del Peronismo en 1945 puso fin al modelo agroexportador que se había desarrollado en la denominada "Década infame” de los 30´. Este movimiento modificó las relaciones sociales con un Estado que impulsó la industrialización, a partir de la cuál surgió una burguesía nacional. En esta nueva matriz social se va a dar un enfrentamiento de la clase trabajadora y el empresariado nacional con el capital extranjero y una facción de la oligarquía agroexportadora.

 En se sentido, cabe recordar que los colapsos económicos y sociales en el país fueron el resultado de treinta años de dictaduras militares que interrumpieron ese proceso de industrialización, basándose en la acumulación de capital y la internacionalización financiera en beneficio de acreedores externos y una fracción de la oligarquía pampeana. Pero una vez llegada la restauración constitucional, a partir de 1983, este proceso fue convalidado por los gobiernos radicales y peronistas.

 Para revertir esta situación se necesita de un estado que impulse la redistribución de la riqueza y la re industrialización del país.

*Basado en un texto de Eduardo Basualdo

XII

 Pasaron 33 días desde que se hizo contacto con los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad y cuatro partidos en los que el albinaranja cosechó dos triunfos, un empate y una sola derrota. También hubo de por medio un fin de semana largo por el feriado del Día de la Raza, por lo que el martes que arrancó el rescate final, Franklin estaba descansado y relajado.

 En cambio, el estado de ánimo de Don Manuel era bastante distinto, ya que si bien inspiraba confianza y seguridad, por dentro estaba tenso y con algo de miedo. Es que con Lucho fueron los primeros en poner a prueba el plan maestro: bajar en una especie de jaula capaz de ser resistir al especio exterior por el túnel que se había perforado en poco más de un mes.

 Ese compartimiento diseñado por los ingenieros más brillantes de la NASA era más pequeño que una cabina telefónica por lo que Don Manuel casi ni se podía mover más que para abrir y cerrar la puerta del mismo, en cuya base y techo tenía una cámara de video que registraba el paso a paso por el túnel y lo re transmitía a todo el mundo a través de los canales de televisión.

 En la superficie, donde las luces de las cámaras de los reporteros convertían una noche cerrada en un día brillante, Franklin y su amigo del Deportes vieron, junto a las cientos de personas que estaban en la mina y el campamento, cómo el primer rescatista desapareció lentamente dentro de la Tierra.

- ¿Sabías que Manuel jugó contra El Mortero?- inquirió Franklin en voz baja para no romper la tensión del silencio que reinaba en el lugar, donde el Presidente de la nación había llevado a su esposa a presenciar el milagro, a pesar del frío seco.

- Si, sabía. Creo que hoy salió en todos los diarios. Fue hace como 25 años.
- ¡Cómo pasa el tiempo!- expresó Franklin con mucha razón, ya el tiempo fue la esencia de toda la jornada que tuvieron por delante, ya que El Mortero recién salió a la superficie a las 19.18 del día siguiente, en el orden 27.

 “¡Fue el partido más difícil de mi vida”, sostuvo la ex estrella del fútbol local luego de abrazarse con su hija, que le había llevado la plaqueta que le habían entregado en el partido entre el albinarajas y Los Azules y una pelota de fútbol con la que pateó unos momentos junto al presidente, ante la aclamación del público.

 En esa ocasión, Franklin no pudo ni acercarse a su ídolo pero no le importó. Se secó las lágrimas y esa misma noche regresó a su casa. Al día siguiente volvió a entrenar y el domingo rindió su homenaje al Mortero, jugando un partidazo en la victoria de su equipo, del equipo de toda la ciudad, ante Los Estudiantiles. Fue un triunfo redondo, absoluto.

AA
diciembre 2010

XI

El lunes el proceso de hidratación y alimentación de los mineros funcionaba a pleno ya que durante la noche del domingo los rescatistas se habían dedicado a entubar el hoyo de tan sólo 8 centímetros de diámetro por el que iba y venía la sonda a través de la cuál se enviaban las dosis de agua con glucosa para mantener a los 33 con vida hasta poder finalmente sacarlos de la profundidad de la piedra que ahora no parecía tan inexpugnable como antes a pesar de seguir cerrada. Es que la tecnología permitía a los mineros contactarse por medio de una pequeña cámara de video y audio, y luego los medios de comunicación lo difundían por todo el mundo.

 Las imágenes de los mineros con el torso desnudo, debido a la temperatura del refugio, de entre 32 y 36 grados, recorrieron el planeta y llenaron los portales en Internet, los diarios, revistas, pantallas y frecuencias de radio.

 Por su parte, Franklin había permanecido en el campamento hasta que en la madrugada se agotaron las bebidas para brindar y junto a su amigo del Deportes regresaron al pueblo para seguir de festejo en las calles, que parecían un carnaval. De todos modos, tanto los chicos como el resto de los ciudadanos sabían muy bien que el rescate final se iba a demorar unos meses más.

- Estaría bueno no quedarse al terminar el cuarto medio y tratar de llegar a la Universidad, ¿no? – dijo el Caquito a su amigo, mientras ambos seguían sentados en un banco de la plaza principal bañada por la primera luz de la mañana pero desierta porque casi toda la gente se había retirado para prepararse y retomar la actividad cotidiana de la semana.

- Sería ideal. Así no terminamos como El Mortero- respondió el muchacho con lágrimas en sus ojos, un poco por la emoción de las buenas noticias, otro por el alcohol que aún permanecía en su cuerpo y acentuaba el cansancio.

- ¿Contra quién juegan el fin de semana que viene?

- Ni idea, ¿y ustedes?

- El sábado nos tocan Los Cruzados, pero en El Cobre. Así que va a ser una fiesta.

 Y Franklin tuvo razón, aquel domingo, mientras los centenares de expertos nacionales e internacionales avanzaban en el rescate final de los mineros, los albinaranjas obtuvieron un notable triunfo por 3-1 y se lo dedicaron al Mortero. Pero el club homenajeó oficialmente a su ídolo la semana siguiente, cuando en el entretiempo ante Los Azules entregó una plaqueta a su hija mayor. “Estoy muy agradecida. En la mina esta mi hermana y yo podría haber estado en la conversación con él, pero preferí estar acá porque todo esto va a ser mostrado a mi papá, las notas y saludos que se están grabando”, expresó la joven, hincha de la visita de turno, al igual que el resto de la familia. Y para redondear la jornada, Los Azules terminaron ganando 2-1. Aunque el ídolo siempre había tenido el corazón dividido.

X

La tarde del domingo era un cuadro vivo. El sol brillaba con fuerza y el cielo estaba totalmente despejado. No había mucho viento, también, por lo que la jornada se prestaba de manera ideal para jugar al fútbol ante Los Tigres y en El teniente. Cerca de las 15, cuando los jugadores albinaranajas estaban llegando al estadio se enteraron por radio que la sonda más avanzada había llegado al refugio y que un operario había retirado la perforadora que tenía adherida un trozo de papel y una carta. Además, el rescatista había escuchado gritos.

 Si la ansiedad atravesó los cuerpos entrenados de los futbolistas, incluso el de Franklin, en el campamento la histeria fue decididamente colectiva, pero unos tenían que afrontar el partido y los otros aguardan la versión oficial sobre lo descubierto, por lo que no podían dejarse asaltar por la emoción.

 Pero a los 10 minutos de confirmada esa noticia, la radio informó: “El Presidente se reunió con los familiares y ahora realizaría una conferencia de prensa en compañía del ministro del Interior y del ministro de Minería”.

 Franklin, ya sentado en el vestuario junto a sus compañeros, no había alcanzado a vendarse un tobillo cuando desde el radiotransmisor portátil del utilero se escuchó la confirmación de boca del presidente: “Esto salió de lo más profundo de nuestra mina y nos dice que los mineros están esperando volver a ver la luz del sol y abrazar a los familiares”.

 En ese momento, el locutor precisó que en las imágenes de televisión se veía en ese preciso momento al mandatario sostener un trozo de papel escrito en rojo que decía: “Estamos bien en el refugio, los 33”. Eran las 15.17.

 Los jugadores explotaron de júbilo, como si ya hubieran ganado el torneo, y eso que todavía faltaba casi una hora para que la pelota empezara a rodar. Mientras tanto, en las calles del país la gente salió a festejar la noticia, cantó el himno, hizo sonar las bocinas de sus autos y se reunión en las plazas, donde hicieron flamear la bandera patria.

 Minutos después, el plantel se reorganizó y comenzó la entrada en calor, al tiempo que los funcionarios informaban que ya habían bajado una cámara de video al refugio para tener contacto visual con los mineros y que luego comenzarían con el rescate final, que demoraría entre tres y cuatro meses.

 “Ya está. Lo peor ya pasó. Ahora hay que ganar el partido”, le decía el entrenador a sus dirigidos que salieron a la cancha revitalizados por el milagro de los mineros y de entrada se pusieron 1-0.

 A los 37 minutos de juego, pero a cientos de kilómetros de allí, el Presidente entregaba a Liliana la carta de su marido que había sido extraída del refugio. “Estoy bien, gracias a Dios. Espero salir pronto, paciencia y fe. Dios es grande y con la ayuda de mi Dios vamos a lograr salir con vida de esta mina, aunque tengamos que esperar meses para la comunicación”, señaló la misiva.

 Los festejos de los albinaranjas por el triunfo final se mezcló con el de todos los habitantes del país que durante toda la tarde y hasta muy entrada la noche siguieron pegados a sus televisores viendo cómo la sonda había bajado la cámara de video y los mineros se mostraban enteros y en buen estado de salud y anímico.

IX

Franklin no se movió del campamento en toda la semana salvo para ir a entrenar de cara al partido frente a Los Tigres, una peligrosa visita, sobre todo, a partir de la extrema necesidad de volver a sumar puntos. Sus padres le habían sugerido que debía descansar mejor y para ello, lo ideal era quedarse en su cama, en vez de dormir todas las noches en un campamento en medio del desierto en donde lo único que abundaba era la angustia. Pero él quiso estar junto a los familiares de los atrapados, quienes, por entonces, se reunían diariamente con el ministro de Minería para que éste les diera personalmente las novedades.

 Pero ese viernes, el funcionario los invitó a pasar el cordón de seguridad y ver de cerca cómo trabajaban las máquinas. Había una razón fundamental para aquel cambio en el trato: una de las nueve sondas había avanzado hasta los 670 metros de profundidad y quedado a sólo 30 de donde supuestamente se encontraba el refugio en el que se esperaba que lo mineros estuviesen a resguardo. Esta noticia renovó las esperanzas de los parientes, que aplaudieron y se abrazaron con alegría, aunque el ministro nunca perdió su cautela y aclaró que podrían tardar más de un día en llegar a los 700 metros, debido a potenciales inconvenientes con la dura topografía del yacimiento.

 Al regresar del campamento, Franklin se topó con los rostros contentos de los familiares y le preguntó a su amigo del Deportes que había pasado.

- Estamos a un día de llegar al refugio, Caquito.

- ¡Qué bueno!- expresó el joven del albinaranja abrazando a su colega que seguía temblando de la emoción.

 Mientras tanto, los médicos, paramédicos, enfermeros, nutricionistas, sicólogos y otros expertos afinaban sus instrumentos esperando el momento de comunicarse con los mineros. Ya estaban listos los tubos de oxígeno, con capacidad para 20 inhalaciones; el alimento, que se basaba en un gel regenerador de tejidos e hidratante; y las fichas clínicas de cada uno de los 33.

 Tras escuchar las buenas noticias, Franklin se fue al entrenamiento vespertino, ya que ese día el cuerpo técnico había decidido hacer doble turno para llegar de la mejor forma al choque del domingo. La esperanza que el joven llevaba consigo también se percibió entre todos los presentes en el predio del Cobre.

 Al finalizar la práctica, el muchacho regresó a su casa para dejar el bolso y luego dirigirse al yacimiento pero como ya era de noche, su padre le ordenó que por esta vez se quedara en su habitación, descansando. Pero el hijo quería volver a la mina porque no quería perderse el momento en que se contactaran con el refugio subterráneo.

 Pero la discusión quedó trunca cuando el Presidente de la Nación hablo por televisión y con sumo pesar anunció que la sonda más avanzada había fracasado en su intento por llegar a los mineros.

 Franklin y sus padres permanecieron mudos delante del televisor escuchando como la perforadora se había desviado y llegado a 730 metros de profundidad sin dar en el blanco ya que cada grado de desviación de la máquina era entre 10 y 14 metros de diferencia.

 Sin embargo, los funcionarios del gobierno trataron de ver el lado positivo de la citación resaltando que las sondas estaban funcionando y que sólo necesitaban un pequeño ajuste. Por el otro lado, culparon a la empresa explotadora del yacimiento de haber aportado mapas imprecisos.

 “¡Y claro! Si esa mina tiene 120 años de antigüedad- señaló el padre de Franklin apagando el televisor y luego dejó caer su encorvado cuerpo sobre el sillón, mientras su esposa ya se había retirado a su habitación y su hijo permanecía parado, a su lado. “Va a ser mejor que vayas a dormir. Ya no hay más nada que esperar por hoy. El domingo es un día muy importante”, concluyó.

VIII

El recuerdo de la derrota del domingo aún estaba fresco en su memoria. Franklin recordaba como El Cobre se había vuelto un hierro frío y oscuro tras el 0-1 ante Los Zorros del Desierto cuando el lunes decidió viajar hacia la mina, ya que desde hacía varios días que no lo hacía y quería tener noticias sobre el rescate. Luego del partido había escuchado que las perforadoras traídas desde los estados Unidos y Australia ya habían cavado hasta los 400 y 500 metros.

“El contacto con los mineros podría ser hoy o mañana”, pensó el joven, entusiasmado, antes de salir hacia el yacimiento donde ya sumaban casi 1.000 los voluntarios dedicados a las tareas de rescate y de asistencia a las máquinas, más utilizadas en los pozos de petróleo pero altamente precisas y capaces de calibrar y corregir el rumbo de la perforación en el mismo momento en que se produce.

Al arribar al yacimiento, “el caquito” primero pasó por el campamento para verse con su amigo del Deportes que le indicó que mejor iba a ser ir hasta el perímetro y esperar a Lucho, que iba a llevarles información más precisa. Pero Luís no apareció ya que estaba ocupado, por lo que el encargado de saltar el cordón de seguridad para hablar con los familiares y periodistas fue el ministro de Minería.

El funcionario tuvo que ser el canal de comunicación de la última mala noticia: una roca de 135 metros de largo y 700 mil toneladas estaba obstaculizando el sondaje por lo que los técnicos, ante el temor de nuevos derrumbes, decidieron suspender las perforaciones hasta corregir definitivamente el rumbo que debían tomar las máquinas. D esta manera, el contacto con los mineros iba a demorar más días.

- ¡La geología del cerro y la conchetumadre!- expresó Franklin luego de escuchar al ministro y mientras regresaba junto a su amigo hasta el campamento.

- No te sale una caquito: ayer perdieron, hoy venís y se suspende el rescate. Mejor quedate en tu casa.

- Y va a ser mejor, ¿no?- respondió el joven futbolista, sumándose a la broma de su amigo, acostumbrado a perder más seguido.

En cambio, otros familiares en el campamento ya empezaban a llorar desconsoladamente porque los días pasaban y no había noticias sobre las víctimas. “Aunque sea queremos saber si están vivos”, se le alcanzó a escuchar a una mujer, entre lágrimas, y con la voz casi quebrada.

VII

Franklin no lo podía creer. No podía salir de su asombro. Es que el empresario multimillonario devenido poco meses atrás a Presidente de la Nación se encontraba ese martes por segunda vez desde producido el derrumbe en la “ciudad de la copa de oro”. Mientras las perforadoras seguían descendiendo por el durísimo suelo de la mina en procura de hacer contacto con las víctimas, el primer mandatario se volvió a reunir con los familiares de los mineros.

 “Esperamos resultado en tres días, como mínimo”, señaló el presidente en una conferencia de prensa a la que asistió todo el pueblo, incluido el joven Franklin, que ni siquiera se había bañado tras el entrenamiento para poder llegar a tiempo. Sólo faltaron los más estoicos de los parientes de los mineros, que no se movían del campamento levantado junto al yacimiento de cobre.

 ¡¿Cómo iba este joven a pensar en el compromiso del fin de semana ante los zorros del desierto en El Cobre si el presidente estaba hablando de pedir ayuda a los países del primer Mundo y llevar a la mina a los máximos expertos en la materia?!

 “Estamos haciendo todo lo humanamente posible pero también está en manos de Dios”, aseguró la máxima autoridad del gobierno al concluir con la conferencia, tras la cuál partió junto a los familiares hacia el yacimiento, para seguir de cerca las tareas de rescate.

 Fue una larga caravana vehicular la que es tarde partió desde el centro del pueblo hasta la mina y el joven Franklin, a pesar del cansancio, no se la perdió. Además, ya no trabajaba como repositor en el mercado porque su dueña le había dicho que hasta que no se solucionara esta crisis no podía pagarle. El muchacho se quejó poco porque entendió la situación de aquella pobre mujer tenía a un primo bajo tierra y que pasaba muchas horas yendo y viniendo de la mina.

 Al llegar al campamento, entre la muchedumbre que recibió al presidente, Franklin se encontró con su amigo del Deportes, que estaba acompañado por Lucho, que se había tomado un recreo en las tareas de rescate.

- ¿Alguna novedad?- preguntó el recién llegado.

- Seguimos trabajando caquito. Hay que tener paciencia- respondió el bombero, en cuyo rostro comenzaba a dibujarse el cansancio y la frustración.

 Los tres se sentaron sobre las piedras para escuchar a lo lejos nuevas declaraciones del presidente, acompañado por el ministro de Minería, que le había comentado las últimas novedades sobre el avance en la sonda y la recuperación de la rampa de ingreso a la mina.

 - Me vuelvo con vos Lucho- dijo Franklin apenas la comitiva gubernamental se despidió del yacimiento prometiendo quintuplicar el presupuesto del año siguiente destinado a minería, en la que se empleaban más de 12 mil personas en todo el país.

- No caquito. Hoy no me vuelvo. Me quedo porque mañana es el Día del Minero.

- Es cierto. Me había olvidado. Entonces yo también me quedo.

 Y así fue que los tres pasaron la noche en el campamento, junto a los familiares de los mineros y los más de 200 rescatistas que continuaban con sus tareas contrarreloj.

VI

El pueblo estaba consternado, demasiado para levantarse para ir a trabajar. Por lo que el lunes, Franklin, en su día libre de entrenamiento, se dirigió a la mina, para seguir de cerca las tareas de rescate. Su amigo del Deportes había pasado la noche allí, una vez más, y cuando se lo encontró, éste se lavaba la cara en una palangana a un costado de la carpa. De fondo, se escuchaban discusiones y grupos de gente reunida en distintos puntos del campamento.

- ¡Qué es lo que pasa?

- Pasa que hay muchas personas enojadas, sobre todos los familiares, Caquito- respondió el amigo secándose el rostro mal dormido y arrugado por el frío de la oscuridad con una vieja toalla.

- ¿Pero por qué están tan enojados?

- Porque los dueños de la mina casi no dan información sobre lo que va pasando y, encima, ni siquiera se hacen cargos de los viáticos. Y hay mucha gente que viene desde lejos.

- Claro. Yo, por suerte, hoy me vine gratis. Me trajo Lucho.

- ¿El bombero?

- Si, ése mismo. Lo convocaron como rescatista.

 Franklin le dijo a su amigo que Lucho le había contado que el rescate estaba en su “Plan B”, en el que formaban terrazas para luego hacer perforaciones de entre cuatro y cinco centímetros de diámetro por las que enviaban la sonda para tratar de comunicarse con las víctimas. Además, el rescatista le comentó que el sábado había bajado a la mina y confirmó que el derrumbe se había producido en la parte sur y no en la norte, donde estaba el refugio donde estarían los mineros. Y lo más importante, le precisó que en ese sector hay un depósito de 5.000 litros de agua.

 Mientras los amigos charlaban, otros familiares estaban reunidos con funcionarios gubernamentales que eran extremadamente cautos y hablaban de plazos muy largos, aunque los rescatistas esperaban poder contactarse con los mineros atrapados mediante el sondaje en las siguientes 48 horas, demasiado optimistas

V

Franklin volvía la noche del domingo masticando bronca por el pobre empate pero más dolido aún por las palabras del presidente de la Nación que, mientras ellos jugaban, se había reunido con un grupo de familiares de los mineros en la ciudad cabecera del departamento norte, a unos 800 kilómetros de la capital del país. Mientras tanto, otros 200 parientes directos de las víctimas seguían agrandando el campamento de la esperanza, junto al yacimiento. “No es fácil”, había asegurado el primer mandatario al pueblo. “No los vamos a dejar solos. Estaremos junto a ellos y vamos a hacer todo lo humanamente posible para rescatarlos o intentar rescatarlos con vida”, afirmó.

 Por otro lado, el presidente y el ministro de Minería adelantaron que, tras el fracaso de acceder por el conducto principal de ventilación de la mina, se iniciaban las tareas de “sondaje”, que consistía en una perforación en la tierra apenas ancha para que pase una sonda y permita bajar hasta donde estaban atrapados los mineros y tratar de comunicarse con ellos.

 - ¿Y eso cuánto puede tardar?- preguntó Franklin a un compañero que escuchaba las noticias en la radio, a través de su reproductor de MP3 y le comentaba la novedad.

 - Dicen que varios días, hasta semanas, así que el rescate va a durar mucho más- respondió el muchacho sacándose los auriculares y apoyando la cabeza en el respaldo del asiento del micro que los regresaba a la ciudad de la Copa de Oro.- Lo importante aquí es que el presidente está diciendo que se van a hacer todas las investigaciones necesarias.

 - Y ahí puede quedar comprometida la empresa minera…

 - Esperemos.

 Cuando el plantel albinaranja llegó a la sede del club, en el yacimiento ya trabajan en el sondaje cuatro de las siete máquinas con capacidad para perforar entre 50 y 100 metros por día, dependiendo del tipo de roca que encontraran en el camino. Apenas los hierros penetraron el duro suelo, los familiares aplaudieron para liberar parte de su enorme angustia. “Es peor no saber nada que tener que enfrentar la mala noticia que todos esperamos”, dijo el padre de Franklin a su hijo recién llegado al hogar. Sentado frente al televisor, mirando el noticiero, el hombre i siquiera le preguntó por los detalles del partido. A esas alturas ya no importaba otra cosa.

IV

Los familiares de los mineros atrapados siguieron llegando al yacimiento durante toda la noche, en la que nadie durmió. Estos desahuciados montaron sus carpas en las proximidades con la clara intención de quedarse hasta las últimas consecuencias, sin negociar su esperanza. Franklin, por su parte, permaneció en la tienda de su amigo del Deportes, siguiendo de cerca las tareas de los rescatistas, que iba y venía de un sector a otro, con distintas herramientas y equipos.

 Durante casi todo el sábado, los expertos trataron de llegar hasta los mineros a través de la chimenea principal del conducto de ventilación. Cuando parecía que ese plan comenzaba a funcionar, el rescate volvió a fojas cero. Por la tarde, cuando había empezado a oscurecer, apenas después de que “El Caquito” emprendiera el regreso a su casa para poder descansar para el partido del día siguiente, se escucharon gritos y una nube de polvo se elevó desde la entrada de la mina, sembrando más sombras: un nuevo derrumbe acaba de obstruir por completo el ducto. “Tenemos la ruta más fácil y más lógica, bloqueada. El ingreso por la chimenea ya no es una opción. Tenemos alternativas técnicas, pero son mucho más complejas. Las probabilidades hoy día son más escasas de las que eran ayer”, reconoció entonces el ministro de Minería.

 Mientras Franklin llegaba a su domicilio donde su padre se encargó de darles las malas nuevas, el presidente de la Nación arribaba desde el país vecino donde había participado de una cumbre regional y, a través de la Cadena Nacional, envió el siguiente mensaje: “Hemos hecho lo humanamente posible para rescatarlos con vida. Pero a estas alturas ya no es solamente un tema de los hombres, estamos en las manos de Dios. He decidido regresar para estar cerca de ellos y de sus familias”.

 - Lo bueno, hijo, es que hasta el propio presidente está tomando cartas en el asunto- expresó el padre de Franklin, mientras el chico seguía con su vista clavada en el televisor.

 - No sé, papá. Esto parece una misión imposible.

 - Bueno, tranquilo. Mejor, andá a descansar que mañana hay que salir temprano para ir a jugar.

 El padre de Franklin tenía razón, el chico debía viajar el domingo hasta la Capital para defender a Los Legionarios de Los Bohemios.

III

El “Caquito” no podía quedarse en su casa, sin hacer nada, mientras su ídolo peleaba por su vida y los vecinos del barrio se solidarizaban con el resto de los 32 mineros que también habían quedado atrapados tras el derrumbe. Así que le dijo a su padre que no se quedaba a cenar y que iba a ir a buscar a su amigo del “Deportes” para ir juntos hasta el yacimiento y ver de cerca lo sucedido. Y, de ser posible, ayudar en lo que fuere.

 La madre del chico se opuso débilmente, por lo que Franklin abandonó su casa, sin importar el cansancio que pesaba sobre sus piernas y la mirada de su papá, que mezclaba desacuerdo y complicidad casi en porciones iguales.

 Nuestro héroe corrió hasta la casa de su amigo, donde la madre de éste le dijo que ya se había ido a la parada de colectivos, porque la línea había dispuesto un micro gratis para ir hasta la mina. Así que corrió lo más rápido que pudo hasta la terminal donde casi se tuvo que colgar de la puerta para poder abordar el transporte, que ya había arrancado.

 El destartalado colectivo recorrió los 30 kilómetros entre caminos de tierra que subían y bajaban, rodeados por grandes piedras que apenas se veían por la espesa nube de polvo que se levantaba con el paso de la gran cantidad de vehículos que se dirigían hacia el mismo destino. Había autos importados, último modelo, por lo que Franklin sospechó que se trataba de un hecho grave y que había mucha gente importante interesada.

 Al llegar a la mina, la oscuridad de la noche dominaba la escena, en la que actuaban cientos de personas entre rescatistas, bomberos, policías, médicos, funcionarios de distintas áreas de Gobierno, etc. También estaban los primeros periodistas, de los medios locales, que entrevistaban a la intendenta de la región. “El derrumbe se generó en un sector en que hay un refugio que cuenta con los elementos básicos y necesarios para que la gente pueda estar durante un tiempo”, sostuvo la mandataria regional.

 “No podemos hablar de víctimas todavía, la información que tenemos es que están atrapados, pero no tenemos ninguna información concreta del estado en que se encuentran. Esperamos que estén bien porque debieran estar en el refugio”, agregó la intendenta, al tiempo que Franklin y su amigo permanecían parados detrás de los reporteros, tratando de escuchar para tratara de entender semejante despliegue.

 Mientras tanto, del otro lado del cordón de seguridad, lejos de los curiosos, los organismos técnicos, en especial, los de Minería, ya se encontraban efectuando las tareas para rescatar a los 33 mineros que permanecían a unos 7 kilómetros de la superficie, entre ellos, “El Caqui”.

 La rampa principal a la mina estaba totalmente obstruida, por lo que los rescatistas habían ingresado por los ductos de ventilación sanos para reparar los dañados y tratar de lograr algún contacto con el refugio. Los expertos ya consideraban que el trabajo iba a ser largo y duro, por lo que habían dispuesto un equipo de psicólogos para asistir y contener a los familiares de las víctimas que no paraban de llegar al lugar, mucho de ellos, conocidos de Franklin.

 "Ahí escuché a uno de Minería que decía que el refugio es de unos cincuenta metros cuadrados y tiene comida, agua, ropa para más de 35 personas durante dos o tres días, como mínimo. Así que van a estar bien. Quédese tranquila”, le dijo el joven a una señora que vivía a unas cuadras de su casa y todos los días atendía con suma tranquilidad su ferretería pero que ahora estaba completamente angustiada porque su marido estaba atrapado, vaya a saber por cuánto tiempo, ya que los expertos comenzaban a hablar de un rescate que iba a ser largo y difícil.

II

La ciudad de la “Copa de Oro” se desplegaba de norte a sur, en medio de un valle transversal, Históricamente había estado delimitada por los cerros y el río, pero el escenario había cambiado en los últimos años ya que cada vez más gente se asentaba del otro lado de las aguas. La terminal estaba ubicada en los sectores altos, cerca del centro histórico.

 Apenas bajó del micro, Franklin se encontró con un amigo que jugaba al fútbol en “El Deportes”, que a diferencia de su equipo, militaba en la Primera B y su máximo logro había sido ocho años antes, con la obtención del torneo de tercera.

- ¡Ey, Caquito!- le gritó el muchacho al pasarle corriendo por al lado.

- ¡¿Qué pasa?!- preguntó Franklin corriendo detrás pero sin poder alcanzarlo.

- ¡Hubo un derrumbe en la mina!- exclamó el otro muchacho a la distancia y luego siguió su camino.

 Franklin se quedó preocupado porque si bien era habitual que la mina se pusiera a “llorar”, no lo era esta reacción desenfrenada de la gente del pueblo, por lo que emprendió rápidamente la caminata hasta su casa, en El Alto, para preguntarle a sus padres qué había sucedido exactamente.

 Él y su familia siempre habían vivido en ese barrio nombrado no por la altura del terreno que, de hecho, era todo lo opuesto, al igual que el status de sus habitantes. En el trayecto hasta allí, Franklin recordó cuando a principios de año, los más de 125 mil habitantes de todo el pueblo habían vibrado con el paso del Rally Dakar, pero ahora eran las entrañas de la tierra las que se habían movido violentamente y sacudido la tranquilidad invernal de la población.

 El yacimiento minero en cuestión estaba ubicado unos 30 kilómetros al noroeste de la ciudad y poseía más de 100 años de antigüedad. Ya había registrado otros accidentes, por lo cual estuvo clausurada desde marzo de 2007 hasta mayo de 2008. Desde entonces, el incidente más grave había ocurrido hacía poco más de un mes, cuando el desprendimiento de varias toneladas de roca provocó que le amputaran una pierna a uno de los mineros.

 Al llegar a su casa, el padre de Franklin le dijo a su hijo que cerca de las 14.05 se había producido un derrumbe en el interior de la mina y que su querido “Caquí” estaba en ese momento trabajando, por lo que estaba muy preocupado. “Hay que rezarle a San Lorenzo”, dijo el hombre, consternado.

Una mina de vida

I
El joven Franklin salió del vestuario local con el pelo aún mojado y cargando su bolso, en el que guardaba la ropa sucia y los botines, caminó rápido hasta el estacionamiento del estadio, donde lo esperaba un compañero que lo iba a alcanzar en auto hasta la parada de micros para regresar a su casa, en un poblado ubicado a unos 200 kilómetros del Cobre.

Mientras el compañero conducía por las calles de aquella ciudad con forma de anfiteatro pero que hacía casi 40 años había surgido de un campamento minero, Franklin ojeaba la revista del club, que no era más que un puñado de hojas impresas en blanco y negro y que se distribuía mensualmente entre los socios del Albinaranja.

- ¿Qué lees?- preguntó el conductor.

- Una entrevista al Caqui- respondió Franklin, sin levantar la mirada de las hojas.

El automovilista vio que su joven compañero estaba muy concentrado en aquella lectura, por lo que sólo le habló cuando le indicó que ya habían llegado a la terminal. Franklin guardó la revista en el bolso, se despidió y abordó el micro de regreso a casa, tal y como lo hacía diariamente, excepto, cuando no entrenaba con "Los Legionarios”.

Una vez en su asiento, el muchacho sacó la revista y retomó la lectura, pero como había perdido el hilo conductor y quería leer todas y cada una de las frases de su ídolo, comenzó de nuevo: 


- Entrevistador (E): ¿Cómo estaba conformada aquella selección Pre olímpica de 1984 de la que fue parte? 
- EL Caqui (C): La base de ese equipo era de Legionarios. Fue una experiencia bonita, era la primera selección que clasificó para ir a una olimpiada y para nosotros que veníamos del norte fue muy importante. 
- E: ¿Qué paso después de la clasificación? 
- C: El entrenador nos prometió a todos que ese grupo iría a las Olimpiadas, pero al final cambio a todos los jugadores por los de Primera División. Pedí explicaciones, pero nunca tuve una respuesta clara, nos sentimos traicionados porque nos había dado su palabra. 
- E: ¿Qué opina de los dirigentes que estaban en la Asociación en ese tiempo? 
- C: Nos prometían sueldos que nunca llegaban, teníamos problemas y nos queríamos devolvernos a nuestro país pero estaba el gobierno militar y nos dijeron que si volvíamos seríamos tildados de anti patriotas, por lo que nos sentimos amenazados. 
- E: ¿Cómo sintió la gente de la ciudad la clasificación a las Olimpiadas? 
- C: El cariño lo sentíamos a la distancia, el entrenador nos llamaba y nos contaba que la gente mandaba cariños, ese mismo que sentíamos todos los domingos. Imagínate, que estábamos representando a los mineros en la Selección, hecho que nos incentivaba aún más. Si bien, no éramos un gran equipo, teníamos un corazón enorme. 
- E: En ese mismo año, el equipo local logró el ascenso con 29 partidos invictos, ¿cómo vivió ese momento, estando en la Selección? 
- C: Lamentablemente los partidos más importantes no los jugamos pero nos sentimos felices cuando supimos que se había logrado el ascenso. Cuando regresamos, el entrenador nos permitió jugar de titulares enseguida y ahí si sentimos el apoyo. 
- E: En el tiro libre, ¿Cuál era la receta? 
- C: No se, creo que uno nace con la virtud de pegarle bien a la pelota, con tiempo y entrenamiento se va puliendo. Nosotros practicábamos mucho porque sabíamos que a veces no andábamos bien y con un tiro libre podíamos salvar el partido y en eso trabajábamos mucho con el entrenador. 
- E: ¿Sintió el reconocimiento por esa virtud en el fútbol? 
- C: Considero que sí, pero no todo lo que corresponde. Yo debería estar en la historia del fútbol de nuestro país, creo que debo ser uno de los tres o cuatro mejores y de los pocos que hizo más goles de tiro libre. 
- E: ¿El albinaranja marcó una etapa muy importante en su carrera futbolística? 
- C: Una de las etapas más grande de mi carrera la viví en Legionarios. Le estoy agradecido, pero a la vez dolido, porque a veces uno espera una llamada para estar en el campeonato del minero representando a algún equipo.
- E: ¿Cómo ve al equipo, sigue la campaña, tiene la posibilidad de estar al tanto de lo que está sucediendo en el club? 
- C: Sigo la campaña, el problema es que no conozco a los jugadores. Yo me retiré del fútbol y deje de ir a los estadios, leo los diarios, pero como aparecen muchos jugadores nuevos no los ubico. En mi tiempo, cuando jugaba en El Cobre, era casi imposible ganarle. 
- De hecho los rivales con un empate se iban felices. 
- E: ¿Le da cierta nostalgia ver que hoy al estadio no asisten más de 700 personas, cuando antes se llenaba?
- C: Si, duele ver eso. El otro día estaba viendo un partido y no había más de 450 personas. Sinceramente no sé como es el plantel actual, pero nosotros éramos muy unidos a la gente, convivíamos con los mineros y jamás nos creímos estrellas; sino que éramos parte de la comunidad. Yo, personalmente, pasaba metido en el bowling y creo que eso atraía a la gente, para apoyarnos. No cualquier club hace que toda una ciudad los vaya a buscar al aeropuerto y haga un carnaval en la Plaza. 
- E: ¿Qué expectativas tiene de la calidad de vida del club ¿Cómo lo ven ustedes desde afuera? 
- C: Yo veo un momento difícil. A veces pienso en la idea de que se mude la sede, pero en verdad es un equipo que no tiene nada que hacer en otro lado, porque es de los mineros. El entrenador siempre nos decía primero tenemos que respondernos a nosotros y después a los mineros, porque son ellos los que nos están dando el trabajo. Yo estuve 4 años a en una mina y ahora sé lo que es lo que es llenarte los pulmones de tierra y de humo, para pagar la cuota y ver jugar a tu equipo. 

Franklin terminó de leer y en sus ojos sintió una húmeda emoción, que duró poco porque estaba tan cansado que se durmió enseguida, con su cabeza apoyada contra el frío vidrio de la ventanilla. Un par de horas después, cuando se despertó, vio que atardecía y ya empezaban a verse sobre el asfalto de la ruta las sombras de las tremendas rocas que adornaban de manera muy minimalista su pueblo natal. No veía la hora de llegar a casa y empezar con su único día franco antes del partido del domingo pero esa ansiedad pronto se transformó en inquietud ya que a medida que se acercaba a la parada, veía más y más gente nerviosa, yendo y viniendo por las calles, envueltas en pequeñas nubes de polvo.

29- Mundial Sudáfrica 2010: Argentina 0-4 Alemania, 4tos. de Final.


Disputado el 3 de julio, en el estadio Green Point, de Ciudad del Cabo, ante 64 mil espectadores y con el arbitraje de Ravsham Irmatov, de Uzbekistán.


- Argentina: Sergio Romero; Nicolás Otamendi (Javier Pastore 69´), Martín Demichelis, Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze, Maximiliano Rodríguez, Javier Mascherano, Ángel Di María (Sergio Agüero 74´), Carlos Tévez y Gonzalo Higuaín. DT, Diego Maradona.


- Alemania: Manuel Neuer; Philip Lahm, Per Mertesacker, Arn Friedrich, Jerome Boateng (Marcell Jansen 72´), Bastian Schweinsteiger, Sam Khedira (Toni Kross 77´), Thomas Müller (Piotr Trochowski 84´), Mesut Özil, Lukas Podolski y Miroslav Klose. DT, Joachim Löw.

- Goles: Müller (2), Klose (67), Friedrich (74) y Klose (88).

- Argentina ganó sus cuatro primeros partidos y Alemania venía de terminar primera en su Grupo D y vencer a Inglaterra en octavos. Los alemanes finalizaron terceros tras perder ante España, que fue campeón, y vencer a Uruguay.


TOTALES: PJ, 29, PG, 8, PE 8*, PP, 13, GF, 28, GC, 41.
* Ganó dos definiciones por penales (Italia en el 90´ e Inglaterra en el 98´) y perdió una (Alemania en el 06´).
27,5 por ciento de los partidos ganados.
 -13 de diferencia de gol.

Tabla histórica
                              M PTS PJ PG PE PP % GF GC
1- Brasil (5)           19 216 97 67 15 15 74 210 88
2- Alemania (3)     17 199 99 60 19 20 67 206 117
3- Italia (4)           17 153 80 44 21 15 64 126 74
4- Argentina (2) 15 124 70 37 13 20 59 123 80
5- Inglaterra (1)    13 97 59 26 19 14 55 77 52
6- España (1)       13 96 56 28 12 16 57 88 59
7- Francia (1)       13 86 54 25 11 18 53 96 68
8- Holanda             9 76 43 22 10 11 59 71 44
9- Uruguay (2)      11 66 47 18 12 17 47 76 65

AA
Julio 2010

28- Mundial Alemania 2006: Argentina 1(2)-1(4) Alemania, 4tos. de Final.


Disputado el 30 de junio, en el estadio Olímpico de Berlín, ante 72 mil espectadores y con el arbitraje de Lubos Michel, de Eslovaquia.

- Alemania: Jens Lehmann; Arne Friedrich, Per Mertesacker, Christoph Metzelder, Philipp Lahm, Bastian Schweinsteiger (Tim Borowski 74'), Torsten Frings, Michael Ballack, Bernd Schneider (David Odonkor 62'), Miroslav Klose (Oliver Neuville 86') y Lukas Podolski. DT, Juergen Klinsmann.

- Argentina: Roberto Abbondanzieri (Leonardo Franco 71´); Gabriel Heinze, Roberto Ayala, Fabricio Coloccini, Maximiliano Rodríguez, Javier Mascherano, Luis González Juan Riquelme (Esteban Cambiasso 72´), Carlos Tevez y Hernán Crespo (Julio Cruz 79´). DT, José Pekerman.

- Expulsado: Cufré (120).

- Goles: Ayala (49) y Klose (80).

- Penales: Para Alemania convirtieron Neuville, Ballack, Podolski y Borowski. En Argentina, convirtieron Cruz y Rodríguez y se lo atajaron a Ayala y Cambiasso.

- Alemania había terminado primera en el Grupo A y vencido a Suecia en Octavos. Argentina quedó eliminado mientras que los alemanes finalizaron terceros luego de perder en semifinal con Italia, que fue campeón, y triunfar ante Portugal.

27- Mundial Alemania 2006: Argentina 0-0 Holanda, 1ra. Ronda.


Disputado el 21 de junio, en el World Cup Stadium de Frankfurt, ante 48 mil espectadores y con el arbitraje de Luis Medina Cantalejo, de España.

- Holanda: Edwin Van der Sar; Kew Jaliens, Khalid Boulahrouz, Andre Ooijer, Tim de Cler, Phillip Cocu, Wesley Sneijder (Hedwiges Maduro 86') Rafael Van der Vaart, Dirk Kuyt, Ruud Van Nistelrooij (Ryan Babel 56') y Robin Van Persie (Danny Landzaat 67'). DT, Marco Van Basten.

- Argentina: Roberto Abbondanzieri; Leandro Cufré, Roberto Ayala, Nicolás Burdisso (Fabricio Coloccini 24´), Gabriel Milito, Maximiliano Rodríguez, Javier Mascherano, Esteban Cambiasso, Juan Riquelme (Pablo Aimar 80´), Carlos Tevez y Lionel Messi (Julio Cruz 70´). DT, José Pekerman.

- Argentina había ganado ante Costa de Marfil y Serbia por el Grupo C, igual que Holanda, que tuvo peor diferencia de gol y terminó segunda. Luego, los argentinos le ganaron a México en octavos y los holandeses cayeron en esa instancia ante Portugal.

26- Mundial Corea-Japón 2002: Argentina 0-1 Inglaterra, 1ra. Ronda.


Disputado el 7 de junio, en el estadio Dome de Sapporo, ante 35 mil espectadores y con el arbitraje de Pierluigi Collina, de Italia.

- Argentina: Pablo Cavallero; Mauricio Pochettino, Walter Samuel, Diego Placente, Javier Zanetti, Diego Simeone, Juan Sorín, Juan Verón (Pablo Aimar 46´), Cristian González (Claudio López 64´), Ariel Ortega y Gabriel Batistuta (Hernán Crespo 60´). DT, Marcelo Bielsa.

- Inglaterra: David Seaman; Danny Mills, Ashley Cole, Río Ferdinand, Sol Campbell, David Beckham, Paul Scholes, Nicky Butt, Owen Hargreaves (Trevor Sinclair), Michael Owen (Wayne Bridge 80') y Emile Heskey (Teddy Sheringham 54'). DT, Sven Göran Eriksson.

- Gol: Beckham, de penal (44).

- Argentina venía de ganarle a Nigeria en el debut del Grupo F e Inglaterra de empatar ante Suecia. El desarrollo del juego fue parejo pero Inglaterra se defendió mejor y creó peligro con contraataques punzantes vía Owen. Y a los 43 minutos, de una falta de Pocchetino a ese delantero, llegó el penal que Beckham transformó en el 1 a 0, que a la postre sería el resultado final. El partido finalmente giró en torno al papel de Beckham, porque además de ser el capitán y figura del equipo, David tenía que reivindicarse por la derrota y eliminación en el Mundial anterior. Por eso, tanto la prensa como él lo vivieron de una manera tan especial.
Luego, Inglaterra empató con Nigeria 0 a 0, quedó segunda y pasó de ronda, mientras que Argentina empató 1 a 1 ante Suecia y se volvió a casa eliminada. Por los octavos de final, los ingleses enfrentaron a Dinamarca y ganaron 3 a 0. Pero sus ilusiones se hicieron añicos en cuartos. Allí no pudo con Brasil y finalmente cayó por 2 a 1 ante el equipo que sería el campeón.

25- Mundial Francia 1998: Argentina 1-2 Holanda, 4tos. de Final.


Disputado el 4 de julio, en el estadio Velodrome de Marsella, ante 55 mil espectadores y con el arbitraje de Owen Powell, de Jamaica.

- Holanda: Edwin Van der Sar; Michael Reiziger, Jaap Stam, Frank de Boer, Arthur Numan, Wim Jonk, Ronald de Boer (Marc Oversamars 64'), Edgar Davids, Phillip Cocu, Dennis Bergkamp y Patrick Kluivert. DT, Guus Hiddink.

- Argentina: Carlos Roa; Roberto Ayala, José Chamot (Abel Balbo 89´), Roberto Sensini, Javier Zanetti, Matías Almeyda (Mauricio Pineda 67´), Diego Simeone, Juan Verón, Ariel Ortega, Gabriel Batistuta y Claudio López. DT, Daniel Passarella.

- Expulsados: Numan (76) y Ortega (87).

- Goles: Kluivert (12), López (17) y Bergkamp (89).

- Holanda había terminado primera en el Grupo E y en octavos vencido a Yugoslavia. Luego, finalizó cuarta al perder contra Brasil en semifinales y Croacia por el tercer puesto.

24- Mundial Francia 1998: Argentina 2 (4) - 2 (3) Inglaterra.


Disputado el 30 de junio, en el estadio Geoffroy Guichard, de Saint Etienne, ante 30 espectadores y con el arbitraje de Kim Milton Nielsen, de Dinamarca.

- Argentina: Carlos Roa; Roberto Ayala, José Chamot, Nelson Vivas, Javier Zanetti, Matías Almeyda, Diego Simeone (Sergio Berti 91´), Juan Verón, Ariel Ortega, Gabriel Batistuta (Hernán Crespo 68´) y Claudio López (Marcelo Gallardo 68´). DT, Daniel Passarella.

- Inglaterra: David Seaman; Gary Neville, Tony Adams, Sol Campbell, Graeme Le Saux (Gereth Southgate 71'), Paul Ince, David Beckham, Darren Anderton (David Batty 97'), Paul Scholes (Paul Merson 78'), Alan Shearer y Michael Owen. DT, Glenn Hoddle.

- Expulsado: Beckham (47).

- Goles: Batistuta (6) de penal, Shearer (10) de penal, Owen (16) y Zanetti (46).

- Penales: Para Argentina convirtieron Berti, Verón, Gallardo y Ayala, y a Crespo se lo atajaron. Para Inglaterra convirtieron Shearer, Merson y Owen, y se lo atajaron a Ince y Batty.

- Argentina había ganado sus tres partidos del Grupo H, mientras que Inglaterra había terminad segunda, detrás de Rumania. El partido no defraudó ya que sus protagonistas lo jugaron a vida o muerte. A los 16 minutos de juego Inglaterra ya ganaba 2 a 1, tras remontar la desventaja del gol de penal de Batistuta, con un penal de Shearer y un golazo de Owen, tras eludir a Chamot y Ayala en una corrida que empezó en le centro del campo.
Ambos penales habían dejado muchas dudas de ambos lados, en especial porque Simeone pareció haber fingido ser derribado. Así, los ánimos de los ingleses contra el volante argentino ya se habían calentado.
Las emociones no se detuvieron. Sobre el final de la etapa inicial empató Zanetti y apenas comenzado el segundo tiempo David Beckham fue expulsado por el árbitro danés Kim Nielsen, luego de agredir a Simeone, quién le había cometido una infracción. Sin embargo, Argentina no aprovechó el jugador de más y luego del alargue, el 2 a 2 se mantuvo inamovible.
Llegaron más penales y más éxtasis. En esa instancia, el arquero argentino Carlos Roa se convirtió en figura y detuvo los remates de Paul Ince y David Batty.
Los ingleses se quejaron por los desmedidos festejos de los jugadores argentinos en el campo de juego ya que lo interpretaron como una burla. Además, la prensa británica, si bien se mostró satisfecha con el equipo, castigó duramente Beckham por su expulsión. Pero así como Beckham fue para los ingleses el malo de la película, el Cholo Simeone fue visto como un jugador desleal y sucio, que engañó al árbitro Nielsen con su dramatización, tras la reacción del entonces volante derecho del Manchester United.
De esta manera, los sudamericanos continuaron victoriosos hasta los cuartos de final mientras que los europeos se volvieron desencantados a su isla.

23- Mundial Italia 1990: Argentina 0-1 Alemania, Final.


Disputado el 8 de julio, en el estadio Olímpico de Roma, ante 73 mil espectadores y con el arbitraje de Edgardo Codesal, de México.

- Alemania:
Bodo Illgner; Andreas Brehme, Juergen Kohler, Klaus Augenthaler, Guido Buchwald, Pierre Littbarski, Thomas Haessler, Rudi Voeller, Lothar Matthaeus, Thomas Berthold (Stefan Reuter 73') y Juergen Klinsmann. DT, Franz Beckenbauer.

- Argentina:
Sergio Goycochea; Juan Simón, José Serrizuela, Oscar Ruggeri (Pedro Monzón 45´), José Basualdo, Pedro Troglio, Roberto Sensini, Néstor Lorenzo, Jorge Burruchaga (Gabriel Calderón 53´), Diego Maradona y Gustavo Dezotti. DT, Carlos Bilardo.

-
Expulsados: Monzón (65) y Dezotti (87).

-
Gol: Brehme (85) de penal.

- Alemania había terminado primera en el Grupo D y luego vencido a Holanda, Checoslovaquia e Inglaterra por penales.

22- Mundial Italia 1990: Argentina 1 (4) - 1 (3) Italia, Semifinal.


Disputado el 3 de julio, en el estadio San Paolo de Nápoles, ante 59 mil espectadores y con el arbitraje de Michael Vautrot, de Francia.

- Italia:
Walter Zenga; Franco Baresi, Giuseppe Bergomi, Luigi De Agostini, Riccardo Ferri, Paolo Maldini, Fernando De Nápoli, Giuseppe Giannini (Roberto Baggio 73'), Roberto Donadoni, Salvatore Schillaci y Gianluca Vialli (Aldo Serena 70'). DT, Azeglio Vicini.

- Argentina:
Sergio Goycochea; Juan Simón, José Serrizuela, Oscar Ruggeri, José Basualdo (Sergio Batista 99´), Gabriel Calderón (Pedro Troglio 45´), Ricardo Giusti, Julio Olarticoechea, Jorge Burruchaga, Diego Maradona y Claudio Caniggia. DT, Carlos Bilardo.

- Expulsado:
Giusti (103)

- Goles:
Schillaci (17) y Caniggia (67).

- Penales:
Para Italia convirtieron Baresi, Baggio y De Agostini; Donadoni y Serena atajados. En Argentina, convirtieron Serrizuela, Burruchaga, Olarticoechea y Maradona.

- Argentina había vencido a Yugoslavia por penales en cuartos de final. Italia llegó luego de ganar sus cinco partidos anteriores. Los italianos finalizaron terceros al ganarle a Inglaterra.

21- Mundial Italia 1990: Argentina 1-0 Brasil, 8vos. de Final.


Disputado el 24 de junio, en el estadio Delle Alpi de Turín, ante 61 espectadores y con el arbitraje John Quiniuo, de Francia.

- Brasil:
Taffarel; Jorginho, Ricardo Romes, Ricardo Rocha, Mauro Galvao (Silas 84´) Dunga, Alemao (Renato Gaucho 84'), Branco, Valdo, Careca y Muller. DT, Sebastiao Lazaroni.

- Argentina:
Sergio Goycochea; Juan Simón, Pedro Monzón, Oscar Ruggeri, José Basualdo, Pedro Troglio (Gabriel Calderón 61´), Ricardo Giusti, Julio Olarticoechea, Jorge Burruchaga, Diego Maradona y Claudio Caniggia. DT, Carlos Bilardo.

- Expulsado:
Ricardo Gomes (85).

- Gol:
Caniggia (80).



- Argentina venía de terminar tercera en el Grupo B detrás de Rumania y Camerún. Brasil, en cambio, había triunfado en sus tres partidos del Grupo C.

20- Mundial México 1986: Argentina 3-2 Alemania, Final.


Disputado el 29 junio, en el estadio Azteca de México DF, ante 114 mil espectadores y con el arbitraje de Romualdo Arppi Filho, de Brasil.

- Argentina: Nery Pumpido; Oscar Ruggeri, José Brown, José Cuciuffo, Julio Olarticoechea, Sergio Batista, Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga (Marcelo Trobbiani 90´), Héctor Enrique, Diego Maradona y Jorge Valdano. DT, Carlos Bilardo.

- Alemania: Harald Schumacher; Hans-Peter Briegel, Andreas Brehme, Karl-Heinz Foerster, Norbert Eder, Lothar Matthaeus, Félix Magath, Thomas Berthold, Ditmar Jakobs, Karl-Heinz Rummenigge y Klaus Allofs (Rudi Voeller 45'). DT, Franz Beckenbauer.

- Goles: Brown (23), Valdano (55), Rummenigge (74), Voeller (80) y Burruchaga (83).

- Alemania había terminado segunda en el Grupo E, luego venció a Marruecos en octavos, a México por penales en cuartos y a Francia en semis.

19- Mundial México 1986: Argentina 2-1 Inglaterra, 4tos. de Final.


Disputado el 22 de junio, en el estadio Azteca de México DF, ante 114 mil espectadores y con el arbitraje de Ali Bennaceur, de Túnez.

- Argentina: Nery Pumpido; Oscar Ruggeri, José Brown, José Cuciuffo, Julio Olarticoechea, Sergio Batista, Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga (Carlos Tapia 75´), Héctor Enrique, Diego Maradona y Jorge Valdano. DT, Carlos Bilardo.

- Inglaterra: Peter Shilton; Gary Stevens, Kenny Sansom, Glenn Hoddle, Terry Butcher, Terry Fenwick, Peter Reid (Chris Waddle 64'), Trevor Steven (John Barnes 74'), Steve Hodge, Peter Beardsley y Gary Lineker. DT, Bobby Robson.

- Goles: Maradona (51 y 54) y Lineker (80).

- Inglaterra había terminado segunda en el Grupo F, detrás de Marruecos y vencido a Paraguay en octavos. El partido de cuartos fue ampliamente favorable al equipo argentino que, si bien no pudo marcar las diferencias en el primer tiempo, tuvo el dominio absoluto del desarrollo de las acciones del juego. Sin embargo, lo mejor llegaría recién en el complemento. A los 6 minutos del segundo tiempo llegó el primer gol de Maradona. Este encaró y tocó para Valdano, que quiso devolverle el pase pero Fenwick se interpuso. El rebote salió hacia atrás y el Diez fue a buscarlo. Saltó con Shilton a la altura del punto de penal y con su puño izquierdo metió la pelota en el arco ¿Gol?, si, ya que el árbitro tunecino Ali Bennaceur no vio la infracción y corrió hacia la mitad de la cancha mientras los ingleses protestaban. Para los argentinos fue un gol de “vivo”, una “picardía”. Hasta el propio Maradona sostuvo que se trató de un gol marcado por “la mano de Dios”, mientras que los ingleses lo vivieron como un insulto y hasta el día de hoy lo ven como un puñal en la espalda.
Luego, cuatro minutos después vino otro gol que todos recordarán por siempre. Maradona corrió
53,5 metros en 10,6 segundos con la pelota pegada a su pie izquierdo. En el camino eludió a cinco rivales, incluido al arquero y marcó el 2 a 0.
Así lo vivió su autor: “Yo arranqué atrás de la mitad de la cancha, sobre la derecha, la pisé, giré y pasé entre Beardsley y Reid. Ahí me puse el arco entre ceja y ceja. Con un enganche hacia adentro lo pasé a Butcher y a partir de ahí me empezó a ayudar Valdano. Porque Fenwick, que era el último, no me salía; lo esperaba a él, esperaba la descarga hacia adentro, que era lo lógico. Si Fenwick me salía yo se la daba a Valdano y el quedaba solo contra Shilton. Pero Fenwick no me salía, yo lo encaré, amagué para adentro y me fui por afuera, hacia la derecha.
Yo sigo y ya lo tenía a Shilton de frente; estaba en el mismo lugar que en aquella jugada en Wembley. Iba a definir de la misma manera pero Dios me ayudó, me hizo acordar. Hice así, tic y Shilton se comió la gallina. Entonces llegué al fondo y le hice tac, adentro. Al mismo tiempo Butcher, el grandote rubio, que me había alcanzado de nuevo ¡me pegó un patadón! Pero no me importaba nada, nada de nada. Había hecho el gol de mi vida”. De hecho,
la FIFA lo eligió como el mejor gol de la historia de los mundiales.
Inglaterra se repuso del 2-0 gracias al aporte del ingresado John Barnes y emparejó las acciones. El moreno delantero desbordó por izquierda siempre y en uno de sus centros Lineker descontó. Sobre el final Inglaterra casi lo empata pero Brown la rechazó el balón en la línea del arco y la mandó al córner. Finalmente Argentina se alzó con la victoria y pasó a semifinales, donde venció a Bélgica
2 a 0 con otras dos obras maestras de Maradona.

18- Mundial México 1986: Argentina 1-0 Uruguay, 8vos. de Final.



Disputado el 16 de junio, en el estadio Cuauhtemoc de Puebla, ante 26 mil espectadores y el arbitraje de Luigi Agnolin, de Italia.

- Argentina: Nery Pumpido; Oscar Ruggeri, José Brown, José Cuciuffo, Oscar Garré, Sergio Batista (Julio Olarticoechea 85'), Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga, Pedro Pasculli, Diego Maradona y Jorge Valdano. DT, Carlos Bilardo.

- Uruguay: Fernando Alvez; Nelson Gutiérrez, Eduardo Acevedo (Rubén Paz 61'), Miguel Bossio, Jorge Barrios, Sergio Santín, Alfonso Pereira, Eliseo Rivero, Venancio Ramos, Wilmar Cabrera (Jorge Da Silva 45') y Enzo Francescoli. DT, Omar Borras.

- Gol: Pasculli (42)

- Uruguay quedó eliminada tras haber sido tercero en el Grupo E detrás de Dinamarca y Alemania. Argentina, en cambio, siguió…